RESUMEN
A casi diez años de su muerte, Jordi Solé Tura es un intelectual y político aún bien presente en el actual debate político catalán. Lo es sobre todo por su obra Catalanisme i revolució burgesa (1967), cuyas tesis son citadas a menudo de forma simplificada o distorsionada para corroborar o rechazar posiciones acerca del futuro político de Cataluña. El presente artículo se propone iniciar una reflexión historiográfica pausada sobre Solé Tura, partiendo del análisis de su práctica y pensamiento políticos juveniles. Por un lado, pues, estudia su militancia en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), por la cual tuvo que exiliarse a Francia y Rumanía y que acabó con su expulsión del partido en 1964. Por el otro, analiza sus escritos para demostrar que Catalanisme i revolució burgesa se basó claramente en ideas y conceptos que Solé elaboró y manejó en el periodo 1956-1964.
Palabras clave: Jordi Solé Tura; PSUC; PCE; franquismo; cuestión nacional catalana.
ABSTRACT
Almost ten years after his death, the politician and intellectual Jordi Solé Tura remains very much present in the current Catalan political debate. This is, above all, due to his book Catalanisme i revolució burguesa (1967), the theses of which are often cited in a simplified or distorted manner to confirm or reject positions on the political future of Catalonia. This article proposes a detailed historiographical approach to Solé Tura, based on his early political practice and thought. Thus, on one hand, it studies his affiliation to the Unified Socialist Party of Catalonia (Partit Socialista Unificat de Catalunya), which led to his exile in France and Romania and which ended with his expulsion from the party in 1964. On the other hand, it analyses his writings to demonstrate that Catalanisme i revolució burgesa was clearly based on ideas and concepts developed by Solé between 1956 and 1964.
Keywords: Jordi Solé Tura; PSUC; PCE; francoism; catalan national question.
Si es cierto que el periodismo es el primer borrador de la Historia, entonces los historiadores del mañana que analicen el proceso soberanista que hoy vive la sociedad catalana constatarán, en el debate mediático-político actual, la apelación continua a personajes del pasado para corroborar o refutar opiniones sobre el futuro de Cataluña. Y en este uso político de la Historia, una posición de relieve la tiene malgré lui Jordi Solé Tura (1930-2009): una figura cuyo legado sigue suscitando polémicas y que, para un sector partidario de la independencia de Cataluña, se ha convertido en una suerte de arma dialéctica con la que batallar en la escena política. Me explico. Quien, por ejemplo, busque en Google las palabras «soleturismo» y «soleturisme» notará que son usadas como sinónimos de españolismo o de —para emplear las palabras de un líder de la izquierda soberanista que hacen referencia al libro de Solé Catalanisme i revolució burguesa— «caracterización-ridiculización-reducción de la cuestión nacional catalana a un mero invento de la burguesía»[2]. O, si se prefiere citar al político catalán más influyente de las últimas cuatro décadas, la idea según la cual Solé Tura fue, junto al historiador Antoni Jutglar, quien sostenía que «el catalanismo era una invención de la burguesía y, el catalán, el idioma de esta burguesía»[3]. Se trata, la verdad, de juicios en buena parte equivocados y que no dan cuenta de las ideas de un intelectual que defendió el autogobierno de Cataluña en los años de la dictadura franquista, que siempre meditó acerca de la plurinacionalidad de España y escribió una parte notable de su obra en catalán.
En todo caso, estos son solamente dos ejemplos de entre los muchos que podría mencionar aquí. Y que nos indican que ha llegado el momento de alejarnos de las polémicas presentistas y de ayudar, a quien quiera hacerlo, a pensar la vida y la obra de Solé Tura con pulcritud histórica y mediante un análisis de las fuentes de archivo, en su gran mayoría inéditas, que le conciernen. El objetivo de este ensayo es, pues, iniciar una reflexión sobre un personaje tan importante como poco atendido por los historiadores. Y de hacerla partiendo de su etapa juvenil, que aquí extenderé hasta 1964, cuando Solé fue expulsado del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) y volvió a reconstruirse una vida después de cinco años de exilio. Una etapa que, al mismo tiempo, nos permitirá encuadrar la historia y el auténtico entramado teórico de Catalanisme i revolució burgesa. Porque —y esta es una de las conclusiones que quiero adelantar ya— su célebre libro de 1967 no puede entenderse correctamente sin conocer sus años juveniles. En definitiva, además de trazar una silueta histórica del joven Solé, me propongo ilustrar cómo este veía entonces la cuestión nacional catalana (y digo entonces porque, a partir de su reingreso en el PSUC en 1974, Solé modificará y, ciertamente, moderará su pensamiento sobre esta cuestión). Y de paso, sugerirle al lector las claves para entender por qué las tesis de aquel libro son, con tanta frecuencia, simplificadas y/o caricaturizadas.
La trayectoria política de Jordi Solé Tura comenzó en otoño de 1956, poco después
de que el PSUC aprobara, en su primer congreso celebrado en París en el mes de agosto,
la nueva política de reconciliación nacional Sobre el I Congreso del PSUC de 1956 y la política de reconciliación nacional: Cebrián
( Cebrián, C. (1997). Estimat PSUC. Barcelona: Empúries.
Molinero, C. e Ysàs, P. (2010). Els anys del PSUC. El partit de l’antifranquisme (1956-1981). Barcelona: L’Avenç.
Molinero, C. e Ysàs, P. (2016). De la hegemonía a la autodestrucción. El Partido Comunista de España (1956-1982).
Barcelona: Crítica.
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
Me refiero a los seis diarios personales y a una docena de escritos políticos breves
conservados en el Archivo Histórico de Mollet del Vallès (en adelante, AHMV), Fondo
Jordi Solé Tura (en adelante, FJST), archivador 14. Solé los utilizó para redactar
sus memorias.
Solé recordaría muchos años después que él entró en el PSUC justo cuando, por iniciativa
de Octavi Pellissa, se formó la primera célula estudiantil del partido en noviembre
de 1956 Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
Archivo Histórico del Partido Comunista de España (en adelante, AHPCE), Fondo PSUC
(en adelante, PSUC), jacq. 975, «Informe sobre la situación del grupo universitario»,
septiembre de 1957. Y también García y Rom ( García, J. M. y Rom, M. (2001). Joaquín Jordá. Barcelona: Col·legi d’Enginyers de Catalunya.
Como activista de base, Solé participó en la huelga de tranvías de Barcelona de enero
de 1957 y en los Hechos del Paraninfo de febrero del mismo año, donde un nutrido grupo
de estudiantes reclamó en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona la supresión
del Sindicato Español Universitario (SEU), el restablecimiento de las libertades políticas
y la creación de asociaciones libres de estudiantes Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
Coll, M. y Puig, J. (2008). La vaga d’usuaris de tramvies de Barcelona de 1957. Vic: Eumo Editorial.
Coll, M. (2017). Al Paranimf! La primera revolta estudiantil. Barcelona: Base.
Su ascenso como militante se debió a la detención en enero de 1957 de Octavi Pellissa,
que hasta entonces había sido el factótum del partido en la universidad. Es por ello
por lo que, en el marco de una profunda reforma del Comité Universitario del PSUC
ejecutada en septiembre de 1957, fue nombrado responsable del grupo universitario AHPCE, PSUC, jacq. 975, «Informe sobre la situación del grupo universitario», septiembre
de 1957.
AHPCE, PSUC, jacq 932, «Informe de Francisco» (Miguel Núñez), 7/3/1958.
Este juicio estaba más que justificado. Bajo la guía de Solé, el Comité Universitario
fue el único sector del partido que aguantó las numerosas detenciones que azotaron
al resto de la organización en los años 1957-1959 y que hasta reclutó a nuevos activistas Sobre las detenciones que golpearon al PSUC en 1957-1959, véase Lardín ( Lardín, A. (2007). Obrers comunistes. El PSUC a les empreses catalanes durant el primer franquisme (1939-1959).
Valls: Cossitània.
