RESUMEN

Este artículo analiza la recepción de un equipo médico internacional en el Cuerpo de Ayuda Médica (CAM), perteneciente a la Cruz Roja China (CRC). Un grupo de diecisiete doctores y dos enfermeras que participaron en la Guerra Civil española como voluntarios de las Brigadas Internacionales se incorporaron al CAM en Tuyunguan, en la provincia de Guizhou, entre los meses de julio de 1939 y octubre de 1940. El artículo se nutre de diversas fuentes de archivo, entre las cuales cabe destacar el archivo del CAM y las memorias de algunos de estos médicos. El artículo aspira a extraer conclusiones generales de un estudio de caso concreto, aplicando la metodología de la microhistoria global. La incorporación de un grupo sanitario procedente de las Brigadas Internacionales en el CAM fue posible gracias a las gestiones de varias asociaciones internacionalistas. Sin embargo, este fue un proceso cargado de dificultades, debido a las divergencias individuales, los constreñimientos institucionales y la inestabilidad global propia del primer año de la Segunda Guerra Mundial. El artículo analiza estos problemas que entorpecieron la práctica de acciones internacionalistas en aquel contexto de guerra total. Sin embargo, pese a estos impedimentos, el CAM se benefició en última instancia de la experiencia de aquel equipo sanitario para mejorar sus conocimientos de la medicina de guerra.

Palabras clave: Internacionalismo; guerra de China contra Japón; Segunda Guerra Mundial; Cruz Roja China; Brigadas Internacionales.

ABSTRACT

This article analyses the reception of an international medical team in the Medical Relief Corps (CAM) of China’s Red Cross (CRC). A team of seventeen doctors and two nurses who participated in the Spanish civil war as volunteers in the International Brigades joined the CAM in Tuyunguan, in the province of Guizhou, between July 1939 and October 1940. This article profits from several primary sources, amongst them, the archive of the CAM, and the memoires of some of these doctors. The article aims to draw general conclusions from a specific case study by using the methodology of global microhistory. The incorporation of a sanitary team from the International Brigades to the CAM was possible thanks to the efforts of several internationalist associations. However, this process was fraught with difficulties, due to individual divergences, institutional constraints, and the global instability during the first year of the Second World War. The article analyses these problems, which hindered the practice of internationalist actions in that context of total war. However, despite these impediments, the CAM ultimately benefited from the experience of that sanitary team to improve its know-how in war medicine.

Keywords: Internationalism; China’s war with Japan; Second World War; China Red Cross; International Brigades.

Cómo citar este artículo / Citation: Brasó Broggi, C. (2023). De España a Tuyunguan. La integración de un equipo médico de las Brigadas Internacionales en la Cruz Roja China, 1939-‍1940. Historia y Política, 49, 61-‍90. doi: https://doi.org/10.18042/hp.49.03

SUMARIO
  1. RESUMEN
  2. ABSTRACT
  3. I. INTRODUCCIÓN
  4. II. UNA MICROHISTORIA GLOBAL DEL INTERNACIONALISMO
  5. III. LA RECEPCIÓN DE UN EQUIPO MÉDICO INTERNACIONAL EN TUYUNGUAN
  6. IV. EL ENTRAMADO INSTITUCIONAL DE ESPAÑA A TUYUNGUAN
  7. V. CONCLUSIONES
  8. NOTAS
  9. Bibliografía
  10. Archivos

I. INTRODUCCIÓN[Subir]

El 6 de septiembre de 1939 el navío Aeneas, de la compañía británica Blue Funnel Line, amarró en el muelle número 12 del puerto de Singapur[2]. La tripulación estaba formada por un centenar de familias y hombres de negocios británicos, dos estudiantes chinos y un grupo de doce médicos y dos enfermeras, constituido por polacos, alemanes, lituanos, rumanos, húngaros y rusos, aunque la mayoría era de nacionalidad judía y apátrida al no disponer de documentación válida de sus países de origen. Todos los miembros de aquel peculiar grupo habían participado en los servicios médicos de las Brigadas Internacionales, hasta que cruzaron la frontera hispanofrancesa en el invierno de 1938-‍1939, y fueron recluidos en los campos de refugiados franceses. En agosto fueron liberados y pudieron embarcar en el Aeneas, donde su aspecto de refugiados no pasó desapercibido por los tripulantes británicos y sus encorsetados códigos de vestimenta[3]. A medida que el navío se fue acercando a la colonia británica de Singapur, la tripulación recibió las noticias de que Alemania había invadido Polonia. Había empezado la Segunda Guerra Mundial.

Además de sus experiencias en las Brigadas Internacionales, el grupo también compartía una filiación mayoritariamente comunista. Tras la declaración de guerra del Reino Unido contra Alemania el 3 de septiembre, las autoridades portuarias de Singapur examinaban todos los navíos y dudaron entre clasificar aquel grupo como amigo o enemigo[4]. Finalmente, optaron por lo primero, excepto con los nacidos en Alemania, que fueron confinados en sus camarotes. Poco después, en Londres, Mary Gilchrist, secretaria del China Medical Aid Committee (CMAC) —una asociación británica antifascista que recaudaba ayuda médica para China—, recibió un telegrama de Singapur. Los médicos y enfermeras preguntaban si, ante la invasión de Polonia, debían regresar a Europa o bien continuar con su viaje a China[5].

También apuntaban que se habían quedado sin dinero después de pagar las dietas en el elegante restaurante del Aeneas. El CMAC había sufragado parte de los billetes de los refugiados de Europa a China y había dispuesto de un depósito en Hong Kong para pagar los salarios de los médicos y enfermeras cuando se incorporaran a la Cruz Roja China (CRC). Mary Gilchrist respondió que debían continuar el viaje hacia China tal y como estaba programado, y les hizo una transferencia para sus gastos. El 13 de septiembre, pocos días antes de la invasión soviética del este de Polonia, la tripulación del Aeneas desembarcaba en los muelles de Tsim Sha Tsui, en la colonia británica de Hong Kong[6]. Allí, el equipo internacional de exvoluntarios internacionales fue recibido en nombre de la China libre que luchaba contra Japón.

II. UNA MICROHISTORIA GLOBAL DEL INTERNACIONALISMO[Subir]

Este artículo se propone analizar la integración de un grupo de médicos y enfermeras antifascistas europeos en el Cuerpo de Ayuda Médica (CAM) de la CRC en el contexto del primer año de la Segunda Guerra Mundial. La sede del CAM se hallaba en el pequeño pueblo de Tuyunguan, en las afueras de la ciudad de Guiyang, en la provincia china de Guizhou. En aquel distrito montañoso, situado en el extrarradio de una de las ciudades más pobres y aisladas de China, vivieron una treintena de médicos extranjeros, de los cuales más de la mitad eran exvoluntarios de las Brigadas Internacionales[7]. Desde que fue fundado por un grupo de doctores chinos —algunos nacidos en China, otros procedentes de la diáspora— el CAM destacó por su orientación internacional y su carácter innovador, mientras que Tuyunguan se convirtió en el centro médico más importante del país[8].

Este artículo intenta analizar cómo se concretó este proyecto internacionalista desde una óptica local y global. A diferencia de otras aportaciones a la llamada microhistoria global, no pretende ser biográfico ni tampoco aporta un estudio exhaustivo de una institución como el CAM, sino que trata de investigar la integración de un grupo internacional en una institución concreta[9]. Combina las metodologías de la microhistoria y la historia global utilizando fuentes de archivos de diferentes países, así como también memorias de los exvoluntarios y una selección de la literatura secundaria en varios idiomas[10].

Este artículo usa instrumentos de la microhistoria global con el objetivo de revalorizar el internacionalismo antifascista, cuyo momento álgido suele situarse en la Guerra Civil española, un movimiento que tuvo un abrupto final en 1939, primero con la derrota republicana en España y, seguidamente, con el estallido de la conflagración mundial[11]. A diferencia de buena parte de las investigaciones sobre el internacionalismo centradas en instituciones como la Comintern, las Brigadas Internacionales, la Internacional Socialista, los movimientos sindicales transnacionales o el mismo CAM, este estudio de caso no es una historia institucional, a pesar de que no niega la importancia de las instituciones[12].

En 1918, el sociólogo alemán Max Weber, viajando en trenes de segunda clase por una Alemania devastada por la Primera Guerra Mundial, definió el sentimiento de solidaridad entre pequeños grupos de camaradas como un pilar que sustentaba los estratos subyacentes de instituciones de gran envergadura como, por ejemplo, el cuerpo de un ejército. Sin embargo, este sentimiento que cohesiona grupos pequeños no puede trasladarse a los estratos superiores debido a las necesidades de la racionalización y la inevitable burocratización institucional[13]. Weber introduce un interesante argumento no solo sobre la sustancia del socialismo (el tema del ensayo), sino también sobre el uso de las escalas entre ciencias sociales y, en particular, en la microhistoria y la historia global. ¿Hasta qué punto la escala determina la misma lógica de la narración de los acontecimientos? Esta cuestión se analizará teniendo en cuenta la reflexividad entre las acciones individuales y el entramado institucional que las sustenta.

