SUMARIO
Populismo y soberanía son dos conceptos que han saltado, tras la gran recesión de 2008, a la mesa del debate público, tanto a la escena política como a la académica de las ciencias sociales. En esta recensión nos proponemos analizar qué relación existe entre ambos conceptos y cómo se han desarrollado en dos países del sur de Europa golpeados por la crisis, España e Italia, a través de cuatro volúmenes de reciente publicación que abordan la irrupción de las reivindicaciones soberanistas por parte de fuerzas políticas caracterizadas como populistas y ubicadas en ambos lados del espectro ideológico izquierda-derecha. Estos libros aquí recogidos abordan las cuestiones del populismo y las reivindicaciones de soberanía desde perspectivas diferentes, pero complementarias, que permiten adquirir una comprensión más profunda de estos fenómenos.
Por un lado, los dos volúmenes centrados en Italia, de carácter empírico, son muy útiles para comprender los fenómenos que han tenido lugar en el país desde la aparición del Movimento 5 Stelle (M5S) y el giro estratégico de la Lega como partido de ámbito nacional. En el primero, Gianluca Pasarelli y Dario Tuorto (2018) delinean cómo, tras la llegada de Matteo Salvini a la Secretaría General de la Lega Nord, se ha producido un cambio sustantivo en la estrategia del partido, tratando de presentarse como una nueva opción política que deja atrás la fuerza regionalista e independentista que surgió a principios de los años noventa bajo la dirección de Umberto Bossi, así como los efectos y resultados que han tenido estos cambios sobre el apoyo electoral de la sociedad italiana. En ambos casos, los autores estudian la formación de estas dos fuerzas como outsiders de la política italiana y qué efectos han tenido sobre la participación, la organización y la representación política. En el segundo libro, Roberto Biorcio y Paolo Natale (2018) realizan un repaso a todo el fenomeno del M5S, desde su formación como partido de perfil movimentista a la cristalización en 2018 de unas estructuras organizativas que han centralizado el poder para permitir la dirección del movimiento y afrontar la responsabilidad institucional. En este repaso, los autores exponen como el M5S ha pasado por varias fases como fuerza política en relación a su modelo organizativo y la relación entre las bases y los cargos directivos. Se trata de dos libros con un marcado carácter empírico, que pretenden explicar las causas del éxito de estas dos fuerzas políticas en la última década y que presentan un detallado análisis cuantitativo sobre la evolución del apoyo electoral, tanto en términos ideológicos y culturales como sociodemográficos. Sin embargo, en los dos se encuentra, aunque implícitamente, un trasfondo teórico de elevado interés sobre cómo han operado las estrategias populistas en Italia, que sirve como nexo de unión con el resto de obras aquí presentadas, concretamente en cuanto a la relación del populismo con la reaparición de las reclamaciones de soberanía. Por añadidura, los dos volúmenes establecen una comparación entre las dos fuerzas políticas, lo que les otorga una conexión especial y una relevancia a la hora de entender los acontecimientos políticos de Italia en la última década.
La tercera obra que se aborda aquí tiene un enfoque muy distinto. Carlo Galli presenta en Sovranità (2019) un estudio teórico y filosófico sobre el concepto de soberanía ante la gran relevancia que ha adquirido en los años posteriores a la crisis de 2008. El hilo argumental que recorre todo el libro es derribar las concepciones construidas sobre falsos prejuicios que ven en la soberanía un demonio, semilla de ideologías xenófobas, excluyentes y violentas, presentándola como un tema ineludible para la política, pero siempre desde una mirada crítica.
Por último, los textos recogidos en el volumen dirigido por Alcántara y Rivas Otero (2019), aunque centrados en la relación de Podemos con las experiencias políticas latinoamericanas de la marea rosa, abordan y revelan de forma muy clarificadora las disputas entre las corrientes estratégicas e ideológicas en su interior por dirigir la reivindicación de soberanía en España y la evolución desde su irrupción populista hacía una estrategia de izquierda tradicional. Estas explicaciones poseen un gran valor si se analizan observando a la vez la experiencia del M5S en lo tocante a la transversalización del partido y la superación del esquema tradicional izquierda-derecha. A continuación, se examina la relación entre populismo y reivindicaciones soberanistas a partir de los análisis recogidos en estos textos, considerando como se articulan dichas reivindicaciones en estas fuerzas políticas, qué retos pueden enfrentar u originar y qué diferencias se pueden hallar en cada tipo de articulación.