Aún más interesante es la estrategia que Solé diseñó y comunicó tanto en los informes
que firmó con los sobrenombres de «Mateu» y «Caralt» como en los informes colectivos
que el Comité Universitario envió a la dirección de París. Dicha estrategia debía
desarrollarse según dos líneas de trabajo. Por lo pronto, en un «trabajo legal» que
se articularía en actividades como la fundación de revistas culturales, la organización
de charlas y seminarios extraacadémicos, la participación en ciclos teatrales y en
lecturas poéticas, etc. Pero sobre todo en un «trabajo clandestino» que se concretaría
de la siguiente manera: «Trabajo clandestino: impulsar, organizar, colaborar en grupos
antifranquistas, procurando aplicar la política de Reconciliación Nacional a la escala
universitaria, agrupando, uniendo, aprovechando los grupos universitarios “puros”
y los de clara tendencia política, orientándolos hacia la creación de un único grupo,
esqueleto de un futuro sindicato» AHPCE, PSUC, jacq. 910, «Trabajos y actividades que pueden desarrollarse en la Universidad»,
diciembre de 1957.
El PSUC mantendría esta doble acción hasta después de la formación del Sindicato Democrático
de Estudiantes de Barcelona en 1966. No obstante, en una fase en que el movimiento
estudiantil aún estaba en ciernes y la hostilidad de las autoridades académicas hacia
las iniciativas legales de los estudiantes seguía siendo palpable, la acción del PSUC
fue más intensa en el trabajo clandestino. Solé mantuvo reuniones con todos los grupos
políticos estudiantiles y fue el representante del PSUC en las discusiones que llevaron
a la formación del Comité de Coordinación Universitario, un órgano de enlace formado
por los estudiantes comunistas, los del Moviment Socialista de Catalunya y los activistas
de la Nova Esquerra Universitària AHPCE, PSUC, jacq. 903, «Carta e información de Mateu», octubre de 1957; jacq. 925,
«Informació de Mateu», enero de 1958.
AHPCE, PSUC, jacq. 985, «Carta de Caralt», 28/3/1958. AHPCE, PSUC, jacq. 991, «Carta de Caralt», 27/4/1958. AHPCE, PSUC, jacq. 996, «Carta de Caralt», sin fecha (pero mediados de mayo de 1958).
En catalán en el original.
Seguramente con la intención de tranquilizarle y disipar sus dudas, el partido le
invitó a ir a París para participar en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista
de España (PCE) de agosto de 1958, donde fue aleccionado por los dirigentes del PSUC
acerca del supuesto éxito de la jornada fuera de Barcelona y en el que al final Solé
presentó una intervención sobre la JRN moderadamente triunfalista AHPCE, Documentos PCE, Pleno del Comité Central del PCE de agosto de 1958, intervención
de Caralt, pp. 211-218.
AHPCE, Documentos PCE, Actas del VI Congreso del PCE de 1959, intervención de Caralt,
pp. 278-287.
Con todo, la militancia política no agota la explicación del Jordi Solé Tura universitario.
Pese al ritmo endiablado de la clandestinidad, este concluyó brillantemente sus estudios,
hasta el punto de ganar el premio extraordinario de fin de carrera de 1958 para la
Facultad de Derecho «Apertura del curso académico en la Universidad de Barcelona», La Vanguardia, 11-10-1958.
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
AHMV, FJST, archivador 1, «Seminario de Derecho Político 2º. Curso 1958-1959».
Efectivamente, en 1959 Solé Tura reunió, a través de lecturas y de escritos propios,
todas las piezas conceptuales que conformarían su tesis doctoral sobre el pensamiento
de Enric Prat de la Riba, discutida en la Universidad de Barcelona en 1966 y convertida,
un año después, en el libro Catalanisme i revolució burgesa: la síntesi de Prat de la Riba. Hablamos, pues, de su reflexión sobre la cuestión nacional catalana, un tema que para
el PSUC había sido fuertemente polémico, en tanto que sobre el análisis de la realidad
nacional de Cataluña, y el grado de independencia del PSUC del PCE, se consumió la
pugna interna que desembocó en la expulsión en 1949 de Joan Comorera, histórico líder
de la organización, y en una fuerte unión programática y funcional del partido comunista
catalán con el PCE La mejor reconstrucción de esta pugna sigue siendo la de Caminal ( Caminal, M. (1985). Joan Comorera. Comunisme i nacionalisme (1939-1958). Barcelona: Empúries.
El primero nació de un compromiso editorial. En 1958, Solé recibió la propuesta de
redactar una «síntesis del pensamiento político catalán» en la Edad Contemporánea
para la obra colectiva Un segle de vida catalana, dirigida por el historiador Ferran Soldevila y publicada por la editorial Alcides
en 1961. Aunque Solé discutió y firmó el texto junto a su compañero de militancia
Francesc Vallverdú, los apuntes de trabajo conservados en su archivo apuntan a que,
excepto las primeras páginas sobre el inicio del siglo xix, el resto del ensayo, de 31 páginas mecanografiadas, lo escribió él Materiales consultables en AHMV, FJST, archivador 1.
El texto trazaba una cartografía del pensamiento político en Cataluña que tenía en
la Primera República un claro punto de inflexión. Antes de la experiencia republicana,
los intelectuales y políticos catalanes de todas las tendencias compartieron el objetivo
de insertar a Cataluña en un proyecto español integral y consensuado a partir de la
Guerra de Independencia. El ejemplo más evidente de esto era Jaume Balmes, según quien
Cataluña, tierra más industrializada y mejor conectada con Europa que las otras regiones
españolas, debía conquistar el poder político en Madrid, modernizar el Estado y asegurarse,
a través de planes de formación escolar adecuados y oportunas políticas proteccionistas,
un ulterior desarrollo de su tejido industrial. Este también era el caso de Francisco
Pi i Margall, cuyo federalismo fue el intento más serio para españolizar Cataluña
desde la diversidad histórica y socioeconómica de las tierras de España y sobre una
unión pactada entre sus poblaciones. El fracaso de la Primera República, vista como
la gran oportunidad para las élites económicas y políticas catalanas de entrar en
los aparatos de poder del Estado, determinó en Cataluña el inicio de un repliegue
identitario que se manifestó en la «regionalización» del federalismo pimargalliano
que propuso el progresista Valentí Almirall, es decir, en la idea de un «catalanismo»
político que —en nombre de una fuerte conciencia de la singularidad histórica, lingüística
y cultural de Cataluña— tenía que «impulsar la idea federal desde la periferia, crear
una agrupación de intereses y aspiraciones políticos de base exclusivamente catalanista
y entrar en lucha con una táctica de signo esencialmente oportunista» Soldevila ( Soldevila, F. (dir.) (1961). Un segle de vida catalana (1814-1930). Barcelona: Alcides.
Pero dicho repliegue afectó también al mundo conservador: se podía notar, verbigracia, en el reputado periodista Joan Mañé y Flaquer, que propuso la reinstauración de antiguas instituciones y costumbres catalanas; en Josep Torras i Bages y Fèlix Sardà, cuyas obras reivindicaron un regionalismo basado en el catolicismo y en una oposición al liberalismo que recordaban al carlismo; y en las iniciativas catalanistas del grupo de la revista literaria La Renaixença (Àngel Guimerà, Pere Aldavert, Josep Coroleu, Narcís Roca, Ramon Picó, etc.).
Todas estas corrientes, por sí solas, no podían haber puesto en entredicho el sistema
de la Restauración en Cataluña de no haber sido por la aparición del nacionalista
Enric Prat de la Riba. Fue él quien supo reunir todas las tendencias del pensamiento
conservador, federalista y tradicionalista que hemos visto más arriba en una síntesis
política tan eficaz como original: «Con Prat de la Riba (1870-1917) se hace realidad
esta coherencia doctrinal. En él confluyen las tendencias más o menos explícitas del
catalanismo anterior: la concepción de un Almirall se llena —cosa que el mismo Almirall
ya había intentado— con el calor sentimental de la Renaixença y con la visión tradicional
y agreste de la sociedad catalana propia del carlismo» Ibid.: 1171.
El líder nacionalista supo formular un ideario en el que la innovación económica industrial
convivía con el conservadurismo político, y en el que una visión organicista y romántica
de la nación catalana se cohonestaba con el ideal imperialista de una España que,
guiada por su parte más dinámica y avanzada (la catalana, por supuesto), intervendría
en la geopolítica mundial en paridad de condiciones con las otras potencias de Europa.
En conclusión, la genialidad de Prat consistió en dosificar, con pericia política,
la tradición y la modernidad en un programa que permitió «a las clases económicas
catalanas la lucha contra una estructura estatal que, sobre todo después de la guerra
con los Estados Unidos, no se identifica con las tendencias de aquellas. La burguesía
catalana encuentra en el nacionalismo catalán la gran arma de combate» Ibid.: 1172.