La integración de los médicos exvoluntarios de las Brigadas Internacionales en el CAM no fue un proceso fácil ni agradable. En general, el grupo esperaba juntarse con los comunistas de Mao Zedong siguiendo la estela de los internacionalistas que lograron fama mundial, como Norman Bethune (que también estuvo en España), Agnes Smedley o Edgar Snow[14]. En cambio, su destino final, la base del CAM en Tuyunguan, les decepcionó por varios motivos, como se verá más adelante. La institución pertenecía al bando nacionalista, aunque el director rehuía posicionarse en los dos bandos, comunistas y nacionalistas, quienes, a pesar de ser aliados en la lucha contra Japón, ya se contemplaban como futuros enemigos. La integración de aquellos médicos en el CAM, aun en contra de su voluntad, respondía a una idea internacionalista de intentar trasladar la ayuda médica allá donde fuera más necesaria. Aquella idea, que se concretó en España con los servicios médicos de las Brigadas Internacionales, fue divulgada internacionalmente a través de los medios de comunicación, como también se popularizó el periplo de Bethune en el norte de China. Sin embargo, la integración del equipo médico en el CAM tuvo poca repercusión internacional.

Desde los años 1920, el internacionalismo comunista, organizado en la Tercera Internacional (o Comintern), aceptó que los partidos comunistas de países colonizados o semicolonizados (como era el caso de China) buscaran alianzas con otras fuerzas políticas para combatir el imperialismo[15]. En China, en los años 1920, hubo una primera alianza entre el Partido Nacionalista de China (el Kuomintang) y el Partido Comunista de China, pero esta se rompió en 1927, cuando el general Chiang Kai-shek, sucesor de Sun Yatsen, impuso su autoridad, reprimiendo violentamente el incipiente movimiento comunista de base urbana e industrial. A partir de entonces, Chiang Kai-shek trató de unificar el territorio chino en la llamada Década de Nankín (1927-‍1937), pero no tuvo éxito: los comunistas abandonaron la lucha urbana pero subsistieron en el interior rural, bajo el liderazgo de Mao y sus tácticas guerrilleras. Tras realizar la Larga Marcha, Mao instaló su base de operaciones en la localidad de Yan’an, en la provincia de Shaanxi, que se convirtió en un lugar simbólico para el comunismo internacional. Sin embargo, ante la amenaza de invasión japonesa, una segunda alianza entre comunistas y nacionalistas, el llamado Segundo Frente Unido, se impuso en 1937 con el beneplácito de Stalin, que pactó con Chiang Kai-shek, y de la Comintern. De este modo, Chiang Kai-shek tuvo que pactar con su enemigo, Mao Zedong, para luchar conjuntamente contra Japón, aunque ambos sabían que, una vez se acabara la guerra, solo uno de ellos podría imponerse[16].

Aunque las hostilidades entre China y Japón fueron continuas durante la década de los años 1930, en julio de 1937 estalló una guerra total en Pekín que se extendió rápidamente por todo el territorio[17]. El doctor Robert Kho-Seng Lim (en la transliteración pinyin actual, Lin Kesheng) decidió abandonar una brillante carrera académica en el Peking Union Medical College —uno de los hospitales más prestigiosos de China— para crear el CAM, una institución médica de apoyo a los ejércitos chinos, tanto comunistas como nacionalistas, que luchaban contra Japón. Aunque el doctor Lim nació en Singapur y se formó en el Reino Unido, tuvo un papel relevante en la modernización de la medicina china y, especialmente, en la medicina militar. Sus orígenes en el mundo de la diáspora del Sureste de Asia imprimieron al CAM una clara orientación internacional, antifascista y cosmopolita. Durante casi toda la guerra, el CAM se financió gracias a las donaciones internacionales y al suministro de medicinas y automóviles del extranjero[18].

Sin embargo, en el verano de 1939, en un momento de gran tensión entre las fuerzas nacionalistas y comunistas, la integración del grupo de médicos internacionales en el CAM levantó suspicacias en el seno de la CRC y el Gobierno nacionalista de Chiang Kai-shek, a pesar de tratarse de una iniciativa del Gobierno nacionalista. Las escasas muestras de apoyo que tuvo este proyecto internacionalista provinieron del lado comunista —tanto del comunismo chino, a través de Zhou Enlai, delegado en la capital nacionalista, como del centro soviético a través de la embajada soviética en Chongqing. Asimismo, las instituciones internacionales que habían liderado el traslado de aquellos médicos y enfermeras de los campos de refugiados desde Francia hacia China también defendieron aquel plan internacionalista, aunque pronto tuvieron que abandonarlo dadas las contingencias de la guerra en Europa.

La recepción de un equipo médico procedente de las Brigadas Internacionales en el CAM pasó bastante desapercibido en el curso frenético de los acontecimientos del primer año de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que su llegada a Hong Kong se ganó un pequeño espacio en la portada del New York Times[19]. Algunos estudios posteriores afirman que la prensa de Hong Kong caracterizó a aquel grupo como el de los «médicos españoles», a pesar de que ninguno de ellos era español, aunque hablaban la lengua que aprendieron en España para comunicarse[20]. Este equipo médico trajo consigo prácticas médicas innovadoras aprendidas en España, especialmente en la gestión de equipos móviles en el frente, que fueron asimiladas por los médicos chinos del CAM. Al año siguiente de su incorporación, el director de la institución, el doctor Lim, mostró su admiración y «reverencia» hacia los equipos internacionales y su contribución al esfuerzo sanitario[21].

En 1939 Japón ya había ocupado gran parte de la costa china, con sus principales ciudades y las vías de comunicación ferroviaria principales. China resistía en el interior: los nacionalistas de Chiang Kai-shek desplazaron su capital en Chongqing, tras la violenta toma de Nankín por los japoneses en diciembre de 1937; mientras que los comunistas de Mao Zedong resistían en Yan’an. Aunque en términos bélicos, la Segunda Guerra Mundial empezó en Asia en 1937, la primera batalla de aquel escenario que cabe incluir en el marco cronológico oficial, y en cierto modo eurocéntrico, de la Segunda Guerra Mundial fue la batalla de Changsha, que se desarrolló entre los meses de septiembre y octubre de 1939. Allí, los primeros médicos procedentes de las Brigadas Internacionales participaron, por primera vez, como médicos asesores del CAM.

III. LA RECEPCIÓN DE UN EQUIPO MÉDICO INTERNACIONAL EN TUYUNGUAN [Subir]

En julio de 1939 y bajo un calor abrasador, un coche americano Studebaker transportaba a tres médicos, un alemán, un austríaco y un checoslovaco, por las provincias tropicales de Guangxi y Guizhou. Las zonas selváticas de la frontera dejaron paso a territorios habitados y cultivados con campos de arroz. Tras cruzar una zona montañosa y aterrazada, el alemán Rolf Becker describió las colinas de Tuyunguan como montes semidesnudos con hierbas altas, pequeños arbustos y árboles aislados, algo que atribuyó a la práctica local de quemar rastrojos en lo alto del monte para fertilizar los campos de arroz[22].

A pesar de su aislamiento, Tuyunguan es un corredor estratégico que conecta la ciudad de Guiyang, capital de la provincia de Guizhou, con las provincias de Hunan y Hubei en el este y Guangxi en el sur hasta la frontera con la Indochina francesa (actualmente, Vietnam). Entre 1937 y 1939, a través de la carretera que unía Guiyang con Nanning (la capital de provincia continental más meridional de China), la frontera y el puerto de Haiphong, ya en la colonia francesa de Indochina, China se abastecía de todo tipo de suministros necesarios para la guerra: medicinas, coches, gasolina, armas, etc. Habiendo ocupado Japón casi todos los puertos costeros, aquella era una de las pocas vías que conectaban la China no ocupada con el exterior y, por lo tanto, su valor estratégico era fundamental[23].

Tras la caída de Wuhan y la destrucción de Changsha por el Ejército nacionalista, el CAM se instaló en Tuyunguan en febrero de 1939 para centralizar el suministro de material sanitario que llegaba por aquella carretera y proveer de ayuda médica a los ejércitos chinos que luchaban en el frente[24]. De este modo, desde aquel poblado escondido de los bombardeos aéreos por las montañas, se reorganizó la medicina militar en China durante la guerra contra Japón.

El visitante que llegaba a Tuyunguan entraba por la zona central, que estaba presidida por el edificio de la CRC, una de las pocas edificaciones de cemento de todo el lugar. Allí había unas oficinas administrativas, unos dormitorios para el personal directivo, un garaje con gran capacidad y un almacén. En la ladera oriental, había una escuela de medicina y enfermería militar (en inglés, la Emergency Medical Service Training School)[25], con sus dormitorios para los estudiantes, un comedor, un auditorio y una zona de aulas. En la ladera occidental estaba la sede del CAM, una choza construida con barro, bambú y tejas, junto con otras construcciones parecidas para el personal y los suministros[26]. Finalmente, en la cara sur se ubicaba un hospital en construcción (el hospital de retaguardia n.º 167), con barracones improvisados para alojar a los pacientes, un quirófano, salas de rayos X, etc.[27].

A pesar del calor del verano de 1939, el austríaco Fritz Jensen y el alemán Rolf Becker coincidieron en que el recibimiento que tuvieron en Tuyunguan fue glacial. La dirección del CAM, a excepción del director, el doctor Lim, estaba formada por militares y funcionarios del Kuomintang y de la CRC que desconfiaron de los médicos extranjeros, haciéndoles saber, desde el principio, su estatus de refugiados[28]. Por otro lado, Becker apuntó que solamente había una docena de médicos cualificados gestionando el hospital, además de cientos de estudiantes con escasa formación que habían abandonado sus regiones de origen para unirse a la lucha antijaponesa. Así pues, a pesar de la fría recepción, su llegada era oportuna y necesaria; según el propio Becker, era como si se pusiera a llover al final de un verano de sequía[29].