Como se señalaba anteriormente, el texto de Galli realiza un repaso del concepto de soberanía que permite arrojar luz ante la fuerza que han adquirido las reivindicaciones soberanistas en la última década, derribando los prejuicios que existen sobre este concepto. Esta labor se hace necesaria debido a la necesidad de aceptar su retorno como signo del fracaso de un proyecto político-económico y como exigencia, a la vez, de la nueva política[1]. En el primer apartado es donde Galli ofrece una conceptualización clara de la soberanía, entendida como el modo en el que un cuerpo político se presenta para existir y actuar de acuerdo a sus propios fines en una época donde la legitimidad no deviene ya de fundamentos tradicionales como la autoridad[2]. Esta soberanía, en su acción de presentarse/representarse como cuerpo político, supone la inclusión y construcción de un orden delineado, pero necesariamente también una exclusión y expulsión de ese orden de un enemigo[3]. Se trata de una visión de la soberanía con una fuerte influencia schmittiana, donde para la creación de un cuerpo político y de su nomos ha de crearse también un enemigo que no pueda ser incluido dentro del mismo. De esta manera, la mejor definición que aporta Galli en el primer apartado queda resumida en la frase «la sovranità é l’egemonia di una forza sociale, di un potere che si rivela in grado de organizzare in torno a sé la sfera pubblica»[4]. Entendida de esta forma, la soberanía no se puede concebir como dada, sino como algo ausente que ha de ser construido. Esta es la mayor aportación que podemos encontrar en el texto de Galli, que posee una gran importancia a la hora de entender cómo presentan las nuevas formas políticas populistas sus reivindicaciones de soberanía ante la crisis del modelo político-económico que se vio afectado por la gran recesión de 2008, tal y como se mostrará más adelante.
En los siguientes apartados —«II. Storia» y «III. Filosofia»—, Galli realiza un recorrido histórico del concepto de soberanía desde el Tratado de Westfalia y la Guerra de los Treinta Años como un proceso de transformación que consolidó el poder regio del Estado sobre los diversos poderes de la sociedad medieval, es decir, aquello que Weber denominó la expropiación de los poderes privados que existían junto al príncipe[5]. A partir de aquí, se muestra un viaje por la historia política de los principales países de Europa, que posteriormente es acompañada de un repaso de las reflexiones sobre la soberanía de los grandes pensadores y filósofos, desde Lutero y Maquiavelo hasta Agamben, pasando por Hobbes, Kant, Hegel o Marx. Una discusión filosóficamente muy rica concentrada en unas páginas breves que sirven al lector para construir un mapa del pensamiento moderno europeo en torno a la cuestión de la soberanía. Para terminar, Galli aporta en el último apartado y en las conclusiones del libro una reflexión acerca del estado de la cuestión en la actualidad, subrayando el hecho de que la economía capitalista se ha emancipado de la soberanía como espacio político determinado, actuando en áreas transnacionales y transoberanas[6]. Ante este escenario, Galli plantea una defensa de la necesidad de la soberanía para el desarrollo económico ante la revolución neoliberal, que identifica como un sujeto no-soberano que estaría limitando y poniendo fronteras a la soberanía[7]. Así, habría que dilucidar si la soberanía es parte del problema o si, en cambio, es la solución, en cuyo caso habría que fijar qué soberanía sería la adecuada, si la política o la económica[8]. Se aprecia en el planteamiento de esta problemática una situación similar a la que dibuja el triángulo de Dani Rodrik, expresando las contradicciones de nuestro tiempo entre globalización, democracia y Estado nación. Ante este dilema, podemos adelantar que las nuevas fuerzas de carácter populista que emergieron de la crisis de 2008, analizadas en los otros textos aquí presentados, entienden la soberanía como la solución, pero difieren ante el tipo de soberanía. Este acercamiento al concepto de soberanía permite adentrarse y comprender con más profundidad los volúmenes que abordan el análisis de las fuerzas populistas en Italia y España.