Años más tarde, Solé afirmaría que, al redactar este ensayo, le surgió la idea de
dedicar su tesis doctoral a Prat de la Riba, y por ende de escribir Catalanisme i revolució burgesa
En resumen, el ensayo de 1959 delineaba nítidamente el esquema interpretativo del
libro de 1967 a través de una genealogía politológica del concepto de «catalanismo».
Lo que ahora le faltaba a Solé era la contextualización histórica y socioeconómica
de la Cataluña del siglo xix dentro de la cual ubicar a los intelectuales y políticos que él ya había analizado.
Y en esto le ayudó en 1959 el PSUC al dar a conocer entre la militancia la primera
versión de El problema nacional català La primera versión de El problema nacional català, fechada en 1959 y difundida en la organización del PSUC en la primavera de ese año,
es consultable en el archivo del Centro de Estudios Históricos Internacionales de
la Universidad de Barcelona. Sobre el proceso de elaboración del libro, véase Pala
( Pala, G. (2016). Cultura clandestina. Los intelectuales del PSUC bajo el franquismo. Granada: Comares.
Aquí me fijaré sobre todo en la primera parte de El problema nacional català, que termina con la consolidación del nacionalismo catalán a principios del siglo xx. Dejando ahora de lado las partes dedicadas a la Edad Media y a los siglos xvi-xvii, lo interesante es la interpretación que presenta el libro de la historia de Cataluña a partir de la promulgación del Decreto de Nueva Planta tras el final de la Guerra de Sucesión. Si bien la derrota militar de los austriacistas de Cataluña conllevó el final de los fueros y constituciones catalanas y la imposición a los vencidos de la autoridad del Consejo de Castilla, también es cierto que supuso la abolición de las aduanas internas y la entrada de los comerciantes catalanes en los mercados español y colonial, lo que inauguró en Cataluña una época de intensa acumulación capitalista. De modo que, en el siglo xviii y la primera mitad del xix, fue formándose una clase social bien imbricada en las redes comerciales del reino y cada vez más volcada en la producción industrial; un segmento social consciente de su papel en la sociedad y que, sobre todo durante y después de la Guerra de Independencia, empezó a sentirse totalmente español y a españolizar política y culturalmente a Cataluña.
El PSUC creía que esta burguesía, tras haberse convertido en el sujeto protagonista
de una Cataluña productora de manufacturas y mucho más adelantada económicamente que
una Castilla escasamente industrializada y cuya nobleza terrateniente detenía el control
de la maquinaria del Estado, tenía la misión de realizar la «revolución burguesa»
en España. Por este concepto se entendía la idea según la cual esta nueva burguesía
implantaría plenamente el capitalismo —lo que suponía eliminar los residuos feudales
o semifeudales presentes en el país—, apuntalando tamaña operación con el establecimiento
de regímenes políticos que consolidaran su hegemonía sociopolítica en la sociedad.
Para decirlo rápido: revolución burguesa era, tal y como creyó Karl Marx, lo que hicieron
las vanguardias burguesas de Francia a partir de 1789
Ello se debió principalmente a dos motivos. Por lo pronto porque, en vez de propugnar
una reforma agraria avanzada y liberal, aceptó la desamortización de Mendizábal, la
cual si por un lado extendió la explotación capitalista en el campo catalán, por el
otro consolidó el poder de los terratenientes en el resto del Estado. Por consiguiente,
«la desamortización acentuó la diferencia entre la estructura económica catalana y
la del resto de España» PSUC ( PSUC (1961). El problema nacional català. Iª part: antecedents històrics [s.l.]: Edicions Horitzons.
Pero sobre todo porque la burguesía catalana nunca tuvo el coraje de enfrentarse de
verdad con la aristocracia terrateniente que dominaba en Madrid. Ni tan siquiera lo
hizo durante el Sexenio Revolucionario, que la burguesía catalana apoyó pero del que
finalmente se alejó por miedo a las consignas sociales de las fuerzas situadas a su
izquierda. Debido a lo cual saludó la Restauración como un nuevo orden con el que
llegar a un compromiso político y obtener ventajas económicas, mediante «tarifas proteccionistas,
para la explotación de los mercados españoles y coloniales» Ibid.: 70.
Mientras España dispuso de las colonias, la burguesía catalana siguió alineada con
el bloque de poder dominante en Madrid e hizo oídos sordos a los mensajes que le lanzaban
los primeros movimientos catalanistas que surgieron después de la Primera República.
Pero el desastre colonial de 1898 lo cambió todo. La pérdida de los mercados de ultramar
empujó a la burguesía catalana a concentrarse en un mercado interno que, ahora ya
necesariamente, tenía que ser ampliado y mejorado. De ahí que su acción entrara en
contradicción con una aristocracia terrateniente cuyo ejercicio del poder centralizado
y burocratizado «frenaba la ampliación del mercado español, el desarrollo de las fuerzas
productivas y la extensión de las relaciones de producción capitalistas» Id. Ibid.: 71.
Monreal ( Monreal, A. (1984). El pensamiento político de Joaquín Maurín. Barcelona: Península.
Pala, G. (2016). Cultura clandestina. Los intelectuales del PSUC bajo el franquismo. Granada: Comares.
Solé Tura, J. (2017). Catalanisme i revolució burgesa. La síntesi de Prat de la Riba. Vilassar de Dalt: El Viejo Topo.
Resumiendo, para el PSUC el catalanismo era un movimiento político de origen burgués
e instrumental a los intereses de clase de una burguesía incapaz de cumplir con su
cometido revolucionario. Vamos, el producto de un fracaso. Este es el marco histórico
que Solé Tura utilizaría en el capítulo 1 y en las conclusiones de Catalanisme i revolució burguesa. Y que explicitó desde la primera línea del libro: «La historia del nacionalismo catalán
es la historia de una revolución burguesa frustrada» Solé Tura ( Solé Tura, J. (1967). Catalanisme i revolució burgesa. La síntesi de Prat de la Riba. Barcelona: Edicions 62.
Para Solé, 1959 fue un año fundamental para articular su interpretación del hecho
nacional catalán también porque se estrenó como escritor político con dos largos ensayos,
que sin embargo han de leerse como un único texto, publicados en Quaderns de cultura catalana, es decir, la primera revista del Comité de Intelectuales de Barcelona que sería sustituida
en 1960 por Nous Horitzons Sobre esta primera revista cultural del PSUC, véase Pala ( Pala, G. (2011). Marxisme i cultura catalana. Nota sobre els «Quaderns de cultura
catalana» (1959-1960). Els Marges, 93, 32-46.
Mateu Oriol (Jordi Solé Tura), «El moment actual del catalanisme polític», Quaderns de cultura catalana, 3, noviembre de 1959, p. 2. En catalán en el original.
Para explicar las ideas clave de Solé sobre la cuestión nacional catalana, son dos
los conceptos que hay que destacar de estos textos. El primero es que el PSUC entonces
no se definía como un partido «catalanista», sino «nacional» (catalán). Porque el
catalanismo había sido un movimiento político que había caído en el error de pensar
que se pudiera llegar a la «emancipación nacional de Cataluña» —sintagma que, en el
lenguaje del PSUC, expresaba la posibilidad de que la sociedad catalana desarrollara
su cultura propia y decidiera libremente su destino político— a través de políticas
conservadoras o reformistas que no aspirasen a salir del marco capitalista Sobre el PSUC de la época como partido «nacional» y no «catalanista», véase Pala ( Pala, G. (2017). El PSUC davant la qüestió nacional (1948-1980). En J. Puigsech y
G. Pala (ed.). Les mans del PSUC. Militància (pp. 202-221). Barcelona: Memorial Democràtic de Catalunya.
Resumiendo, la lucha obrera y campesina es, teórica y prácticamente, una lucha por
la emancipación social y lo es en todo momento, en toda ocasión, general o particular.
Su emancipación es condición indispensable para la emancipación nacional del pueblo
catalán. Es por esto por lo que el PSU, partido profundamente nacional, no es un partido
«catalanista», porque el catalanismo político, si bien objetivamente progresivo en
la lucha actual por la democracia, es en sí mismo una forma de parcializar la lucha
en pro de la emancipación nacional de Cataluña, en tanto que la generalización de
sus instancias ideológicas topa con el obstáculo de insoslayables representaciones
de clase. El catalanismo político es, pues, la forma básica de expresión ideológica
y de lucha política de la mediana y pequeña burguesía catalana Mateu Oriol (Jordi Solé Tura), «El moment actual del catalanisme politic», Quaderns de cultura catalana, 3, noviembre de 1959, p. 5. En catalán en el original..