El doctor Lim puso grandes esperanzas en aquellos médicos formados en la Guerra Civil española: su experiencia serviría para poner en práctica una nueva organización de servicios médicos en la misma línea del frente[30]. Era el único que mantenía esta opinión: mientras que la mayoría de los miembros directivos del CAM se oponía al ingreso de aquellos médicos comunistas, los recién llegados tampoco querían quedarse en Tuyunguan: los exvoluntarios de las Brigadas Internacionales viajaron a China con la idea de llegar a Yan’an, donde estaba Mao Zedong y los guerrilleros comunistas, que habían despertado la admiración mundial gracias a multitud de artículos y libros que se difundieron en todo el mundo como Red Star over China (‍1937), del norteamericano Edgar Snow, muy popular en el ambiente de las Brigadas Internacionales[31]. Sin embargo, el doctor Lim consiguió imponerse y, finalmente, aquellos médicos y enfermeras fueron empleados en el CAM.

El 14 de septiembre de 1939, el Undécimo Cuerpo del Ejército Imperial japonés, al mando de Yasuji Okamura, lanzó un ataque sobre la ciudad china de Changsha, en la provincia de Hunan. China llevaba ya más de dos años de guerra contra Japón, pero aquella batalla, poco conocida fuera de Asia, fue el primer choque entre China y Japón que, como se ha mencionado anteriormente, cabe incluir en la cronología oficial de la Segunda Guerra Mundial. Unos cien mil soldados japoneses con un apoyo aéreo superior se movilizaron desde el noroeste de Jiangxi, el sur de Hubei y el norte de Hunan para conquistar la ciudad de Changsha[32]. Alentados por el rápido avance alemán sobre Polonia, se enfrentaron a 160 000 soldados chinos de la Novena Área de Guerra, comandada por el general nacionalista Xue Yue, que mezcló tácticas militares tradicionales con las nuevas estrategias guerrilleras que había popularizado Mao en el norte[33].

El director del cuarto equipo sanitario, el doctor Lin Jingcheng, puso sobre el terreno a los doctores Jensen y Becker, junto con una treintena de miembros de los servicios sanitarios del CAM, con varias ambulancias y camiones de intendencia[34]. Jensen y Becker acompañaron a dos brigadas en las unidades médicas 64 y 53, que formaban parte de la División 15, comandada por el general nacionalista Guan Linzheng, aunque formalmente no estaban vinculados a las divisiones (que tenían sus equipos médicos divisionarios, aunque muy precarios), sino al cuarto equipo sanitario del CAM[35]. Aquella fue la primera vez que unidades sanitarias internacionales se incorporaban a las divisiones militares chinas, del mismo modo que lo hicieron los servicios médicos de las Brigadas Internacionales[36].

Aunque los doctores Jensen y Becker eran formalmente asesores, pronto tuvieron que desempeñar responsabilidades propias de los médicos divisionarios. Ante el avance japonés, Jensen tuvo que evacuar un hospital de campaña en Yueyang (Jensen tenía experiencia; fue responsable de la evacuación del hospital de la localidad castellonense de Benicàssim en abril de 1938) e improvisar hospitales móviles en las zonas boscosas tras realizar grandes caminatas a pie, debido a la destrucción deliberada de las carreteras[37]. Siguiendo el ritmo que marcaban los porteadores, Becker realizaba operaciones quirúrgicas en templos budistas con el material disponible, mientras observaba cómo cambiaba la orografía de la región, desde las llanuras del lago Dongting hasta las zonas montañosas orientales donde las plantaciones de té desplazaban a los campos de arroz[38].

La táctica de establecer zonas sin carreteras para evitar el avance japonés y favorecer la guerra de guerrillas tuvo consecuencias dramáticas para los heridos de guerra, que tenían que ser transportados en camillas de bambú desde el puesto de socorro del batallón hasta el centro sanitario divisionario, donde apenas había tratamiento disponible. Los hospitales de retaguardia quedaban lejos y no había carreteras por las que poder llevar a los heridos en ambulancias. Como resultado, los heridos graves morían en el camino mientras que los hospitales de retaguardia permanecían vacíos o con heridos leves. El doctor Lim esperaba que los médicos curtidos en la Guerra Civil española solucionarían este problema con pequeños equipos móviles capaces de actuar en el frente[39].

Según Lin Jingcheng, la sanidad militar china extrajo lecciones importantes de la batalla de Changsha, a pesar de los sufrimientos de los equipos sanitarios tras largas jornadas a pie, siguiendo a la tropa por las zonas pantanosas del lago Dongting o por las montañas en la frontera de Hunan con Jiangxi y Hubei. Allí el Ejército nacionalista pudo comprobar cómo mejoraba la salud y el estado de ánimo general de la tropa con la presencia de equipos médicos del CAM en las cercanías del frente y la eficacia de sus tratamientos higiénicos como el despioje y los hospitales móviles[40].

El desplazamiento de los cirujanos y sus equipos quirúrgicos en la primera línea del frente fue una innovación médica de la Guerra Civil española, en la que participaron médicos españoles e internacionales[41]. Según el doctor Jensen, el carácter internacional e improvisado de los servicios médicos de las Brigadas Internacionales tenía puntos en común con el CAM: ambos servicios de medicina militar estaban liderados por médicos civiles internacionales que habían tenido que adoptar el rol de doctores militares[42]. Los doctores Jensen, Becker, y también el doctor Lim, eran médicos civiles que habían decidido ponerse un uniforme militar para servir en un ejército que no era el de su país de origen. Pero esta orientación no era solamente individual: tanto los servicios médicos de las Brigadas Internacionales como el CAM destacaban también por su carácter internacionalista. No en vano, los servicios médicos de las Brigadas Internacionales y el CAM se nutrieron de varias campañas masivas e internacionales de recaudación de fondos para ayudar a los Gobiernos español y chino[43].

A ojos de los militares nacionalistas chinos, la aparición de exvoluntarios de las Brigadas Internacionales en el escenario rural de la batalla de Hunan debió de parecer tan extraño como la presencia de mujeres en las filas del cuerpo médico. Desde finales de agosto, un contingente de mujeres chinas estudió enfermería en Tuyunguan para incorporarse a los equipos médicos del CAM, con los mismos uniformes militares azules que utilizaban los médicos, tanto chinos como extranjeros[44]. Pronto, a las dos enfermeras internacionales que vinieron en el Aeneas, Edith Marcus y Mania Kamieniecki, se les unirían también varias doctoras extranjeras y voluntarias chinas que se incorporaron al CAM.

La batalla de Changsha terminó a mediados de octubre y supuso una importante victoria para el Ejército nacionalista chino. Como resultado de la destrucción de las carreteras y de la combinación de choques tradicionales con estrategias de guerrilla, Japón tuvo que renunciar a conquistar la ciudad y se retiró a sus posiciones anteriores. Los equipos médicos desplegados en las zonas de guerra se quedaron un tiempo manteniéndose en sus posiciones, mientras el doctor Lim evaluaba las innovaciones introducidas y se preparaba para recibir a más exvoluntarios de las Brigadas Internacionales[45].

Tras los primeros pasos de Jensen y Becker, los catorce exvoluntarios de las Brigadas Internacionales que habían embarcado en el vapor Aeneas fueron llegando a la sede del CAM en Tuyunguan. Un primer grupo viajó por la carretera de Haiphong-Nanning-Guiyang y llegó a Tuyunguan a mediados de octubre. Al cruzar la frontera durante la noche, al doctor Schön le vino el recuerdo de las marchas nocturnas de los convoyes sanitarios en España para no ser detectados por la aviación enemiga[46]. Por otro lado, mientras que el alemán Becker y el austríaco Jensen pudieron entrar a China a través de la misma carretera meridional (todavía no había empezado la Segunda Guerra Mundial), los doctores Herbert Baer (alemán) y Walter Freudmann (austríaco) no obtuvieron el permiso de las autoridades francesas, por tener nacionalidades enemigas, y tuvieron que volar en avión de Hong Kong a la capital de la China no ocupada por Japón, Chongqing. De allí fueron en coche hasta Guiyang y la sede del CAM en Tuyunguan, adonde llegaron unas semanas antes que el resto del grupo.

La recepción en ambos casos tampoco fue calurosa: los exvoluntarios fueron ubicados en chozas sin agua corriente, con un espacio escaso y abundantes roedores. Aunque los médicos se habían curtido en España y en los campos de refugiados franceses, aquella recepción, para Walter Freudmann, resultó decepcionante[47]. En una de las primeras noches, los doctores denunciaron el robo de sus escasas pertenencias, básicamente documentos identificativos, que llevaron a los doctores a sospechar que habían sido sustraídos para ser examinados por la policía nacionalista[48].

Tampoco hubo ninguna recepción oficial. Tras unos días a la expectativa, el doctor Lim presentó sus excusas en nombre del CAM y les presentó a su secretaria, Wang Chunjing, que hablaba inglés y alemán, y que intentó compensar las quejas de los médicos con buen carácter y disposición. El final de la batalla de Changsha había dado paso a un receso en la actividad bélica, y los doctores y las enfermeras del Aeneas fueron incorporados al hospital de retaguardia n.º 167 en la misma Tuyunguan[49]. Su insatisfacción fue in crescendo: por un lado, pronto se dieron cuenta de que sus deseos de viajar al norte de China no iban a ser satisfechos. Por otro, estos estaban dispuestos a partir al frente de inmediato y sufrían por la relativa inactividad y el aislamiento de las primeras semanas en Tuyunguan, donde prácticamente no llegaban noticias del extranjero. Mientras, eran conscientes de que sus países (Hungría, Rumanía, Polonia, Austria, Bulgaria, Alemania) se enfrentaban a una de las peores crisis de su historia.