En este sentido, con esta concepción de soberanía es como pueden entenderse las experiencias de La Lega, el M5S o Podemos. En el primer caso, el libro de Pasarelli y Tuorto[9] explica cómo el partido de Salvini se ha movido a la derecha para ocupar un espacio vacío articulando su discurso en torno a las cuestiones de la crisis, la Unión Europea y la emigración, intentando hegemonizar y superar el centro-derecha[10]. Si bien no podemos hablar de la Lega como un partido nuevo que emergiera de la crisis de 2008, pues su fundación data de 1991, siguiendo la exposición que los autores hacen en los dos primeros capítulos, podemos observar cómo se ha producido una reorganización del partido que ha afectado a su estructura, volviéndose más personalista y con una menor importancia de las bases y la militancia[11]. Además, el cambio de nombre, prescindiendo de la palabra Nord, muestra su intención de convertirse en un partido nacional y dejar atrás su historia como fuerza regional e independentista de la Padania, pasando del discurso secesionista al soberanista[12]. Con este cambio de estrategia, La Lega pretende disputar la hegemonía por las reivindicaciones soberanas en Italia para hacer frente a la transferencia de poder que supone la pertenencia a la Unión Europea, construyendo un relato hegemónico que articula las demandas de la Italia postcrisis, como la corrupción y la inmigración[13], con el objetivo de ocupar un espacio vacío en el centro-derecha, pero también con la intención de superarlo al recoger a votantes de los partidos tradicionales sin abandonar los instrumentos ideológicos e identitarios del posicionamiento de la extrema derecha[14].
Los dos siguientes capítulos presentan un amplio despliegue de datos sociodemográficos, culturales e ideológicos que permiten entender cómo ha sido este proceso de expansión de La Lega y que éxito ha tenido en los diferentes territorios y sectores sociales de Italia. La importancia de estos pasajes está en la desmitificación de dos juicios que se dan por sentados sobre el partido de Salvini, como son el apoyo de la clase obrera y su conversión en una fuerza nacional. En el primer caso, se puede observar cómo, aunque dentro de la coalición del centro-derecha, La Lega, aunque obtiene mayor apoyo de las clases obreras, no consigue superar al M5S en este aspecto, tal y como se muestra en el capítulo cinco[15]. Por otro lado, la nacionalización que parece haber llevado a cabo Salvini es cuestionada por los autores, considerando que únicamente se ha nacionalizado su discurso, es decir, ha ampliado el discurso tradicional sobre la preminencia del norte sobre el sur al resto del país desde una posición federalista[16] que le ha permitido extender su rango de actuación más allá de su asentamiento histórico, pero sin lograr aún rebasar su alcance de ámbito subnacional[17]. Con los datos en la mano, podemos observar cómo el apoyo a la nueva Lega disminuye según nos movemos del centro-sud hacia la zona rossa[18] y como su electorado es muy homogéneo ideológicamente, a diferencia del M5S, tal y como se muestra en el último capítulo del libro, donde los autores realizan una comparación entra ambas fuerzas[19]. Este texto es muy útil para entender cómo se produjo el crecimiento de La Lega desde la llegada de Salvini a la Secretaría General y cómo ha dado forma a una nueva organización de carácter populista que ha sabido construir un discurso de reivindicación soberanista a partir de las cuestiones de la corrupción y la inmigración como puntos centrales de su articulación, confrontando a las instituciones democráticas liberales[20] y a una elite transnacional ubicada en las instituciones europeas como culpables de la situación del país. De esta manera, aprovechó una estructura de oportunidad en el bloque del centro-derecha, ocupando ese vacío existente y hegemonizando el espacio de la coalición de derechas con un discurso claramente antisistema más que antiélite, focalizándose sobre instituciones más que sobre grupos sociales privilegiados[21].