Para Solé, un desenlace positivo y definitivo al problema nacional de Cataluña vendría
del cumplimiento de estas tres condiciones: 1) solución del problema español sobre
la base de una democracia auténtica que, «dirigida por el proletariado, asegure la
desaparición de las diferencias y antagonismos de clase» Mateu Oriol, «Consideracions sobre el catalanisme», Quaderns de cultura catalana, núm. 1, sin fecha (pero abril o mayo de 1959), p. 13. En catalán en el original.
Id.
Huelga decir que el remarcar estas tres condiciones equivalía a afirmar —y este es
el segundo punto que quería destacar de estos dos ensayos— que solo después de la
implantación del socialismo se podía solucionar el problema catalán. No antes. Razón
por la cual «las perspectivas del catalanismo que no se fundamenten en estos principios
son únicamente válidas a corto plazo, y siempre y cuando se integre en la corriente
de lucha general contra el franquismo, por la democracia». Pero, añadía Solé, «la
etapa posterior al derrocamiento del franquismo sólo podrá hacerse sobre la base de
la lucha general del proletariado por una democracia socialista» Id. Jordi Serrano, «El fantasma del soleturisme», Diari de Girona, 15-4-2017. Consultable en:
Solé Tura, J. (2017). Catalanisme i revolució burgesa. La síntesi de Prat de la Riba. Vilassar de Dalt: El Viejo Topo.
Desde luego, hoy vemos que esta idea estaba viciada por un evidente teleologismo. Es decir, por una lógica según la cual, de fracaso en fracaso de la burguesía, la Historia avanzaría por una línea de progreso que tendría su punto final en la victoria política del proletariado. Pero esta era la idea en la que Solé Tura creía en aquel tiempo. Y que, expuesta de forma críptica para esquivar la censura pero entendible para aquellos —y eran muchos— que habían seguido la trayectoria de Solé, cerraría Catalanisme i revolució burgesa:
Es imposible no sentirse afectado por la actualidad de las protestas de Prat y sus
predecesores contra los déficits de un Estado burocrático y oligárquico. Nada ni nadie
puede prescindir de su aportación renovadora a la arcaica vida de nuestro país. Un
esfuerzo auténtico en esta segunda mitad del siglo xx tendrá que integrar algunos de estos elementos, pero no por afán de homenaje a la
autoridad sino por una radical comprensión del presente. Ya que, en definitiva, la
clase social que en nuestra época puede acaudillar un verdadero movimiento renovador
ya no es aquella burguesía que Prat de la Riba supo interpretar con tanta exactitud
A tenor de lo dicho, considero importante remarcar dos conclusiones acerca de Catalanisme i revolució burgesa. La primera es que, pese a haber sido publicado después de la expulsión de su autor
del PSUC, el libro se enmarcaba plenamente en la visión que los comunistas catalanes
pregonaban en los años sesenta acerca del pasado y presente de la cuestión nacional
catalana, aunque, eso sí, la enriquecía y la completaba con un estudio de las ideas
de los principales intelectuales catalanes e ideólogos catalanistas del siglo xix del que carecía El problema nacional catalán. La segunda es que, visto desde la óptica nacionalista, había sólidos motivos para
rechazar el libro de Solé Una excelente panorámica de estas críticas en Amat ( Amat, J. (2014). El llarg procés. Cultura i política a la Catalunya contemporània (1937-2014). Barcelona: Tusquets.
La vida de Solé Tura cambió a raíz de su participación en el VI Congreso del PCE,
celebrado —como ya he dicho— en Praga en la Navidad de 1959. Años antes, la Policía
española había conseguido infiltrar en el PCE navarro a un informador que, al final,
fue elegido como delegado para el congreso de Praga. De regreso a España, y con las
informaciones sobre el congreso obtenidas por el infiltrado, la Policía realizó varias
detenciones que obligaron a un buen número de militantes de todo el país a exiliarse Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
El PSUC, pues, desconocía la situación de Solé. Hoy sabemos que la Policía no tenía
información que comprometiera su seguridad. Pero esto Solé lo descubrirá cuando vuelva
del exilio. En ese momento, la dirección del partido consideró imprudente que volviera
a Barcelona AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Gerard (G. López Raimundo) a Josep Moix», 9/4/1960. Id. Salieron cuatro números de la revista con el nombre de Horitzons. Tras el cambio de nombre (Nous Horitzons) realizado en 1962 por un contratiempo burocrático en México, donde se editaba la
revista, el partido volvió a iniciar la numeración. Usaré aquí, pues, la abreviación
H para indicar los números de Horitzons y NH, para los de Nous Horitzons.
En sus apuntes de la primera reunión de la redacción celebrada el 21 de julio de 1960,
el también exiliado Francesc Vicens puntualizó que la revista fue aprobada por todos
pero «sin demasiado entusiasmo por parte de Fabra» Archivo Personal de Francesc Vicens (en adelante, APFV), carpetas Nous Horitzons (en
adelante, NH), acta de la reunión de la redacción de NH de 21/7/1960.
APFV, NH, actas de las reuniones de la redacción de NH de 16/5/1961 y 23/6/1961.
Además de la crítica literaria, son dos los temas que más preocuparon al joven intelectual
exiliado. El primero, que enlazaba con su militancia inicial en el PSUC, es el del
movimiento estudiantil democrático, que describió en dos largos artículos publicados
en Nous Horitzons. En uno desglosó −apoyándose en la lectura de las revistas universitarias barcelonesas
Atrio, Forja y Okrion— tanto las actitudes hacia el régimen como las corrientes ideológicas de los estudiantes
de la Universidad de Barcelona Albert Prats (Jordi Solé Tura), «Els corrents ideològics entre els universitaris catalans»,
H, núm. 1, 1960, pp. 13-23.
Albert Prats, «La lluita política antifranquista a la Universitat de Barcelona», H, núm. 3, 1961, pp. 10-15.
El segundo tema es, de nuevo, la crítica política al nacionalismo catalán. De entrada,
Solé dirigió su vis polémica hacia Carles Cardó, uno de los grandes referentes del
nacionalismo conservador y autor de una obra, Histoire spirituelle des Espagnes (1946), que a su parecer revelaba una concepción corporativa y jerarquizada de la
sociedad catalana Mateu Oriol, «Carles Cardó i la qüestió nacional», H, núm. 2, 1961, pp. 6-13.
Pero su escrito más ambicioso es uno en que criticó el europeísmo del nacionalismo
catalán. En las memorias de 1999, escritas cuando Solé se profesaba un ferviente europeísta,
es palmaria la incomodidad a la hora de citar sus ideas juveniles acerca de esta cuestión,
limitándose a decir que era «lo que decían entonces casi todos los comunistas de Europa
y yo no fui una excepción» AHMV, FJST, archivador 1, Jordi Solé Tura, «Notes critiques sobre l’europeisme», septiembre
de 1959.
Mateu Oriol, «Europeisme i nacionalisme. I. La base econòmica i política», H, núm. 4, 1961, pp. 12-18.
Mateu Oriol, «Europeisme i nacionalisme. II. Nacionalisme burgés i europeisme a Catalunya»,
NH, núm. 1, 1962, pp. 4-10.
Como vemos, Solé nunca escondió su voluntad de dar batalla al nacionalismo catalán
conservador para disputarle el liderazgo del movimiento de reivindicación nacional
catalán. Estos artículos, leídos y discutidos en una Barcelona cuyos intelectuales
antifranquistas recibían todos Nous Horitzons Sobre la difusión de la revista, véase: APFV, carpeta «Distribució Nous Horitzons».
«Per què HORITZONS redueix la seva visió de Catalunya al territori de les ‘cuatro
provincias’?», H, núm. 3, 1961, p. 59. En catalán en el original.
Arxiu Nacional de Catalunya, Fondo PSUC, núm. 717, «A propòsit de “Nosaltres els valencians”.
De Mateu Oriol», 1964.
Alberto Prats, «Los veinticinco años del P.S.U. de Cataluña», Nuestras Ideas, núm. 12, 1961, pp. 95-102.