Por otro lado, el hospital de retaguardia n.º 167 tenía muchas carencias y no estaba bien equipado. Debido a los frecuentes bombardeos aéreos, Guiyang estaba sobrepoblada de refugiados, familias sin hogar y soldados malnutridos que esperaban un destino[50]. Una epidemia de cólera saturó los hospitales y los doctores tuvieron que emplearse en tareas preventivas como la purificación de las aguas, las vacunaciones masivas o el despioje de los soldados[51]. Una vez consiguieron acabar con el cólera, siguió un período de relativa ociosidad, donde los recién llegados emplearon su tiempo estudiando chino con los libros de la biblioteca. Sin embargo, si bien en sus memorias recuerdan aquellos periodos como tediosos y decepcionantes, estos fueron importantes para acometer dos de las misiones principales que iban a tener los médicos extranjeros en el CAM: las tareas de medicina preventiva y la formación en medicina de guerra para los estudiantes chinos de Tuyunguan[52].

Uno de los mayores problemas que tenía China era la falta de médicos: cada año, las zonas no ocupadas por Japón licenciaban a unos trescientos médicos, de los cuales un 50 % eran absorbidos por el Ejército como servicio obligatorio. Sin embargo, de estos 150 médicos que entraban al Ejército, la mayoría eran asignados bien en los hospitales de retaguardia bien en la Fuerza Aérea, donde los salarios eran mejores, quedando un número insignificante de médicos para los tres millones de soldados chinos que luchaban contra Japón[53]. De ahí la importancia de la llegada de los médicos internacionales, tanto los voluntarios de origen chino del Sureste de Asia como los que llegaron procedentes de Europa. No tanto por su contribución cuantitativa, sino por su capacidad formativa. A finales de diciembre de 1939, el CAM disponía de casi doscientos médicos bien formados y dispuestos a ir al frente[54]. Un estudio reciente cuantifica en quince mil el total de alumnos que pasaron por el CAM o la escuela anexa (que abrió filiales en otras partes de China). En este sentido, desde la batalla de Changsha, los conocimientos procedentes de la guerra española que trajeron los médicos exvoluntarios fueron incorporados al bagaje del CAM[55].

Mientras que en la primera batalla de Changsha los doctores Jensen y Becker fueron empleados en modo de prueba, el doctor Lim emprendió una transformación en profundidad de sus equipos médicos para consolidar el modus operandi de los equipos móviles. A partir de entonces, más unidades médicas serían trasladadas desde las bases al frente, formando grupos más pequeños con equipos que pudiesen ser transportados a hombros de porteadores. Las unidades médicas del CAM pasaron de 77 en diciembre de 1938 a más de 200, divididas entre las que trabajaban en los hospitales de retaguardia (134 equipos) y los que se juntaron con las divisiones militares para realizar sus actividades en el frente (74 equipos). El personal del CAM aumentó de las 1847 personas registradas en diciembre de 1939 a 2662 en junio de 1940, con veintidós doctores extranjeros, de los cuales diecisiete eran exvoluntarios de las Brigadas Internacionales[56]. Con ello, las actividades del CAM alcanzaron su momento álgido.

Según el búlgaro Ianto Kaneti, fueron los exvoluntarios de las Brigadas Internacionales los que sugirieron al doctor Lim que las pequeñas unidades médicas se incorporaran a las divisiones militares y trabajaran codo con codo con la comandancia militar, estableciendo los mecanismos y los recursos para las evacuaciones de los heridos[57]. Aquella propuesta fue aceptada por el director y los miembros del grupo fueron citados para dos nuevas misiones en el frente de Hunan. El 8 de diciembre, once doctores extranjeros, con varias decenas de médicos chinos, enfermeras y personal de apoyo, partieron hacia la ciudad de Shaoyang (provincia de Hunan) cantando canciones revolucionarias españolas[58]. Estas costumbres traídas de España y la popularidad de la Guerra Civil española entre la población china ayudaron a crear esta imagen de españolidad en el grupo, a pesar de que ningún miembro era español. Los demás exvoluntarios se quedaron en Tuyunguan realizando labores de formación y de medicina preventiva.

Durante los meses siguientes, los médicos se repartieron en las provincias de Hunan y Jiangxi con pequeños equipos móviles, de los cuales tres estuvieron liderados por médicos extranjeros: fueron el caso de los equipos 3, 8 y 11, dirigidos por Ianto Kaneti, Herbert Baer y Fritz Jensen[59]. Sin embargo, la guerra en China (no en Europa) había entrado en un punto muerto y, más que ejercer la medicina de guerra, comprobaron las malas condiciones higiénicas y nutricionales de los soldados y la ineficacia de los equipos médicos divisionarios. Para poder aplicar mejoras, los equipos del CAM tenían que coordinarse con los médicos militares y, en última instancia, recibir el beneplácito de los comandantes de la división que tenían la última palabra. Los resultados fueron desiguales: algunos generales como Feng Yuxiang visitaron Tuyunguan y alabaron la labor del CAM en la modernización de la medicina china[60]. Otros, sin embargo, bloquearon aquellas acciones médicas y acusaron al CAM de intrusismo y de operar con personal extranjero sospechoso políticamente.

Por otro lado, los médicos denunciaron problemas que afectaban la imagen del Ejército chino, como la malnutrición endémica en la tropa, lo que les hizo ganarse la enemistad de muchos generales[61]. El estado de ánimo de los doctores se fue deteriorando a medida que apenas recibían heridos de guerra y que tenían que lidiar con problemas de difícil solución, como la malnutrición y la animadversión de los militares. Sin embargo, en otros ámbitos de la medicina preventiva, las unidades del CAM realizaron contribuciones significativas. Según un estudio realizado a quince mil soldados, el 50 % padecía malaria, uno de cada cinco disentería, y nueve de cada diez pediculosis[62]. Esta última afección, además de ser molesta para los soldados, representaba un vehículo de transmisión de enfermedades importante y era evitable con sencillas medidas higiénicas a pequeña escala que se implantaron inmediatamente desde las primeras misiones de Becker y Jensen. En la primera batalla de Changsha, por ejemplo, la presencia de piojos en la tropa se redujo del 90 % al 10 %, gracias a los puestos de despioje que se instalaron incluso a pocas millas del frente[63].

Por otro lado, los médicos extranjeros quedaron aislados en pequeñas localidades del interior de la China rural, como Xiushui, Wantuo, Taoyuan o Qujiang, y se preguntaban cómo estaría evolucionando la guerra en Europa. Muchos también enfermaron de gravedad y fueron atendidos por sus compañeros, que tuvieron que realizar largos desplazamientos a pie para atenderlos. Mientras tanto, en Europa la expansión de la Alemania nazi parecía imparable. Y, a pesar de la lejanía, los acontecimientos bélicos en Europa pronto alcanzaron a los médicos exvoluntarios de las Brigadas Internacionales.

IV. EL ENTRAMADO INSTITUCIONAL DE ESPAÑA A TUYUNGUAN [Subir]

Ante la gravedad de la guerra en Europa, las dos asociaciones que habían financiado el viaje de los médicos a China, una británica y otra noruega, anunciaron al doctor Lim que, con pesar, no podían seguir sufragando los salarios de los doctores, a quienes se había pagado el sueldo hasta el mes de junio de 1940[64]. Uno de los problemas que dificultó la integración de los médicos exvoluntarios de las Brigadas Internacionales en el CAM fue el entramado institucional que sustentaba sus actividades. El periplo de este grupo de exvoluntarios desde los campos de refugiados franceses a Tuyunguan requirió de la participación de varias instituciones intermediarias de diversos países. Sin embargo, estas instituciones internacionalistas, y los individuos que las representaban, tuvieron que operar en un entorno de gran incertidumbre debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Este clima de incertidumbre ya estaba, de algún modo, presente en la primavera y verano de 1939, antes de la partida de los médicos de Europa. En primer lugar, casi todos los miembros del grupo de exvoluntarios de las Brigadas Internacionales que participaron en el CAM eran comunistas. Sin embargo, la experiencia de la Guerra Civil española y la expansión de la Alemania nazi por Europa quebraron los vínculos de los exvoluntarios brigadistas hacia sus países (habiendo sido muchos de ellos privados de su nacionalidad) y también hacia los partidos comunistas de sus países de origen, especialmente los procedentes de Alemania, Austria, Polonia o Checoslovaquia. Asimismo, los comunistas que vivían exiliados en otros países de Europa Occidental (Francia, Reino Unido) fueron considerados enemigos tras el pacto Ribbentrop-Mólotov firmado el 23 de agosto, y tuvieron que reorganizarse en la clandestinidad. Ante esta situación, muchos exvoluntarios internacionales buscaban un destino que los aceptara, esgrimiendo como señas de identidad el carné del Partido Comunista de España o los documentos de los campos de refugiados en Francia.