Esta misma estructura es la que marca el libro de Biorcio y Natale sobre el M5S, en el cual se presenta la evolución del partido y de su electorado desde su origen como una fuerza que ha combinado elementos y esquemas populistas con ideas y la estructura organizativa de los partidos-movimiento[22]. Esta combinación se ha dado en tres etapas distintas desde la creación del M5S: primero como fuerza política de cariz movimentista e informal bajo la figura de Beppe Grillo, pasando tras los primeros éxitos electorales a una fase de aprendizaje en las instituciones que les obligó a crear una nueva estructura operativa para gestionar la acción en la arena institucional y, por último, con la campaña de las elecciones generales de 2018, una mayor sofisticación de las estructuras organizativas que ha centralizado los poderes para dirigir la campaña de Luigi Di Maio a la Presidencia[23]. El carácter bottom-up del M5S es fundamental en su forma de actuar políticamente y en su éxito electoral, ya que los activistas de base no están comprometidos por intereses personales ni ambición política, sino por voluntarismo social y por valores éticos y morales sobre la política y la comunidad de distinta índole, dependiendo del origen de las personas. Al reunirse en torno al descontento con la política tradicional ha recogido un abanico de posiciones ideológicas que han generado contradicciones y divergencias en el interior del partido[24], pero que han sido mitigadas por la participación en grupos de base y por el desarrollo de un esquema interpretativo común sobre la política y la sociedad que se divide en dos grupos antagónicos como efecto de la crisis: una élite económica y política nacional e internacional corrupta y los ciudadanos italianos[25]. A diferencia de La Lega, el caso del M5S tiene unos rasgos populistas en su nacimiento como lugar de (re)socialización política para activistas y ciudadanos que buscaban un lugar común ante el terremoto político y económico surgido de la crisis de 2008 para conservar los lazos sociales locales y comunales con una actividad típica de los partidos de masas, combinado con un fuerte protagonismo de las redes sociales a través de las cuales organizaba sus manifestaciones y sus debates internos, ampliando la participación a todo el grupo de base y creando nuevas formas de participación política asamblearias, que eran demandadas por activistas y militantes tradicionales de los partidos de izquierda y los movimientos sociales[26].
El núcleo central del libro de Biorcio y Natale, del capítulo cuatro al ocho, está dedicado a la evolución del electorado que apoya al M5S y a cómo ha construido la transversalidad que le caracteriza actualmente, pasando de ser la fuerza elegida mayoritariamente por sus seguidores iniciales y antiguos electores de izquierda a ampliar el apoyo de quienes consideran que es la fuerza política menos mala y de quienes se han sumado tras el éxito electoral, y que anteriormente no expresaban una alta fidelidad partidaria[27]. Pero también se ha producido un cambio en el autoposicionamiento ideológico de sus electores, pasando de tener un fuerte componente de izquierdas a una alta presencia de personas que se declaran de centro, de centro-derecha y, lo más importante, un fuerte grupo que declara superar la dicotomía izquierda-derecha como eje de identificación[28]. Esto ha hecho que se haya ampliado el apoyo, pero a la vez puede causar problemáticas futuras frente a otras opciones políticas que tengan una lógica concreta y un electorado más estructurado ideológicamente, ya que al no tener una visión común pueden generarse discrepancias internas y existe un alto riesgo de volatilidad electoral. Este rasgo es muy relevante e indica un éxito de la articulación discursiva populista que divide la sociedad entre una élite corrupta y un pueblo virtuoso y soberano, superando la tradicional dicotomía política izquierda-derecha, objetivo este que está en el centro del debate del último libro recogido aquí, Los orígenes latinoamericanos de Podemos, y que fue fuente de disputas dentro del partido. Pero antes de analizar el volumen sobre el partido español, es conveniente diferenciar sobre qué ejes ha realizado el M5S su articulación de las reivindicaciones soberanistas que lo diferencian de La Lega. Mientras la fuerza de Salvini se caracteriza por un claro rasgo antisistema y por confrontar con las instituciones nacionales y de la Unión Europea, el M5S expresa una posición antiestablishment[29] hacia las élites nacionales y supranacionales. Ambos expresan una misma voluntad de cambio, pero a través de una articulación distinta[30]. Para el M5S, la clase política, la vecchia classe politica o la casta —termino recogido y aplicado por Podemos en España—, ha robado la soberanía popular al pueblo italiano, entendido este en su conjunto general y no sobre terminos etnoculturales como en la articulación de La Lega, que identifica a su enemigo en los inmigrantes[31]. Desde estos puntos de articulación, las demandas y reivindicaciones de recuperación de la soberanía trascurren por cauces diferentes. Mientras el M5S articula una cadena equivalencial, en términos del filósofo Ernesto Laclau, desde el punto nodal de la soberanía basada en la recuperación de la soberanía económica robada por las élites y el establishment del país y de la Unión Europea, buscando garantizar objetivos económicos y sociales como la renta de ciudadanía o la educación y sanidad públicas[32], el populismo de La Lega parte de una comprensión de la soberanía en términos de control del territorio y las fronteras para hacer frente a la inmigración, abogando por recuperar el orden dentro de las fronteras y preservar la identidad italiana[33] frente al multiculturalismo[34], como solución para combatir los problemas de inseguridad y la peligrosidad social generados por la inmigración incontrolada[35].