Por último, se puede notar en el Solé Tura de aquellos años una convencida adhesión
al modelo soviético. Como escribió en un artículo que celebraba el viaje al espacio
de Yuri Gagarin, cuarenta años de poder de la clase obrera habían convertido a la
URSS en el país «más democrático y avanzado, en el país de más alta población escolar
y universitaria, en la primera potencia del mundo en el campo científico y técnico,
en el país de desarrollo económico más impetuoso y uniforme, en el país que dentro
de poco tendrá el nivel de vida más elevado del mundo» Mateu Oriol, «Cosmonàutica i humanisme», NH, núm. 3, 1961, p. 48. En catalán en el original.
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
Mateu Oriol, «El 90 aniversari del naixement de Lenin», Treball, núm. 213, abril de 1960, pp. 3-4; Id., «Per què no s’ha celebrat la Conferència dels
Quatre?», Treball, núm. 215, junio de 1960, p. 2; Id., «La significació històrica de la Revolució Socialista
d’Octubre», Treball, núm. 219, noviembre de 1960, p. 4. Sobre la fuerte adhesión de todo el PCE/PSUC a
la política de Jruschov, véase Erice ( Erice, F. (2017). Militancia clandestina y represión. La dictadura franquista contra la subversión comunista
(1956-1963). Gijón: Trea.
Hacia septiembre de 1961, el Comité Ejecutivo del PSUC, insatisfecho con el nivel
de las emisiones en catalán de Radio España Independiente (REI), le planteó a Solé
la opción de trabajar como redactor y locutor en catalán y castellano en la famosa
radio del partido ubicada en Bucarest Galán ( Galán, L. (1988). Después de todo. Recuerdos de un periodista de la Pirenaica. Madrid: Anthropos.
Véanse las cartas de Solé enviadas los días 7/4/1962, 23/5/1962, 19/10/1962, 13/11/1962,
8/2/1963, 22/2/1963, 10/3/1963, 12/3/1963, 21/10/1963, conservadas en AHPCE, REI,
caja 165.
El problema era otro: la vida en Bucarest. Solé y su mujer descubrieron un país, Rumanía,
con una vida cultural gris y afligida por la censura, con una población que tenía
que soportar largas colas hasta para abastecerse de los productos básicos y una palpable
presencia de la Policía política en todos los ámbitos sociales. Y, lo que es peor,
constataron la neta separación entre la cúpula del poder, que disfrutaba de enormes
privilegios materiales, y el resto de la ciudadanía Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
La situación se precipitó cuando Francesc Vicens, en nombre del Ejecutivo, le envió
una carta en la que le reprochaba errores como el de reelaborar demasiado los textos
enviados desde Barcelona, de alterar las resoluciones del Ejecutivo y de anteponer
las emisiones en castellano a aquellas en catalán AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Ferran (Francesc Vicens) a Jordi», 9/4/1963. AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Fabra al C.E.», 2/6/1963. En catalán en el original. Id.
Puesto que REI era una estructura del PCE y no del PSUC, fue Santiago Carrillo quien
decidió que Solé volviera finalmente a Francia pese a la opinión contraria de López
Raimundo APFV, CE, «Gregorio sobre Fabra», 24/6/1963. APFV, CE, «Fabra sobre la estada a REI», 5/9/1963. AHPCE, Fondo PSUC, caja 55, «Carta de Gerard (G. López Raimundo) a Josep Moix», 23/9/1963.
En lo que se refiere a la relación entre la dirección del PSUC y Solé, la estancia
en Bucarest marcó un punto de inflexión negativo. En la primera dejó un poso de malhumor
evidente, hasta el punto de que dejó de ver a Solé como a uno de sus cuadros más prometedores.
Para una generación como la de la vieja Juventud Socialista Unificada, que a mediados
de los sesenta guiaba el partido y que se había forjado en situaciones de clandestinidad
durísimas, el joven no había dado la talla en un cargo nada arriesgado Este es un punto repetido por diferentes dirigentes del PSUC en las reuniones del
Ejecutivo de 8/9/1964, 10/9/1964, 4/11/1964 y 18/11/1964, cuyos contenidos se pueden
consultar en APFV, CE.
Es importante tener en cuenta estos sentimientos de desencanto que experimentó Solé después de trabajar en Bucarest, porque contribuyen a explicar su decisión de apoyar con tanto ahínco las tesis críticas de Claudín y Semprún y, finalmente, de romper con el partido. Dicho con otras palabras, y como se verá con más claridad unas páginas más adelante, la ruptura con el PSUC no se debió solamente a una divergencia ideológica, sino también a sus fuertes dudas sobre determinados comportamientos y métodos de discusión que aún persistían en el partido y que, tras los años de REI, Solé consideraba ya como definitivamente inaceptables.
La vuelta de Solé a París coincidió con el inicio de la agria discusión, dentro del
Comité Ejecutivo del PCE, alrededor de las tesis de los dirigentes comunistas Fernando
Claudín y Jorge Semprún. Puesto que la polémica ya ha sido objeto de diferentes estudios
—y aunque tuvo aspectos relacionados con el arte o las perspectivas del movimiento
comunista internacional—, me limitaré aquí a resumir su punto esencial, que tiene
que ver con la situación española Para un análisis exhaustivo de esta diatriba, que ciertamente tuvo múltiples factores,
remito al lector a Nieto ( Nieto, F. (2014). La aventura comunista de Jorge Semprún. Exilio, clandestinidad y ruptura. Barcelona: Tusquets.
Juliá, S. (2012). Camarada Javier Pradera. Barcelona: Galaxia Gutemberg.
Pala, G. (2010). Els dubtes de l’intel·lectual. La crisi Claudín-Semprún al PSUC (1964-1965).
Afers: fulls de recerca i pensament, 25, 463-478.
Al respecto, véase también González de Andrés ( González de Andrés, E. (2014). La economía franquista y su evolución. Los análisis económicos del Partido Comunista
de España. Madrid: Los Libros de la Catarata.
Igual que la mayoría de sus camaradas, Solé se enteró tarde de esta discusión. También
porque, en los primeros meses de 1964, se vio relegado a una suerte de limbo político
que no ocultó a sus excompañeros de REI. Si en enero se encontraba en un «inesperado
periodo de vacaciones», en febrero explicó que hacía «una vida de casi anacoreta»;
y el 6 de abril reconoció, algo alicaído, que su situación en el partido «sigue sin
definir» AHPCE, REI, cartas de «Fabra» de 14/1/1964, 28/2/1964, 6/4/1964. Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
Desde que pudo hablar con los dos críticos, Solé estuvo completamente de acuerdo con
sus tesis. En ello influyó seguramente la alta estima en que los tuvo desde que los
conoció en el Pleno del Comité Central del PCE de 1958 Ibid.: 135.
Ibid.: 135-137.
Aún no tenemos un estudio sistemático sobre la visión que tenía el PCE del PCI hasta
el punto de inflexión representado por la invasión soviética de Checoslovaquia de
1968. Pero tiene razón Morán ( Morán, G. (1986). Miseria y grandeza del Partido Comunista de España, 1939-1985. Barcelona: Planeta.
Nieto, F. (2014). La aventura comunista de Jorge Semprún. Exilio, clandestinidad y ruptura. Barcelona: Tusquets.
AHMV, FJST, archivador 1, Jordi Solé Tura, «Sobre la Promemòria de P. Togliatti»,
septiembre de 1964. Para un análisis del «Memorial de Yalta», es muy útil Spagnolo
( Spagnolo, C. (2016). Introducción al Memorial de Yalta. Nuestra historia, 2, 142-144. Disponible en: https://bit.ly/2V5ImvK.
Sassoon, D. (1980). Togliatti e la via italiana al socialismo. Il PCI dal 1944 al 1964. Torino: Einaudi.
Eley, G. (2003). Un mundo que ganar. Historia de la izquierda en Europa, 1850-2000. Barcelona: Crítica.