En julio de 1939, el grupo de médicos exvoluntarios tuvo que pasar un proceso de selección por parte de la Comintern para obtener el permiso para ser liberado de los campos de refugiados franceses y viajar a China[65]. El excomandante de las Brigadas Internacionales en España y agente de la Comintern con más rango que participó en la Guerra Civil española, el francés André Marty, era reacio a dejar partir a aquel grupo de médicos, puesto que podía escapar al control de Moscú[66]. El clima de desconfianza también cundía en el seno de los exvoluntarios de las Brigadas Internacionales ante las purgas políticas que emprendió Marty, el ambiente deprimente de la retirada de España y la situación en Europa.

Mientras que los doctores Becker, Jensen y Kisch escaparon del internamiento en los campos de refugiados franceses, todos los demás miembros del grupo de médicos se agruparon en células comunistas internacionales, con sus respectivos secretarios generales: un grupo de mayoría polaca estaría dirigida por el doctor Stanisław Flato, uno de los que obtuvo mayor rango en España tras dirigir la sanidad de la División 35 en la batalla del Ebro; y el otro (que integraría rumanos, alemanes y austríacos) por el búlgaro Ianto Kaneti. Durante su estancia en China, ambas células comunistas se reunirían periódicamente y, a partir de julio de 1940 (cuando visitaron la embajada soviética en Chongqing), enviarían informes sobre sus actividades a Moscú[67]. Sin embargo, desde su liberación en Francia en agosto de 1939 hasta la visita a Chongqing al cabo de un año, ambos grupos trabajaron sin recibir instrucciones de Moscú ni de los respectivos partidos comunistas nacionales. Tuvieron que improvisar y actuar independientemente.

Por otro lado, varias instituciones internacionalistas mediaron entre la CRC, que hizo un llamamiento internacional para reclutar a médicos en marzo de 1939, y los refugiados internados en Francia. Una de ellas fue el China Medical Aid Committee (CMAC), una asociación británica que recaudaba fondos para ayudar al Gobierno chino en su esfuerzo contra la invasión japonesa. Esta organización internacionalista representaba la voluntad de una parte de la población del Reino Unido de solidarizarse con el pueblo chino en un momento en que el Gobierno británico defendía la no intervención. La asociación aglutinaba a un variado elenco de activistas, desde comunistas a exvoluntarios de las Brigadas Internacionales, cuáqueros, socialistas y liberales desencantados con el Gobierno. En el boletín de julio de 1940 se anunciaba el éxito de una de sus misiones estrella: el uso de quinientas libras esterlinas recaudadas para financiar el viaje de Jensen, Becker y Kisch junto con equipos sanitarios. La organización también tomaba nota de la buena recepción de los tres médicos por parte del director del CAM, el doctor Lim[68].

Otra institución que intervino en aquella operación fue una asociación noruega. Durante el invierno de 1938-‍1939, mientras los médicos de las Brigadas Internacionales cruzaban la frontera española, un periodista noruego en China, Tor Gjesdal, alertó de las necesidades médicas chinas ante el avance japonés. Tras regresar a su país, el periodista entró en contacto con el Comité Noruego de Ayuda a la España republicana (Norske Hjelpekomite for Spania), conocedor de la existencia de médicos recluidos en campos de refugiados franceses que no tenían ningún sitio adonde ir. Mientras los miembros del comité noruego entablaban conversaciones con los refugiados en el campo de Gurs (Francia), el periodista convenía con el doctor Lim, y también con las hermanas Soong —una, directora de la China Defense League, de tendencia comunista; la otra, la mujer de Chiang Kai-shek, anticomunista pero unida con su hermana en la lucha contra Japón— la posibilidad de que el comité noruego pagara el viaje y salario de diez exvoluntarios[69].

El papel de las hermanas Soong en la cooperación médica internacional ilustra las complejidades del frente común contra Japón y las zonas grises entre la supuesta bipolaridad entre comunistas y nacionalistas, una situación ambigua que afectó también al proceso de integración de los exvoluntarios internacionales en el CAM. Desde 1927, las hermanas Soong Ching-ling y Soong May-ling estaban enfrentadas, puesto que la primera, viuda de Sun Yatsen, defendía a los comunistas, mientras que la otra, primera dama y esposa de Chiang Kai-shek, los detestaba. Además, otra hermana Soong, de nombre Ai-ling, estaba casada con el ministro de Finanzas del Kuomintang, mientras que su hermano, T. V. Soong fue uno de los artífices de la alianza entre Chiang Kai-shek y Stalin, siendo nombrado ministro de exteriores entre 1942 y 1945. La ocupación japonesa y el estallido de la Segunda Guerra Mundial forzaron a los médicos del CAM, tanto como a la familia Soong, a establecer pactos, a veces contra natura, siguiendo la política de frente único y dejando de lado las divergencias individuales[70].

Una vez los médicos exvoluntarios de las Brigadas Internacionales fueron liberados y pudieron llegar a Hong Kong, fueron recibidos por dos instituciones de la colonia británica que realizaron también una labor de intermediación: la Foreign Auxiliary y la China Defense League. La primera actuaba como representante de la CRC en Hong Kong, y fue la que recibió las transferencias económicas para pagar los salarios de los médicos y enfermeras. El 11 de octubre, un mes después de la llegada del Aeneas a Hong Kong, Hilda Selwyn-Clarke, secretaria honorífica de Foreign Auxiliary, informaba al doctor Lim del fondo bancario para los salarios de los exvoluntarios. Hilda proponía que se estableciera una nómina de cien dólares chinos al mes para cada médico (unas 6-‍7 libras esterlinas) y se dispusiera de un ahorro que se conservaría en el depósito del banco. Era una cantidad muy inferior a lo que cobraban los médicos extranjeros en China, e incluso bastante ajustada para lo que cobraban los médicos chinos del CAM[71]. Por otro lado, a diferencia del doctor Lim, Hilda Selwyn-Clarke era de la opinión que no tenía ningún sentido que aquellos médicos polacos, checoslovacos y de otras naciones centroeuropeas viajaran a China mientras sus países se desangraban en Europa[72].

Como consecuencia de ello, ocho médicos y dos enfermeras estuvieron financiados por los noruegos, mientras que los nueve médicos restantes recibieron el dinero del CMAC británico con el beneplácito de la embajada china en Londres. Las transferencias se hicieron a una cuenta del Foreign Auxiliary en Hong Kong que Hilda Selwyn-Clarke, posteriormente, traspasó al doctor Lim para el pago de las nóminas (reservándose un depósito para contingencias que cobrarían los médicos en 1945). Sin embargo, la llegada de la guerra al Reino Unido y a Noruega dejó paralizadas a las dos instituciones financiadoras europeas, y el flujo de ayudas se secó. De ello fueron informados los médicos exvoluntarios a principios del verano de 1940.

Por otro lado, la China Defense League era una organización internacionalista fundada por Soong Ching-ling. Tras la llegada del Aeneas a Hong Kong, la viuda de Sun Yatsen y destacada activista izquierdista, organizó una cena en su casa y les comentó que, efectivamente, su destino era el CAM, integrado en la CRC, aunque quizás algún equipo médico podría alcanzar la zona comunista controlada por Mao Zedong, siguiendo la estela del médico canadiense Norman Bethune. Ante la perspectiva de tener que trabajar para el CAM, los médicos argumentaron que quizás preferirían regresar a Europa, pero Soong Ching-ling les convenció de lo contrario: en China podrían contactar con miembros del Partido Comunista de China (algunos, presentes en la misma cena) y, tras un período en Tuyunguan, podrían incorporarse a la lucha revolucionaria de Mao[73].

Efectivamente, la China Defense League intentó sin éxito enviar al doctor checoslovaco Friedrich Kisch a la zona comunista para que substituyera a Bethune, que murió en noviembre de 1939 de una septicemia en la zona comunista. Mientras Jensen y Becker se incorporaban a las unidades de Lin Jingcheng, Kisch viajó al norte de China para unirse al equipo del CAM que trabajaba en la zona comunista, liderado por el doctor Mo Shubing. Este iba a cruzar las líneas nacionalistas para adentrarse en el territorio dominado por el Octavo Ejército de Ruta comunista. Sin embargo, el convoy fue interceptado en algún punto al norte del río Amarillo en dirección a Yan’an por las tropas nacionalistas, y el equipo sanitario fue obligado a dar marcha atrás. A partir de entonces, los médicos exvoluntarios de las Brigadas Internacionales deberían conformarse con trabajar para las tropas nacionalistas a cargo del CAM y del doctor Lim[74].

Por otro lado, las finanzas del CAM dependían en buena parte de las donaciones internacionales, tanto individuales (fundamentalmente de chinos emigrados en el Sureste de Asia) como institucionales. El CMAC británico, por ejemplo, además de la expedición de exvoluntarios también financió un hospital ortopédico en la ciudad de Guiyang. Sin embargo, ante la situación bélica en Europa, la asociación norteamericana American Bureau for Medical Aid to China (ABMAC) cogió el relevo de las asociaciones europeas, convirtiéndose en la mayor contribuyente del CAM[75]. Mientras, en su informe a Moscú, el doctor Kaneti se preguntaba cómo era posible que el Gobierno nacionalista no invirtiera en su propia sanidad militar, dejándola a manos del capital extranjero[76].

Cuando en junio de 1940 regresó a Tuyunguan el grupo sanitario que había sido enviado a Hunan, el doctor Lim anunció que, ante la situación en Europa y la paralización de las actividades de las asociaciones internacionalistas, todos los exvoluntarios iban a ser contratados por el CAM. Sin embargo, estos siguieron insistiendo en su voluntad de partir hacia las zonas controladas por los comunistas. En julio, una delegación encabezada por los dos secretarios de las células comunistas, los doctores Flato y Kaneti, junto con el rumano David Iancu, viajaron a Chongqing para entrevistarse con Zhou Enlai y pedir su traslado a las zonas comunistas[77]. Allí también tuvieron ocasión de reunirse con los delegados de la embajada soviética, a quienes enviaron sus informes sobre sus actividades[78].