Por último, y aunque con una perspectiva distinta, el volumen dirigido por Manuel Alcántara y José Manuel Rivas Otero recoge en una serie de artículos elaborados por diferentes autores algunos temas que enlazan directamente con las cuestiones de las reivindicaciones soberanas, las disputas internas por la transversalidad y la estrategia populista que desprenden elementos y conclusiones muy relevantes. En primer lugar, la articulación de un discurso soberanista destaca en Podemos por su clara conexión con la teoría de Ernesto Laclau, lo que ha llevado a plantear la necesidad de construir una concepción de pueblo entendida como el populus portador de la legitima soberanía[36] ante la complicada situación política y económica que vivía España en los años posteriores a la crisis. Esta aplicación de la teoría laclauniana se debe principalmente a la estrecha vinculación de Iñigo Errejón con la teoría política de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, y fue Errejón quien aportó las directrices estratégicas en el lanzamiento del partido para aprovechar el momento de irrupción populista y la estructura de oportunidades tras los acontecimientos del 15M. Con la experiencia latinoamericana como laboratorio político en el que muchos de los fundadores habían participado, bien como asesores y consultores, bien como investigadores y observadores, Podemos nació con la intención de trasladar las reivindicaciones de soberanía que encarnaban estos proyectos políticos como respuesta a la década perdida de los años noventa y las políticas económicas neoliberales que se habían implantado en la región. En estos inicios, como muestra el capítulo segundo del libro, Podemos se perfilaba como una fuerza transversal que superaba la dicotomía política izquierda-derecha, tal y como ha hecho posteriormente el M5S. Sin embargo, la resolución de las disputas internas llevó al partido hacia postulados tradicionales de partidos de izquierda a la hora de proyectar estas reivindicaciones soberanistas, cambiando la construcción del «nosotros transversal y heterogéneo» por una identidad tradicional de izquierda representada en los movimientos sociales y los valores de la izquierda radical[37].
Otro de los valores que tiene este volumen es la explicación de las disputas internas, arrojando luz sobre la concepción popular que se ha instalado en el debate público español sobre divergencias por cuestiones de ambición política. El capítulo elaborado por Antolín Sánchez Jorge[38] tiene una importancia sustantiva en este sentido, pues expone cuáles son los postulados teóricos y políticos de los tres principales fundadores y dirigentes del partido, Pablo Iglesias, Iñigo Errejon y Juan Carlos Monedero. Las diferencias y disputas internas entre los tres están marcadas por los postulados políticos de cada uno, entre una estrategia populista transversal defendida por Errejón y una estrategia de partido-movimiento con una vinculación directa a las fuerzas y movimientos sociales tradicionales de Iglesias y Monedero. Pero incluso entre los dos últimos han existido pequeñas diferencias en cuanto a la estructura organizativa, pues si bien Monedero es defensor de una estructura con amplio peso de las bases similar a la desarrollada en sus inicios por el M5S, Iglesias ha apostado por una centralización y jerarquización. Existe, por tanto, una estrecha vinculación con la experiencia y la evolución del M5S en cuanto a su modelo de participación a través de la militancia de base y la potenciación de la esfera digital, la estructura del partido y la espectacularización de la política en los medios tradicionales de comunicación[39], además de la similitud en la cadena equivalencial que han articulado en torno a cuestiones sociales y económicas de defensa del Estado de bienestar y las políticas públicas expansivas de las que fueron parte en su experiencia de asesoría con los Gobiernos latinoamericanos. El resto del volumen hace hincapié en la relación profesional previa de los fundadores del partido con América Latina y los Gobiernos de la marea rosa, pero los elementos aquí citados son los que mayor interés aportan a la comprensión de los fenómenos populistas en Europa.