Pero, para acabar de entender la posición de Solé Tura, más importante todavía fue
el disgusto que le causó el mitin de Carrillo en Stains, que le empujó a abrazar las
causas de los dos opositores internos con más intensidad que otros. Y su rechazo a
los métodos autoritarios y estalinistas, que ya interiorizó en Bucarest y que notaba
ahora en la práctica de muchos de sus compañeros de París, desembocaron en una ruptura
política, pero también emocional, con el partido. Para él, la crisis claudinista fue,
a la vez, la clásica gota que colmó el vaso y la ocasión que se le deparaba para salir
del PSUC. Porque Solé sabía que, manteniéndose firme en sus posiciones, habría acabado
fuera de la organización. Y no hizo nada por evitar el choque con la dirección. Todo
lo contrario. La documentación de archivo nos revela que él aceleró la confrontación
con el partido con vistas a ser expulsado y volver cuanto antes a Barcelona para,
como dijo en una carta de septiembre de 1964 publicada por primera vez por Gregorio
Morán, «rehacer mi vida profesional» Morán ( Morán, G. (1986). Miseria y grandeza del Partido Comunista de España, 1939-1985. Barcelona: Planeta.
Id. AHPCE, Divergencias, caja 111, «Carta de Fabra a Josefina López», 14/9/1964.
Y lo que tenía que decir, lo dijo en un largo informe escrito en agosto en que —estoy
de acuerdo con Felipe Nieto— presentaba un razonamiento que coincidía con el análisis
de Claudín, pero que era explicitado de «modo personal» AHPCE, Divergencias, caja 110, «Para los miembros del C.E. De Fabra», agosto de 1964.
De nada sirvió el intento que hizo en septiembre López Raimundo de convencerle para
abandonar lo que él llamaba «trabajo fraccional» y a «defender tus opiniones dentro
del Partido y someterte a las leyes de éste, que obligan a aceptar y a cumplir los
acuerdos tomados por mayoría» AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de G. López Raimundo a Fabra», 17/9/1964. AHPCE, Divergencias, caja 111, «Carta de Fabra a G. López Raimundo», 25/9/1964.
Y, puesto que el Ejecutivo tardaba en dar una respuesta, Solé decidió coger el toro
por los cuernos y enviar, el 14 de octubre, otra carta en que ponía a sus dirigentes
ante el hecho consumado: «Hace menos de diez días que comuniqué al camarada Azcárate
mi intención de regresar al país inmediatamente. El hecho de no haber sido convocado
ni haber recibido respuesta alguna me hace pensar que no tenéis objeciones a mi propósito.
Os comunico, por tanto, que dentro de uno o dos días emprendo el viaje al país» AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Fabra al C.E.», 14/10/1964.
El acto final de esta discusión fue un poco surrealista, ya que, en la segunda mitad
de octubre (probablemente el día 17), Solé fue convocado por sus dirigentes justo
el día en que tenía previsto coger el tren para ir a la frontera con España. Allí
se encontró a los miembros del PSUC residentes en París, quienes, preocupados por
el regreso a Barcelona de un militante que lo sabía todo acerca de la secretísima
REI, intentaron por última vez convencerle de que se quedara y se ofrecieron a buscarle
un trabajo en Francia. Pero Solé, tras asegurarles que no organizaría una escisión
claudinista en Cataluña ni traicionaría al partido en caso de ser interrogado por
la Policía, se despidió de ellos Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.
La resolución oficial del Ejecutivo, amén de justificar la expulsión de Solé por el
«grave acto de indisciplina [es decir, la vuelta no autorizada a Barcelona] que ponía
en peligro la seguridad del partido», transmitía la sensación de que se le consideraba
como una especie de desertor político AHPCE, Documentos PCE, carpeta 45, «Resolució del Comitè Executiu del PSU de Catalunya»,
4/11/1964.
AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Ángeles» (Leonor Bornao), 25/5/1965. AHPCE, PSUC, caja 56, «Cartas de Ricardo» (Manuel Sacristán), octubre de 1965 y 6/11/1965. AHPCE, PSUC, caja 59, «Carta de Saltor» (Miguel Núñez), 13/6/1970.
El objetivo de este ensayo era el de empezar una necesaria reflexión historiográfica sobre uno de los políticos e intelectuales más importantes en la vida española de la segunda mitad del siglo xx. Y de analizar la génesis y los objetivos de Catalanisme i revolució burgesa. En efecto, sería incorrecto ver el libro como una obra original que Solé Tura redactó después del exilio. Esta no se puede entender sin tener en cuenta su militancia en el PSUC en el periodo 1956-1964, es decir, obviando sus lecturas y escritos de aquellos años. De hecho, Catalanisme i revolució burgesa puede ser definida como la obra juvenil publicada por un hombre ya plenamente adulto. La obra, pues, que recogía materiales y conceptos que el autor elaboró y/o manejó en juventud y que —oportunamente desarrollados— ensambló con inteligencia en 1965-1966 para conformar un libro destinado a incidir en el debate político. Como espero haber demostrado en estas páginas, a partir de 1959 Solé ya tenía la estructura de la tesis-libro definida: tenía una interpretación histórico-politológica del concepto de catalanismo; disponía, gracias al libro El problema nacional català del PSUC, de un marco histórico nucleado en torno a la idea del fracaso de la burguesía catalana por no haber realizado la revolución burguesa; y tenía perfilada la idea de socialismo como movimiento superador de un catalanismo incapaz de llevar a buen puerto los objetivos que se había prefijado. En unos años en que las tesis doctorales solían ocupar intelectualmente a los investigadores durante más de un lustro, Solé pudo acabar la suya en tan solo dos años porque la única parte realmente original de su investigación fue un análisis filológico más pormenorizado del pensamiento de Prat.
Pero el estudio del joven Solé Tura nos explica también las críticas acaloradas que
recibió su libro de 1967. Porque el mundo nacionalista no atacó solamente un libro
que consideraba, con razón, peligroso para su objetivo de seguir liderando las aspiraciones
nacionales de Cataluña. Atacó también al intelectual que más criticó los planteamientos
y los referentes nacionalistas desde las publicaciones comunistas. Un trabajo que
no se le perdonó. Y que el PSUC no defendió por ser el fruto de un militante expulsado
en 1964. Solé, en definitiva, estaba solo, aunque no por ello menos determinado a
la hora dar batalla en la lucha de las ideas. Y, en todo caso, el éxito de ventas
del libro y los debates que generó le habían convertido en una figura de primer plano
en la escena cultural catalana. Como le dijo la editorial Edicions 62 en un catalán
expresivo y, a su manera, cariñoso que no necesita traducción: «Com triomfes, fill
de puta!» Billete sin fecha (pero de 1967) de Edicions 62 a Jordi Solé Tura conservado en AHMV,
FJST, archivador 1.