Según Iancu y Kaneti, el líder chino, así como los diplomáticos soviéticos, les indicaron que debían seguir trabajando para el CAM, dado que el traslado al norte estaba bloqueado por las tropas nacionalistas[79]. Los exvoluntarios de las Brigadas Internacionales debían seguir trabajando para el Gobierno nacionalista, a pesar de que la enemistad entre este y los comunistas era cada vez más notoria. De todos modos, Kaneti no olvidaba que ambos lados, el comunista y el nacionalista, luchaban contra el enemigo común japonés y que, en sus propias palabras, era imprescindible evitar una repetición de lo que había ocurrido en España[80].

Poco después de que Kaneti, Flato y Iancu visitaran la embajada soviética, el doctor Lim fue citado también en Chongqing para una entrevista con Chiang Kai-shek. Chiang avisó al doctor Lim de que había recibido acusaciones de que el CAM estaba dando cobijo a comunistas. Las acusaciones no se referían tanto a los exvoluntarios de las Brigadas Internacionales, aunque a Chiang Kai-shek no le debió pasar por alto la visita de los médicos extranjeros a Zhou Enlai, como a la presencia de comunistas chinos en la organización y al transporte de suministros médicos y doctores hacia las zonas comunistas[81].

En esta tesitura, llegaron los dos últimos médicos exvoluntarios de las Brigadas Internacionales que se incorporarían al CAM en Tuyunguan: el austríaco Heinrich Kent y el alemán Carl Coutelle. Debido al cierre de la carretera de Haiphong-Nanning, los dos médicos tuvieron que volar desde la colonia británica de Birmania hasta Chongqing y de allí viajar en varios tipos de transporte hasta Tuyunguan. El doctor Kent narró el viaje a su hermana, exiliada en los Estados Unidos, relatando el paso por las cadenas montañosas y los profundos valles que separan las provincias de Sichuan y Guizhou. A diferencia de los demás, Kent y Coutelle no dieron detalles del recibimiento en Tuyunguan, aunque su perspectiva parece más optimista que la de sus antecesores[82].

En realidad, con la llegada de Kent y Coutelle en octubre de 1940, la situación en Tuyunguan no había cambiado demasiado: se encontraron con una gran escasez de médicos y, en general, se les encomendó tareas de medicina preventiva en posiciones aisladas de la retaguardia: despioje de soldados, vacunaciones, etc. También, tras temporadas de relativa ociosidad en lugares remotos, fueron requeridos para realizar prácticas quirúrgicas en el frente. Asimismo, tuvieron un papel como educadores, primero con traductores, hasta que poco a poco fueron aprendiendo chino.

A pesar de su orientación internacional, el CAM dependía orgánicamente de la CRC. Aunque buena parte de los médicos del CAM ya habían trabajado previamente en la CRC, estos se unieron a los grupos médicos que se improvisaron ante el estallido de la guerra contra Japón en julio de 1937. Ante el avance de las tropas japonesas y la falta de médicos, la CRC creó la Comisión para la Atención Médica (Zhongguo hongshizihui jiuhu weiyuanhui) de donde surgió el «buró central de ayuda médica de la Comisión para la Atención Médica de la Cruz Roja China» (Zhongguo hongshizihui zonghui jiuhu weiyuanhui jiuhu zongduibu), que hemos abreviado aquí como CAM. El doctor Lim fue denominado director con rango militar, aunque sus decisiones dependían de la Comisión y también de la Administración Militar Central (junyizhe), que gestionaba el conjunto de la medicina militar[83].

Ya desde el inicio de la guerra contra Japón, ante la escasez de médicos y equipo médico en China, la CRC emitió varios comunicados pidiendo ayuda internacional[84]. El ingreso de los exvoluntarios en el CAM se produjo bajo las condiciones que fijó la CRC para el ingreso de médicos extranjeros en marzo de 1939, donde se estipulaba que estos debían integrarse en condiciones de igualdad con el resto de los trabajadores chinos. Esto implicaba que debían aceptar los salarios que cobraban los médicos chinos y las mismas condiciones de alojamiento y manutención[85]. Dadas las condiciones de trabajo, no es extraño que aquellas llamadas internacionales recibieran pocas muestras de interés. Pese a que la normativa desaconsejaba el ingreso de hombres mayores de cuarenta años y de mujeres, lo cierto es que el CAM aceptó a ambos perfiles, como el caso de Friedrich Kisch, nacido en 1894, o el de la doctora norteamericana Adele Cohn.

A principios de 1940, el doctor Pan Ji, enemistado con el doctor Lim, fue nombrado secretario general de la CRC. Él y su equipo fueron responsables de la fría recepción que tuvieron los exvoluntarios de las Brigadas Internacionales en Tuyunguan[86]. Chiang Kai-shek quiso reforzar el control político sobre el CAM y evitar que los suministros médicos llegaran a las zonas comunistas, una medida que fue respaldada por la cúpula de la CRC formada por el diplomático conservador Wang Zhengting (exembajador de China en los Estados Unidos), Liu Hongsheng (magnate industrial de la zona de Shanghai) y el famoso gánster Du Yuesheng. En algún momento, el doctor Lim comentó al doctor Freudmann que la CRC había renunciado a su carácter internacionalista para convertirse en una organización corrupta y nacionalista[87]. Sin embargo, quizá debido a la falta de alternativas, los médicos exvoluntarios siguieron en Tuyunguan unos años más.

Como consecuencia de la intervención política sobre el CAM, las atribuciones del doctor Lim fueron recortadas y el centro de decisión se trasladó a Chongqing. Varios inspectores del Gobierno visitaron Tuyunguan para controlar los suministros médicos, los destinos de los equipos médicos móviles y las transferencias internacionales, tanto las financieras como las realizadas en especie. De este modo, se desvanecieron las esperanzas del grupo de exvoluntarios de alcanzar la zona comunista. El inspector Wang Xiaolai, por ejemplo, no entendía por qué el CAM debía ser puesto bajo vigilancia cuando su tarea internacional y humanitaria estaba ayudando al esfuerzo de la guerra contra Japón[88]. Pese a aquel ambiente tenso, los exvoluntarios siguieron desempeñando labores como médicos de guerra durante el verano de 1940, tanto en el frente central (batalla de Yichang) como en el sur, en Nanning y Yunnan, donde la carretera de Haiphong había sido cerrada tras la invasión de la Alemania nazi sobre Francia[89].

Por otro lado, aquel grupo se adaptó muy bien a las duras condiciones del CAM tal y como había fijado la CRC en su anuncio internacional. Así lo reflejó la periodista norteamericana Agnes Smedley, que viajó de Chongqing a Tuyunguan con el doctor Lim en julio de 1940. Allí observó con admiración la lucha solitaria del doctor Lim para mejorar la asistencia médica en el Ejército chino, a pesar de las fuertes presiones para que abandonara el cargo. Mientras llegaban los heridos de un bombardeo aéreo cercano, Smedley se sorprendió al conocer a los llamados «médicos españoles»; esto es, al grupo de exvoluntarios que usaban el español como lengua de comunicación. Según Smedley, aquel grupo era totalmente diferente de los demás extranjeros que había conocido en China, puesto que se habían adaptado a las condiciones de vida de los ciudadanos chinos, especialmente en la comida, el vestido, el idioma y a las condiciones de la vivienda. Aquellos médicos y enfermeras, después de haberse convertido en «médicos españoles», se habían integrado en China mucho mejor que la mayoría de los extranjeros[90].

V. CONCLUSIONES[Subir]

La integración de los médicos exvoluntarios de las Brigadas Internacionales en el CAM fue una acción internacionalista de pequeñas dimensiones, pero bastante extraordinaria en el contexto de los inicios de la Segunda Guerra Mundial. Estos médicos y enfermeras civiles cruzaron medio mundo cuando estalló la guerra y lograron acostumbrarse a las condiciones de trabajo de las regiones chinas más aisladas, llevando conocimientos frescos en medicina preventiva y militar que jugarían un papel destacado en el desarrollo de la plantilla sanitaria del CAM y, en última instancia, en el desempeño de la medicina china durante la guerra contra Japón. Fue, por lo tanto, una historia de integración, tanto a nivel de grupo humano como en el terreno del conocimiento. Sin embargo, observando las memorias de los médicos que sirvieron en el CAM, así como también los documentos de archivo, persiste un cierto desánimo ante aquella empresa, como si las dificultades que sobrevinieron hubieran sobrepasado estos logros.

La decisión del doctor Lim de integrar a aquel grupo de exvoluntarios de las Brigadas Internacionales bien puede considerarse como una medida precursora, aun a pequeña escala, de los lazos de mucha más envergadura que se consolidarían en los años siguientes a través de la alianza entre la China de Chiang Kai-shek, el Reino Unido de Winston Churchill, la Francia libre del general De Gaulle, la Unión Soviética de Iósif Stalin y los Estados Unidos de Franklin D. Roosevelt, además de los luchadores de la resistencia y antifascistas polacos, checoslovacos, austríacos, alemanes, chinos, birmanos, vietnamitas, filipinos, etc. A pesar de que el doctor Lim dimitió del CAM en 1943, la mayoría de los médicos que habían formado parte de aquella institución, incluyéndose él mismo y los exvoluntarios de las Brigadas Internacionales, fueron traspasados a diversos organismos militares aliados donde pudieron poner en práctica sus conocimientos médicos en el contexto de la guerra del Pacífico, donde China ya no luchaba sola contra Japón. No en vano, el general norteamericano Joseph Stilwell otorgaría la medalla a la Legión de Honor al doctor Lim[91].