Como se ha intentado poner de manifiesto, se trata de obras que, pese a sus diferentes enfoques, constituyen valiosas aportaciones para comprender los fenómenos populistas y las reivindicaciones de soberanía que han emergido en Europa tras la crisis de 2008. Los cuatro textos enriquecen nuestro conocimiento sobre la relación entre populismo y soberanía, pero también sobre una serie de fenómenos que hasta ahora no tenían lugar en nuestros escenarios políticos. Tanto en el caso de la Lega, el M5S o Podemos, que tienen marcados caracteres populistas en su conformación como partido o fuerza política —en el caso de la Lega en su refundación con Salvini en términos organizativos y estratégicos—, está presente un elemento común: la reclamación de soberanía. Esta necesidad de recuperar la soberanía robada por una élite corrupta al pueblo virtuoso y soberano está presente en cada una de estas fuerzas políticas, aunque articulada a través de cadenas equivalenciales diferentes. Todas parten de un punto nodal común, pero conforman dos discursos distintos: la Lega desarrolla una reivindicación de valores de seguridad y orden social ante el ataque de la inmigración y hacia unas instituciones ineficaces, mientras que el M5S y Podemos elaboran una concepción de la soberanía de carácter económico, articulando demandas de carácter socioeconómico. Los volúmenes sobre la Lega y sobre el M5S son muy útiles para poder tener una comprensión más amplia de los fenómenos políticos que han tenido lugar en España desde 2014. Podemos encontrar herramientas de análisis comparado entre la experiencia del M5S, en cuanto a su organización de base, su estructura y su manera de articular la relación entre afiliados y líderes, y el caso de Podemos en España. En ambos casos podemos observar un mismo objetivo común, una misma estrategia y el uso de significantes vacíos en su origen fundacional —la casta—, pero con un resultado diferente. Podemos no logró esa pretensión de transversalidad ideológica que algunos de los sectores del partido pretendían, dando paso a una estrategia de izquierda radical tradicional en su alianza con IU-PCE, mientras que en el M5S, a través de los datos aportados, podemos apreciar cómo se evolucionó hacia esa transversalidad.
La gran conclusión es que no existe populismo sin reclamación soberana. Toda articulación populista es la exigencia de soberanía, que puede ser desarrollada desde distintas perspectivas y articulaciones. Esto se debe al contexto actual, donde tal y como expone Galli, la soberanía ha ido dando varios pasos históricos, desde estar localizada en la figura personal del rey a estar radicada en un orden extracorporal formado por un cuerpo político de individuos, que cristalizó en los Estados del bienestar del siglo xx[40]. Pero como efecto de la globalización, el siguiente paso de la soberanía ha sido trascender a los Estados y alojarse en entidades supranacionales. No se trataría tanto de un robo de soberanía por las élites, sino de una nueva localización que dificulta la capacidad de la soberanía de actuar desde espacios transnacionales y globales para solventar problemas que siguen siendo de carácter nacional —como son los problemas de empleo, prestación de servicios públicos, inmigración o seguridad[41]—. Es en este contexto en el que el populismo simplifica la realidad y el proceso histórico-político actual, realizando una división entre una élite corrupta y usurpadora de la soberanía y un pueblo virtuoso, reclamando la devolución de un objeto sustraído a su auténtico poseedor. Aquí es donde puede encontrarse uno de los elementos que explicarían el éxito de estos fenómenos, pero también uno de los retos y problemas al que se enfrentan una vez acceden a posiciones de poder: la dificultad para ejercer la soberanía en los términos expresados en sus articulaciones discursivas y para la vuelta a una localización de ámbito nacional.