[1] |
Texto desarrollado en el marco del proyecto HAR2014-53498-P «Culturas políticas, movilización y violencia en España, 1930-1950», financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad. |
[2] |
David Fernández, «Esperando a Godot…», Viento sur (edición digital), 31-12-2014. Disponible en: https://bit.ly/2F0f0Zs. |
[3] |
Pujol ( Pujol, J. (2007). Memòries: història d’una convicció (19301-1980). Barcelona: Proa.2007): 189. A partir de ahora, cuando señale «en catalán en el original», se entenderá que la lengua original de la cita que reproduzco en este texto es el catalán. Y que la traducción al castellano es mía (como en este caso). |
[4] |
Sobre el I Congreso del PSUC de 1956 y la política de reconciliación nacional: Cebrián ( Cebrián, C. (1997). Estimat PSUC. Barcelona: Empúries.1997): 29-34; Molinero e Ysàs ( Molinero, C. e Ysàs, P. (2010). Els anys del PSUC. El partit de l’antifranquisme (1956-1981). Barcelona: L’Avenç.2010): 17-24, y Molinero e Ysàs ( Molinero, C. e Ysàs, P. (2016). De la hegemonía a la autodestrucción. El Partido Comunista de España (1956-1982). Barcelona: Crítica.2016): 17-26. |
[5] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 35-80. |
[6] |
Me refiero a los seis diarios personales y a una docena de escritos políticos breves conservados en el Archivo Histórico de Mollet del Vallès (en adelante, AHMV), Fondo Jordi Solé Tura (en adelante, FJST), archivador 14. Solé los utilizó para redactar sus memorias. |
[7] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 90-93. |
[8] |
Archivo Histórico del Partido Comunista de España (en adelante, AHPCE), Fondo PSUC (en adelante, PSUC), jacq. 975, «Informe sobre la situación del grupo universitario», septiembre de 1957. Y también García y Rom ( García, J. M. y Rom, M. (2001). Joaquín Jordá. Barcelona: Col·legi d’Enginyers de Catalunya.2001): 27-29. |
[9] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 93-96. Sobre la huelga de tranvías de 1957 y los Hechos del Paraninfo, véanse también Coll y Puig ( Coll, M. y Puig, J. (2008). La vaga d’usuaris de tramvies de Barcelona de 1957. Vic: Eumo Editorial.2008) y Coll ( Coll, M. (2017). Al Paranimf! La primera revolta estudiantil. Barcelona: Base.2017). |
[10] |
AHPCE, PSUC, jacq. 975, «Informe sobre la situación del grupo universitario», septiembre de 1957. |
[11] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 99. |
[12] |
AHPCE, PSUC, jacq 932, «Informe de Francisco» (Miguel Núñez), 7/3/1958. |
[13] |
Sobre las detenciones que golpearon al PSUC en 1957-1959, véase Lardín ( Lardín, A. (2007). Obrers comunistes. El PSUC a les empreses catalanes durant el primer franquisme (1939-1959). Valls: Cossitània.2007): 122-126. En cuanto al aumento de militantes en la universidad: AHPCE, PSUC, jacq. 921, «Carta de Andrés», enero de 1958; jacq. 925, «Informe de Mateu», enero de 1958. |
[14] |
AHPCE, PSUC, jacq. 910, «Trabajos y actividades que pueden desarrollarse en la Universidad», diciembre de 1957. |
[15] |
AHPCE, PSUC, jacq. 903, «Carta e información de Mateu», octubre de 1957; jacq. 925, «Informació de Mateu», enero de 1958. |
[16] |
Colomer ( Colomer, J. M. (1978). Els estudiants de Barcelona sota el franquisme. Barcelona: Curial.1978): 143-146. |
[17] |
Sánchez Rodríguez ( Sánchez Rodríguez, J. (2004). Teoría y práctica democrática en el PCE (1956-1982). Madrid: Fundación de Investigaciones Marxistas.2004): 57-59. |
[18] |
AHPCE, PSUC, jacq. 985, «Carta de Caralt», 28/3/1958. |
[19] |
AHPCE, PSUC, jacq. 991, «Carta de Caralt», 27/4/1958. |
[20] |
AHPCE, PSUC, jacq. 996, «Carta de Caralt», sin fecha (pero mediados de mayo de 1958). En catalán en el original. |
[21] |
AHPCE, Documentos PCE, Pleno del Comité Central del PCE de agosto de 1958, intervención de Caralt, pp. 211-218. |
[22] |
AHPCE, Documentos PCE, Actas del VI Congreso del PCE de 1959, intervención de Caralt, pp. 278-287. |
[23] |
«Apertura del curso académico en la Universidad de Barcelona», La Vanguardia, 11-10-1958. |
[24] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 102-103. |
[25] |
AHMV, FJST, archivador 1, «Seminario de Derecho Político 2º. Curso 1958-1959». |
[26] |
La mejor reconstrucción de esta pugna sigue siendo la de Caminal ( Caminal, M. (1985). Joan Comorera. Comunisme i nacionalisme (1939-1958). Barcelona: Empúries.1985): 247-285. |
[27] |
Materiales consultables en AHMV, FJST, archivador 1. |
[28] |
Soldevila ( Soldevila, F. (dir.) (1961). Un segle de vida catalana (1814-1930). Barcelona: Alcides.1961): 719. En catalán en el original. |
[29] |
Ibid.: 1171. |
[30] |
Ibid.: 1172. |
[31] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 130. |
[32] |
La primera versión de El problema nacional català, fechada en 1959 y difundida en la organización del PSUC en la primavera de ese año, es consultable en el archivo del Centro de Estudios Históricos Internacionales de la Universidad de Barcelona. Sobre el proceso de elaboración del libro, véase Pala ( Pala, G. (2016). Cultura clandestina. Los intelectuales del PSUC bajo el franquismo. Granada: Comares.2016): 55. |
[33] |
PSUC ( PSUC (1961). El problema nacional català. Iª part: antecedents històrics [s.l.]: Edicions Horitzons.1961) y PSUC ( PSUC (1966). El problema nacional català. Segona part: el moviment nacional sota la direcció de la burgesia. [s.l.]: Edicions Nous Horitzons.1966). |
[34] | |
[35] |
PSUC ( PSUC (1961). El problema nacional català. Iª part: antecedents històrics [s.l.]: Edicions Horitzons.1961): 49. En catalán en el original. |
[36] |
Ibid.: 70. |
[37] |
Id. |
[38] |
Ibid.: 71. |
[39] |
Monreal ( Monreal, A. (1984). El pensamiento político de Joaquín Maurín. Barcelona: Península.1984): 123-141. Véase también Pala ( Pala, G. (2016). Cultura clandestina. Los intelectuales del PSUC bajo el franquismo. Granada: Comares.2016): 55-67, y el epílogo de Borja de Riquer a la reedición de Catalanisme i revolució burgesa llevada a cabo por El Viejo Topo a finales de 2017 ( Solé Tura, J. (2017). Catalanisme i revolució burgesa. La síntesi de Prat de la Riba. Vilassar de Dalt: El Viejo Topo.Solé Tura: 2017). |
[40] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1967). Catalanisme i revolució burgesa. La síntesi de Prat de la Riba. Barcelona: Edicions 62.1967): 7. En catalán en el original. |
[41] |
Sobre esta primera revista cultural del PSUC, véase Pala ( Pala, G. (2011). Marxisme i cultura catalana. Nota sobre els «Quaderns de cultura catalana» (1959-1960). Els Marges, 93, 32-46.2011). |
[42] |
Mateu Oriol (Jordi Solé Tura), «El moment actual del catalanisme polític», Quaderns de cultura catalana, 3, noviembre de 1959, p. 2. En catalán en el original. |
[43] |
Sobre el PSUC de la época como partido «nacional» y no «catalanista», véase Pala ( Pala, G. (2017). El PSUC davant la qüestió nacional (1948-1980). En J. Puigsech y G. Pala (ed.). Les mans del PSUC. Militància (pp. 202-221). Barcelona: Memorial Democràtic de Catalunya.2017). |
[44] |
Mateu Oriol (Jordi Solé Tura), «El moment actual del catalanisme politic», Quaderns de cultura catalana, 3, noviembre de 1959, p. 5. En catalán en el original.. |
[45] |
Mateu Oriol, «Consideracions sobre el catalanisme», Quaderns de cultura catalana, núm. 1, sin fecha (pero abril o mayo de 1959), p. 13. En catalán en el original. |
[46] |
Id. |
[47] |
Id. |
[48] |
Jordi Serrano, «El fantasma del soleturisme», Diari de Girona, 15-4-2017. Consultable en: https://bit.ly/2VVc7Qh. En catalán en el original. En este mismo error de Serrano caen también Javier Cercas y Joan Botella en sus, respectivamente, prólogo e introducción a Solé Tura ( Solé Tura, J. (2017). Catalanisme i revolució burgesa. La síntesi de Prat de la Riba. Vilassar de Dalt: El Viejo Topo.2017). |
[49] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1967). Catalanisme i revolució burgesa. La síntesi de Prat de la Riba. Barcelona: Edicions 62.1967): 300-301. |
[50] |
Una excelente panorámica de estas críticas en Amat ( Amat, J. (2014). El llarg procés. Cultura i política a la Catalunya contemporània (1937-2014). Barcelona: Tusquets.2014): 290-306. |
[51] |
Morán ( Morán, G. (1986). Miseria y grandeza del Partido Comunista de España, 1939-1985. Barcelona: Planeta.1986): 339-340. |