Sin embargo, aquellas alianzas que permitieron la victoria aliada no estuvieron exentas de todo tipo de tensiones y problemas. La integración de este equipo médico ejemplifica las dificultades concretas para consolidar una alianza internacionalista que se produjo entre individuos e instituciones de muy diversa categoría y procedencia. Más allá de la alta política y la diplomacia, este caso expone cómo pudo integrarse un equipo sanitario comunista europeo en una organización china dominada por los nacionalistas en un contexto de tensa alianza entre ambas fuerzas políticas. Aunque se trata de un proceso a pequeña escala, su relevancia, o quizá su excepcionalidad, despertó el interés de altos dirigentes de la política china como Chiang Kai-shek o Zhou Enlai.

Por último, al observar el primer año de la Segunda Guerra Mundial desde una localidad periférica como Tuyunguan, el artículo visibiliza algunas percepciones eurocéntricas del conflicto, como la misma cronología de los hechos o la construcción internacional del bando aliado. La conexión global entre los movimientos antifascistas de apoyo a la España republicana y a la China del Frente Unido ha sido un tema poco estudiado de aquella época. Estos movimientos internacionalistas tuvieron su momento álgido en la segunda mitad de 1937, mientras se producían los primeros combates de la guerra de China contra Japón y cuando la victoria republicana en España todavía parecía posible. Aunque la connivencia de ambos conflictos terminó a principios 1939, este proyecto internacionalista muestra cómo estas conexiones perduraron, a pesar de que a partir de entonces quedaron subsumidas en la gran narrativa de la Segunda Guerra Mundial.

NOTAS[Subir]

[1]

El investigador es miembro del grupo ALTER de la Universitat Oberta de Catalunya. Esta investigación forma parte del proyecto I+D+i llamado TACK (PID2019-108637GB-100) y ha sido financiada por el programa Ramón y Cajal (RYC2018-024078-I) del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España y del Programa Social Europeo de la Unión Europea. Agradezco los comentarios de los revisores anónimos, los editores de la revista Historia y Política y también al profesor Stephen Jacobson por su interés en esta investigación.

[2]

«Ships on dock», Morning Tribune, 07-09-1939: 7.

[3]

Iancu (‍2008 [1979]: 83-‍84).

[4]

«Examination of ships», Morning Tribune, 05-09-1939: 3.

[5]

Iancu (‍2008 [1979]: 91).

[6]

«Shipping news», Hong Kong Daily Press, 13-09-1939: 11.

[7]

«Zhongguo hongshizihui jiuhu zongdui waiji renyuan» (lista de extranjeros en el CAM), 1941, en Guizhousheng dang’an guan (Archivo Provincial de Guizhou), fondo Zhongguo hongshizihui zonghui jiuhu zongdui (Cruz Roja China / Cuerpo de Ayuda Médica), en adelante GZDAG/ZHZJZ, 2539. En inglés, la escuela se llamó Emergency Medical Service Training School; en chino, Zhanshi weisheng renyuan xunliansuo.

[8]

Soon (‍2020: 61-‍62).

[9]

Sobre la importancia de la integración en la historia global, véase Conrad (‍2017: 9); sobre las biografías de estos médicos, véase Brasó Broggi (‍2022); sobre el CAM como institución, véase Watt (‍2014) y Soon (‍2020).

[10]

Sobre las metodologías de la microhistoria y la historia global, véase Levi (‍2019: 40).

[11]

Reinisch (‍2016: 201-‍202).

[12]

Para un reciente análisis institucional del internacionalismo socialista, véase Dogliani (‍2017).

[13]

Weber (‍2013) [1918].

[14]

Borao (‍2017: 225-‍254).

[15]

Gupta (‍2017: 217-‍220).

[16]

Zarrow (‍2005: 295-‍300).

[17]

Sobre esta cuestión véase Van de Ven (‍2017).

[18]

Soon (‍2020: 5).

[19]

«18 Doctors Who Served in Spain Arrive in China», The New York Times, 27-10-1939: 1.

[20]

Tsou y Tsou (‍2013 [2001]: 302-‍303); véase también Lin (‍2015: 9).

[21]

«Honghui jiuhu gongzuo jiuhu zongdui lin kesheng boshi tanhua» (Una conversación con el doctor Lim, director del Cuerpo de Ayuda Médica de la Cruz Roja China), Dagongbao, 15-10-1940: 6; véase también Fritz Jensen, «Some features of war surgery and army medical service during the Spanish Civil War», The Chinese Medical Journal, vol. 62A, junio de 1944: 95-‍100; ejemplar disponible en New York University Tamiment Library & Wagner Labor Archives, Abraham Lincoln Brigade Archives, en adelante, NYU/TLWLA-ALBA, Fredericka Martin Papers, caja 1 carpeta 25.

[22]

Becker (‍1972: 92).

[23]

«Zhonghua yixuehui, di wu jie dahui» (Quinto Congreso Médico de China), 2-‍5 de abril de 1940, en GZDAG/ZHZJZ, 119, Hunan weisheng gongzuo jikuang cailiao (Materiales para la situación del trabajo sanitario en Hunan: 44-‍50).

[24]

Zhou (‍2017: 320-‍338).

[25]

En chino, Zhanshi weisheng renyuan xunliansuo.

[26]

Mapa de Tuyunguan representado en los paneles de información del parque público de Tuyunguan, visita del autor en abril de 2018.

[27]

Lin (‍2015: 29).

[28]

Jensen (‍1950: 10) y Becker (‍1972: 96).

[29]

«The work of the units», enero de 1940, citado en China Medical Aid Committee, First Report, julio de 1940, en The National Archives, en adelante TNA, fondo Foreign Office, FO 371/24667, p. 382.

[30]

«Fifth Report of the China Red Cross Commission», agosto-diciembre de 1939, en GZDAG/ZHZJZ, 1078, waiwen: 12.

[31]

Iancu (‍2008) [1979]: 104.

[32]

Lin (‍2015: 33).

[33]

Mitter (‍2013: 211).

[34]

Becker (‍1972: 96).

[35]

«Fifth Report of the China Red Cross Commission», agosto-diciembre de 1939, en GZDAG/ZHZJZ, 1078, waiwen: 25-26.

[36]

Lin (‍2015: 57).

[37]

Zeng (‍2017: 189-‍190).

[38]

Becker (‍1972: 98-‍99).

[39]

«Fifth Report of the China Red Cross Commission», agosto-diciembre de 1939, en GZDAG/ZHZJZ, 1078, waiwen: 12-23. Lin (‍2015: 33).

[40]

Lin Jingcheng, «Dijiu dadui yu sici Xiangbei huizhan» (La novena división y las cuatro Guerras de Xiangbei), sin fecha (‍Guiyangshi Dang’an guan, 2009: 33-‍36).

[41]

Broggi (‍1998 [1986]: 25-‍37).

[42]

Fritz Jensen, «Some features of war surgery and army medical service during the Spanish Civil War», The Chinese Medical Journal, vol. 62A, junio de 1944, pp. 95-‍100; ejemplar disponible en NYU/TLWLA-ALBA, Fredericka Martin Papers, carpeta Jensen, Fritz (a.k.a. Friedrich Albert Jerusalem), caja 1 / carpeta 25.

[43]

Sobre esta cuestión, véase Wetherby (‍2017) y Brasó Broggi (‍2017).

[44]

«Dongfang de nanding ge’er» (La Florence Nigthingale del este), en Zhou Bolu xiaojie de yizhu (documentos póstumos de la señorita Zhou Bolu), sin fecha, compilado en Guiyangshi Dang’an guan (‍2009: 33). Sobre esta cuestión, véase Barnes (‍2018).

[45]

Informe de R. K. S. Lim al director de la Cruz Roja China, Wang Zhengting, 5 de noviembre de 1939, en Columbia University Archival Collections, fondo American Bureau for Medical Aid to China Records, en adelante CUAC/ABMAC, Caja 23/Carpeta National Red Cross Society of China (Lim Reports).

[46]

György Schön, «Hogy harclonak új kínaért?!», Kanadai Magyar Munkás, 18-1-1940: 5. Agradezco a Matyas Mervay esta referencia.

[47]

Freudmann (‍1994 [1947]: 34). Además de la traducción al chino, existe también traducción al inglés (‍Freudmann, 2008 [1947]). Versión Kindle.

[48]

Iancu (‍2008 [1979]: 103). Véase también «Informe del médico búlgaro Kaneti Ianto Davidov de la 86.ª Brigada Mixta Internacional en España sobre su trabajo en China de 1939 a 1945», sin fecha, en Rossijskij Gosudarstvennyj Arhiv Social'no-politicheskoj Istorii (Archivo Estatal Ruso de Historia Sociopolítica), en adelante RGASPI, fondo Plenos del Comité Ejecutivo de la Comintern (ECCI, fondo 495), RGASPI 495/195/1931.

[49]

Informe de R. K. S. Lim al director de la Cruz Roja China, Wang Zhengting, 5 de noviembre de 1939, en CUAC/ABMAC, Caja 23 / Carpeta National Red Cross Society of China (Lim Reports).