[1] |
Galli, C. Sovranitá. Bologna, Il Mulino, 2019, p. 9. |
[2] |
Ibid., p. 12. |
[3] |
Ibid., p. 15. |
[4] |
Ibid., p. 17. «La soberanía es la hegemonía de una fuerza social, de un poder, que se muestra capaz de organizar la esfera pública a su alrededor» (traducción propia). |
[5] |
Ibid., p. 30 y 33. |
[6] |
Ibid., p. 109. |
[7] |
Ibid., p. 110-112. |
[8] |
Ibid., p. 116. |
[9] |
Pasarelli, G. y Tuorto, D. La Lega di Salvini. Estrema destra di governo. Bologna, Il Mulino, 2018. |
[10] |
Ibid., p. 18. |
[11] |
Ibid., p. 19. |
[12] |
Ibid., p. 25-26. |
[13] |
Ibid., p. 36. |
[14] |
Ibid., p. 28-29. |
[15] |
Ibid., p. 82. |
[16] |
Ibid., p. 80. |
[17] |
Ibid., p. 50. |
[18] |
Ibid., p. 62 y 64-71. |
[19] |
Ibid., p. 142. |
[20] |
Ibid. |
[21] |
Ibid., p. 100-102 y 121. |
[22] |
Roberto Biorcio y Paolo Natale: Il movimiento 5 stelle: dalla protesta al governo, Milano, Udine, Mimesis, 2018, p. 9. |
[23] |
Ibid., p. 10. |
[24] |
Ibid., p. 15. |
[25] |
Ibid., p. 16. |
[26] |
Ibid., p. 17-18. |
[27] |
Ibid., p. 34. |
[28] |
Ibid., p. 58-60 (fig. 4.6: Autocollocazione elettori M5S nel tempo). |
[29] |
Pasarelli, G. y Tuorto, op. cit., p. 121. |
[30] |
Roberto Biorcio y Paolo Natale. op. cit., p. 100. |
[31] |
Ibid., p. 101. |
[32] |
Ibid., p. 69. |
[33] |
Esta es entendida como la elevación de la identidad del norte de Italia a identidad nacional, pues como señalan Biorcio y Natale, en ocasiones el enemigo también es identificado en otras comunidades nacionales (ibid., p. 101). |
[34] |
Pasarelli, G. y Tuorto, op. cit., p. 112. |
[35] |
Roberto Biorcio y Paolo Natale. op. cit., p. 74. |
[36] |
Rivas Otero, J. M., América Latina, un laboratorio teórico y político para los fundadores de Podemos, en Alcántara Sáez, M. y Rivas Otero, J. M. (dirs.), Los orígenes latinoamericanos de Podemos, Madrid, Tecnos, 2019, p. 27. |
[37] |
León Haro, A., Podemos: ¿Una aplicación de estrategias discursivas de América Latina a España?, en Alcántara Sáez, M., y Rivas Otero, J. M. (dirs.), Los orígenes latinoamericanos de Podemos, Madrid, Tecnos, 2019, p. 51. |
[38] |
Sánchez Jorge, A., La influencia de América Latina en Podemos a través de las experiencias profesionales de sus fundadores, en Alcántara Sáez, M., y Rivas Otero, J. M. (dirs.), Los orígenes latinoamericanos de Podemos, Madrid, Tecnos, 2019, pp. 75-109. |
[39] |
Martínez Ramos, J., Podemos y Ecuador: una relación de mutua influencia, en Alcántara Sáez, M., y Rivas Otero, J. M. (dirs.), Los orígenes latinoamericanos de Podemos, Madrid, Tecnos, 2019, pp. 135-150. |
[40] |
Galli, C. Sovranitá. Bologna, Il Mulino, 2019, p. 70 |
[41] |
Galli, C. Sovranitá. Bologna, Il Mulino, 2019, p. 180 y ss. |