[52] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 141-144. |
[53] |
AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Gerard (G. López Raimundo) a Josep Moix», 9/4/1960. |
[54] |
Id. Salieron cuatro números de la revista con el nombre de Horitzons. Tras el cambio de nombre (Nous Horitzons) realizado en 1962 por un contratiempo burocrático en México, donde se editaba la revista, el partido volvió a iniciar la numeración. Usaré aquí, pues, la abreviación H para indicar los números de Horitzons y NH, para los de Nous Horitzons. |
[55] |
Archivo Personal de Francesc Vicens (en adelante, APFV), carpetas Nous Horitzons (en adelante, NH), acta de la reunión de la redacción de NH de 21/7/1960. |
[56] |
APFV, NH, actas de las reuniones de la redacción de NH de 16/5/1961 y 23/6/1961. |
[57] |
Albert Prats (Jordi Solé Tura), «Els corrents ideològics entre els universitaris catalans», H, núm. 1, 1960, pp. 13-23. |
[58] |
Albert Prats, «La lluita política antifranquista a la Universitat de Barcelona», H, núm. 3, 1961, pp. 10-15. |
[59] |
Mateu Oriol, «Carles Cardó i la qüestió nacional», H, núm. 2, 1961, pp. 6-13. |
[60] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 161. |
[61] |
AHMV, FJST, archivador 1, Jordi Solé Tura, «Notes critiques sobre l’europeisme», septiembre de 1959. |
[62] |
Mateu Oriol, «Europeisme i nacionalisme. I. La base econòmica i política», H, núm. 4, 1961, pp. 12-18. |
[63] |
Mateu Oriol, «Europeisme i nacionalisme. II. Nacionalisme burgés i europeisme a Catalunya», NH, núm. 1, 1962, pp. 4-10. |
[64] |
Sobre la difusión de la revista, véase: APFV, carpeta «Distribució Nous Horitzons». |
[65] |
«Per què HORITZONS redueix la seva visió de Catalunya al territori de les ‘cuatro provincias’?», H, núm. 3, 1961, p. 59. En catalán en el original. |
[66] |
Arxiu Nacional de Catalunya, Fondo PSUC, núm. 717, «A propòsit de “Nosaltres els valencians”. De Mateu Oriol», 1964. |
[67] |
Alberto Prats, «Los veinticinco años del P.S.U. de Cataluña», Nuestras Ideas, núm. 12, 1961, pp. 95-102. |
[68] |
Mateu Oriol, «Cosmonàutica i humanisme», NH, núm. 3, 1961, p. 48. En catalán en el original. |
[69] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 161-162. |
[70] |
Mateu Oriol, «El 90 aniversari del naixement de Lenin», Treball, núm. 213, abril de 1960, pp. 3-4; Id., «Per què no s’ha celebrat la Conferència dels Quatre?», Treball, núm. 215, junio de 1960, p. 2; Id., «La significació històrica de la Revolució Socialista d’Octubre», Treball, núm. 219, noviembre de 1960, p. 4. Sobre la fuerte adhesión de todo el PCE/PSUC a la política de Jruschov, véase Erice ( Erice, F. (2017). Militancia clandestina y represión. La dictadura franquista contra la subversión comunista (1956-1963). Gijón: Trea.2017): 37-38. |
[71] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 165. |
[72] |
Pàmies ( Pàmies, T. (2007). Ràdio Pirenaica. Emissions en llengua catalana de Radio España Independiente (1941-1977). Valls: Cossitània.2007): 48-51; Zaragoza ( Zaragoza, L. (2008). Radio Pirenaica. La voz de la esperanza antifranquista. Madrid: Marcial Pons.2008): 326-328. |
[73] |
Galán ( Galán, L. (1988). Después de todo. Recuerdos de un periodista de la Pirenaica. Madrid: Anthropos.1988): 309; APFV, CE, «Gregorio sobre Fabra», 24/6/1963. |
[74] |
Véanse las cartas de Solé enviadas los días 7/4/1962, 23/5/1962, 19/10/1962, 13/11/1962, 8/2/1963, 22/2/1963, 10/3/1963, 12/3/1963, 21/10/1963, conservadas en AHPCE, REI, caja 165. |
[75] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 187-191. Véase también Bucarest, el documental de 2008 de su hijo, Albert Solé Brunet, disponible en: https://bit.ly/2VZqe7n. |
[76] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 196. |
[77] |
AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Ferran (Francesc Vicens) a Jordi», 9/4/1963. |
[78] |
AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Fabra al C.E.», 2/6/1963. En catalán en el original. |
[79] |
Id. |
[80] |
APFV, CE, «Gregorio sobre Fabra», 24/6/1963. |
[81] |
APFV, CE, «Fabra sobre la estada a REI», 5/9/1963. |
[82] |
AHPCE, Fondo PSUC, caja 55, «Carta de Gerard (G. López Raimundo) a Josep Moix», 23/9/1963. |
[83] |
Este es un punto repetido por diferentes dirigentes del PSUC en las reuniones del Ejecutivo de 8/9/1964, 10/9/1964, 4/11/1964 y 18/11/1964, cuyos contenidos se pueden consultar en APFV, CE. |
[84] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 201. |
[85] |
Para un análisis exhaustivo de esta diatriba, que ciertamente tuvo múltiples factores, remito al lector a Nieto ( Nieto, F. (2014). La aventura comunista de Jorge Semprún. Exilio, clandestinidad y ruptura. Barcelona: Tusquets.2014): 379-500, que sin duda es el mejor y más detallado estudio sobre la cuestión. Consúltese también Juliá ( Juliá, S. (2012). Camarada Javier Pradera. Barcelona: Galaxia Gutemberg.2012): 135-146. Sobre la crisis claudinista en el PSUC, véase Pala ( Pala, G. (2010). Els dubtes de l’intel·lectual. La crisi Claudín-Semprún al PSUC (1964-1965). Afers: fulls de recerca i pensament, 25, 463-478.2010). |
[86] |
Al respecto, véase también González de Andrés ( González de Andrés, E. (2014). La economía franquista y su evolución. Los análisis económicos del Partido Comunista de España. Madrid: Los Libros de la Catarata.2014): 37-49. |
[87] |
AHPCE, REI, cartas de «Fabra» de 14/1/1964, 28/2/1964, 6/4/1964. |
[88] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 203-206. |
[89] |
Ibid.: 135. |
[90] |
Ibid.: 135-137. |
[91] |
Aún no tenemos un estudio sistemático sobre la visión que tenía el PCE del PCI hasta el punto de inflexión representado por la invasión soviética de Checoslovaquia de 1968. Pero tiene razón Morán ( Morán, G. (1986). Miseria y grandeza del Partido Comunista de España, 1939-1985. Barcelona: Planeta.1986: 372-403) cuando destaca las críticas del primero al segundo en lo que se refiere a la política internacional y a la relación entre los diferentes partidos comunistas y la URSS. Sobre el mayor interés político hacia la política del (y los contactos con el) PCI por parte de Claudín y, sobre todo, Semprún, hay que consultar Nieto ( Nieto, F. (2014). La aventura comunista de Jorge Semprún. Exilio, clandestinidad y ruptura. Barcelona: Tusquets.2014): 464 y 470-476. |
[92] |
AHMV, FJST, archivador 1, Jordi Solé Tura, «Sobre la Promemòria de P. Togliatti»,
septiembre de 1964. Para un análisis del «Memorial de Yalta», es muy útil Spagnolo
( Spagnolo, C. (2016). Introducción al Memorial de Yalta. Nuestra historia, 2, 142-144. Disponible en:
|
[93] |
Morán ( Morán, G. (1986). Miseria y grandeza del Partido Comunista de España, 1939-1985. Barcelona: Planeta.1986): 397. El documento de Solé se encuentra en AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Fabra al C.E.», 14/9/1964. |
[94] |
Id. |
[95] |
AHPCE, Divergencias, caja 111, «Carta de Fabra a Josefina López», 14/9/1964. |
[96] |
Nieto ( Nieto, F. (2014). La aventura comunista de Jorge Semprún. Exilio, clandestinidad y ruptura. Barcelona: Tusquets.2014): 474. |
[97] |
AHPCE, Divergencias, caja 110, «Para los miembros del C.E. De Fabra», agosto de 1964. |
[98] |
AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de G. López Raimundo a Fabra», 17/9/1964. |
[99] |
AHPCE, Divergencias, caja 111, «Carta de Fabra a G. López Raimundo», 25/9/1964. |
[100] |
AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Fabra al C.E.», 14/10/1964. |
[101] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 211-213. |
[102] |
AHPCE, Documentos PCE, carpeta 45, «Resolució del Comitè Executiu del PSU de Catalunya», 4/11/1964. |
[103] |
Solé Tura ( Solé Tura, J. (1999). Una historia optimista. Memorias. Madrid: Aguilar.1999): 213. |
[104] |
AHPCE, PSUC, caja 55, «Carta de Ángeles» (Leonor Bornao), 25/5/1965. |
[105] |
AHPCE, PSUC, caja 56, «Cartas de Ricardo» (Manuel Sacristán), octubre de 1965 y 6/11/1965. |
[106] |
AHPCE, PSUC, caja 59, «Carta de Saltor» (Miguel Núñez), 13/6/1970. |
[107] |
Billete sin fecha (pero de 1967) de Edicions 62 a Jordi Solé Tura conservado en AHMV, FJST, archivador 1. |
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