[50]

Freudmann (‍1994 [1947]: 39-‍40).

[51]

Watt (‍2014: 220).

[52]

«Informe del médico búlgaro Kaneti Ianto Davidov de la 86.ª Brigada Mixta Internacional en España sobre su trabajo en China de 1939 a 1945», sin fecha, en RGASPI, fondo Plenos del Comité Ejecutivo de la Comintern (ECCI, fondo 495), RGASPI 495/195/1931: 1.

[53]

Joseph Needham, «Memorandum», sin fecha (abril de 1944, informaciones sacadas de la experiencia como médico de guerra de Fritz Jensen), en TNA, Fondo medical Research Council, FD 1/6663.

[54]

«Fifth Report of the China Red Cross Commission», agosto-diciembre de 1939, en GZDAG/ZHZJZ, 1078, waiwen: 95.

[55]

Soon (‍2020: 4) y Watt (‍2014: 13).

[56]

«Sixth Report of the China Red Cross Commission», enero-julio de 1940, en GZDAG/ZHZJZ, 1355, waiwen: 6, 89. Los nombres de los diecisiete medicos son los siguientes: Herbert Baer, Rolf Becker, Carl Coutelle, Stanisław Flato, Walter Freudmann, David Iancu, Fritz Jensen, Władysław (Wolf) Jungermann, Leon Kamieniecki, Ianto Kaneti, Heinrich Kent, Friedrich Kisch, Jacob Kranzdorf, František Kriegel, György Schön, Wiktor Taubenfligel y Alexander Volokhine. Las dos enfermeras fueron Edith Marcus y Mania Kamieniecki.

[57]

«Informe del médico búlgaro Kaneti Ianto Davidov de la 86.ª Brigada Mixta Internacional en España sobre su trabajo en China de 1939 a 1945», sin fecha, en RGASPI, fondo Plenos del Comité Ejecutivo de la Comintern (ECCI, fondo 495), RGASPI 495/195/1931: 1.

[58]

«Zhonghua minguo hongshizihui zonghui jiuhu zongduibu gongzuo jianbao» (Informes sobre la labor del CAM de la CRC, 1939 y 1940) (‍Guiyangshi Dang’an guan, 2009: 315).

[59]

«Seventh Report of the China Red Cross Commission», agosto-diciembre de 1940, en GZDAG/ZHZJZ, 1355, waiwen: 15-25.

[60]

Guo (‍2017: 344-‍346).

[61]

«Informe del médico búlgaro Kaneti Ianto Davidov de la 86.ª Brigada Mixta Internacional en España sobre su trabajo en China de 1939 a 1945», sin fecha, en RGASPI, fondo Plenos del Comité Ejecutivo de la Comintern (ECCI, fondo 495), RGASPI 495/195/1931: 34.

[62]

«The work of the units», enero de 1940, citado en China Medical Aid Committee, First Report, julio de 1940, en TNA, fondo Foreign Office, FO 371/24667: 382.

[63]

Lin Jingcheng, «Dijiu dadui yu sici Xiangbei huizhan» (La novena división y las cuatro guerras de Xiangbei) (‍Guiyangshi Dang’an guan, 2009: 34).

[64]

Sewlyn-Clarke al doctor Lim, 16 de agosto de 1940, en GZDAG/ZHZJZ, 1080, waiji yisheng jingfei (fondo para los médicos extranjeros: 103, 111 y 112).

[65]

«Propositions du parti avec l’acord du camarade Marty», 11 de julio de 1939, en RGASPI, fondo Interbrigadas del Ejército Republicano de España (fondo 545), RGASPI 545/6/580: 17-‍23.

[66]

Andre Marty al general Gamil, presidente de la Comisión Española de Eetirada de los Voluntarios Internacionales, 17 de diciembre de 1938, en RGASPI, fondo Interbrigadas del Ejército Republicano de España (fondo 545), RGASPI 545/1/18: 148-‍149.

[67]

«Protokół przesłuchania podejrzanego» (Protocolo de interrogación del sospechoso), Wolf Jungermann, 13 de enero de 1954, en Instytut Pamięci Narodowej (Archivo del Instituto de la Memoria Historia de Polonia)/Oddziałowe Biuro Udostępniania i Archiwizacji Dokumentów w Warszawie (archivos del departamento de Varsovia), en adelante IPN/OBU, 846/750: 7-‍13; El informe de Ianto Kaneti está disponible en los archivos del Komintern (ver nota 44); véase también Iancu (2008 [1979]: 76).

[68]

«China Medical Aid Committee, First Report», julio de 1940, en TNA, fondo Foreign Office, FO 371/24667: 382-‍87.

[69]

Tor Gjesdal al doctor Co Tui, 22 de octubre de 1940, en CUAC/ABMAC, carpeta Foreign Auxiliary caja 22, sin página.

[70]

Sobre la familia Soong y su papel en la guerra contra Japón, ver Hahn (‍1941), Seagrave (‍1985) y, más recientemente, Chang (‍2019).

[71]

Hilda Selwyn-Clarke al doctor Lim, 11 de octubre de 1939, en GZDAG/ZHZJZ, 1080, waiji yisheng jingfei (fondo para los médicos extranjeros: 75).

[72]

Freudmann (‍1994 [1947]: 18).

[73]

«Protokół przesłuchania podejrzanego» (Protocolo de interrogación del sospechoso), Stanisław Flato, 20 de abril de 1953, en IPN/OBU, 846/749: 107-‍12.

[74]

«A fighter for China is dead», en China Defense League Newsletter, 15 de diciembre de 1939, en CUAC/ABMAC, carpeta China Defense League, caja 5, sin página.

[75]

List of contributors, enero-julio de 1940, en GZDAG/ZHZJZ, n.º 1080, waiji yisheng jingfei (fondo para los médicos extranjeros: 60).

[76]

«Informe del médico búlgaro Kaneti Ianto Davidov de la 86.ª Brigada Mixta Internacional en España sobre su trabajo en China de 1939 a 1945», sin fecha, en RGASPI, fondo Plenos del Comité Ejecutivo de la Comintern (ECCI, fondo 495), RGASPI 495/195/1931: 30.

[77]

Iancu (‍2008 [1979]: 122-‍123).

[78]

Sobre los archivos de Kaneti, ver nota 44; los archivos de Iancu se encuentran en RGASPI, fondo Plenos del Comité Ejecutivo de la Comintern (ECCI, fondo 495), 495-‍225-1940. Los de Flato siguen estando clasificados en la correspondencia de Gueorgui Dimitrov (RGASPI 495/73/188). Agradezco a Evgeny Kalkaev el acceso a los archivos del RGASPI en Moscú.

[79]

Iancu (‍2008 [1979]: 126).

[80]

Kaneti a Yaromov, 28 de julio de 1940, en RGASPI, fondo Plenos del Comité Ejecutivo de la Comintern (ECCI, fondo 495), RGASPI 495/195/1931: 34.

[81]

Watt (‍2014: 147-‍48).

[82]

Heinrich Kent a Edith Kent, hermana de Heinrich, julio de 1941, en NYU/TLWLA-ALBA, Fredericka Martin Papers, carpeta Cohn, Ernst (a.k.a. Heinrich Kent) and Edith Kent Marcuse, Caja 3 / Carpeta 5.

[83]

«Jiuhu zongbudui, hongshizihui de qianfang» (el frente de la Cruz Roja. El Centro de Atención Médica), 1939-‍1940 (‍Guiyangshi Dang’an guan, 2009: 67).

[84]

Dr. J. Heng Liu, «Letter addressed to all diplomatic representatives in Nanking and to the International Red Cross Committee», 18 de septiembre de 1937, en TNA, Fondo Colonial Office, CO 129/580/8.

[85]

«Hongshizihui dingding waiyi fuwu banfa» (regulaciones para el servicio de médicos extranjeros en la Cruz Roja China), 22 de marzo de 1939, reproducido en Chi y Li, vol. 6 (‍2016: 261).

[86]

Watt (‍2014: 189); véase también Freudmann (‍2008) [1947] y Iancu (‍2008) [1979].

[87]

Freudmann (‍1994 [1947]: 111-‍112).

[88]

Wang Xiaolai, «Shicha baogao» (Informe de investigación), septiembre de 1940 (‍Guiyangshi Dang’an guan, 2009: 143).

[89]

«7th report of the China Red Cross Medical Relief Corps», julio-diciembre de 1940, en GZDAG/ZHZJZ, 1355, waiwen (documentos en lenguas extranjeras: 15-‍25).

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Guizhousheng dang’an guan (Archivo Provincial de Guizhou), fondo Zhongguo hongshizihui zonghui jiuhu zongdui (Cruz Roja China/Cuerpo de Ayuda Médica), GZDAG/ZHZJZ.

Instytut Pamięci Narodowej (Archivo del Instituto de la Memoria Historia de Polonia)/Oddziałowe Biuro Udostępniania i Archiwizacji Dokumentów w Warszawie (archivos del departamento de Varsovia), IPN/OBU.

The National Archives (Reino Unido, Kew Gardens, Londres), TNA.

New York University Tamiment Library and Wagner Labor Archives, Abraham Lincoln Brigade Archives, NYU/TLWLA-ALBA.

Rossijskij Gosudarstvennyj Arhiv Social’no-politicheskoj Istorii (Archivo Estatal Ruso de Historia Sociopolítica), RGASPI.