RESUMEN

El cine recrea representaciones sociales a través de la transmisión de valores y modelos que pueden entrar en conflicto con los principios igualitarios y requerir la reflexión de los espectadores. Este trabajo analiza el cine romántico de la primera década del siglo xxi como creador de imágenes de pareja correspondientes a relaciones no igualitarias. Se seleccionaron las veinte películas románticas con mayor recaudación para una reflexión efectiva y el diálogo crítico fundamentado en los principios de la educomunicación. Se utilizó una metodología mixta cualitativa (seis entrevistas en profundidad con expertos) y cuantitativa (cuestionario a 251 estudiantes universitarios). El cine fue valorado positivamente por estudiantes y expertos como producto cultural facilitador para el análisis, reflexión y deconstrucción de imágenes, que pueden confrontar contra valores de sociedades igualitarias y plurales y, en este sentido, se considera una excelente herramienta para trabajar en las aulas la perspectiva de género.

Palabras clave: Igualdad; cine romántico; educomunicación; relaciones de pareja; valores igualitarios; educación cinematográfica; reflexión crítica; perspectiva de género.

ABSTRACT

Cinema recreates social representations through the transmission of values and models that may conflict with egalitarian principles and require reflection by viewers. This paper analyzes the romantic cinema of the first decade of the 21st century as a creator of images of couples corresponding to non-egalitarian relationships. The 20 highest grossing romantic films were selected for effective reflection and critical dialogue based on the principles of Educommunication. A mixed qualitative (six in-depth interviews with experts) and quantitative (questionnaire to 251 university students) methodology was used. Cinema was positively valued by students and experts as a cultural product that facilitates the analysis, reflection and deconstruction of images, which can confront the values of egalitarian and plural societies and, in this sense, it is considered an excellent tool to work on the gender perspective in the classroom.

Keywords: Equality; romance cinema; Educommunication; couple relationships; egalitarian values; film education; critical reflection; gender perspective.

Cómo citar este artículo / Citation: Morales Romo, N., Morales Romo, B. y Hernández-Serrano M. J. (2023). Educomunicación y cine: una estrategia didáctica para fomentar la igualdad de género desde las aulas. IgualdadES, 8, 43-‍78. doi: https://doi.org/10.18042/cepc/IgdES.8.02

SUMARIO
  1. RESUMEN
  2. ABSTRACT
  3. I. INTRODUCCIÓN
  4. II. ESTADO DE LA CUESTIÓN
    1. 1. Perspectiva de género y cine
    2. 2. El cine romántico como creador de imágenes de las relaciones de pareja
    3. 3. Cine romántico y educomunicación
    4. 4. Esencia del cine en cuanto a su potencial educativo
    5. 5. El cine como recurso didáctico en las aulas
  5. III. METODOLOGÍA
  6. IV. RESULTADOS
    1. 1. Actitudes hacia el cine romántico
    2. 2. Imágenes percibidas de relaciones de pareja igualitarias y no igualitarias
    3. 3. Películas románticas e igualdad
    4. 4. El potencial del cine romántico en las aulas
  7. V. CONCLUSIONES
  8. NOTAS
  9. Bibliografía
  10. Filmografía
  11. Apéndice. Guión del cuestionario

I. INTRODUCCIÓN[Subir]

El cine es un medio cultural reconocido para analizar la vida social (‍Zhang, 2017; ‍Pippin, 2019). Además de dotar de sentido a un acto lúdico y recreativo, donde el reto de «aprender a aprender, para aprender a vivir» adquiere todo su sentido al considerar el valor de las relaciones afectivas (‍Padva y Buchweitz, 2017). El cine transmite valores y modelos de relación de todo tipo, representando el mundo y ofreciendo situaciones contextualizadas en determinados medios históricos y socioculturales.

El cine es también un generador de procesos de identificación (‍Willis, 2017) e implicación empática (‍Gallese y Guerra, 2019), nos hace más o menos permeables en su intencionalidad representacional y, en este sentido, el cine puede ser una plataforma de experiencias «vividas por otros», y por tanto un poderoso instrumento de comprensión y comparación con lo realmente vivido (‍Malyshev, 2018). Así, la «cultura práctica» se va alimentando y reconfigurando por los acontecimientos y los comportamientos de representación (buenos o malos) que llevan a cabo los personajes de las películas (‍Munshi, 2017). En consecuencia, el cine proporciona representaciones a través de imágenes para que los ciudadanos recreen interacciones o relaciones sociales; es decir, las imágenes transmitidas y evocadas bien por la narrativa y sus puntos de vista, bien por los personajes, sus roles, valores y reacciones, provocando un impacto en las audiencias, que pueden despertar y enriquecer sus perspectivas o, por el contrario, reforzar versiones tradicionales, limitadas o no igualitarias de las relaciones interpersonales. Las imágenes sobre los géneros no son estáticas, sino que evolucionan. Hay trabajos que hablan incluso de una superación feminista de la masculinidad en algunos aspectos (‍Salazar Benítez, 2021) y quizás el cine haya sido un elemento con importantes contribuciones en este sentido.

Ni causal ni siquiera consciente, sino subjetiva, la formación de la imagen transmitida en las películas depende de las habilidades mediáticas de la audiencia, como la decodificación, la reflexión crítica, la intercomunicación y el diálogo permanente en torno a las percepciones y captaciones. En este trabajo, la educomunicación sirve como metodología de participación cívica y de comunicación para enseñar a ver películas específicamente románticas en las que las relaciones entre hombres y mujeres no siempre son igualitarias, en contra de lo esperado en sociedades avanzadas o plurales. La exposición a mitos y tergiversaciones de las relaciones de pareja, incluso la normalización de la dependencia, el abuso o la dominación, necesita una revisión de cómo se generan las imágenes de las relaciones de pareja para la reflexión efectiva y el diálogo crítico de los espectadores activos, y especialmente para las generaciones más jóvenes, en la necesidad de proporcionarles pistas y estrategias educativas para la creación reflexiva de imágenes.

Cancio (‍2020) considera que, desde sus orígenes, el cine ha tenido una vocación moralizadora, heredada de la filosofía. Diversos estudios se han centrado en el cine y la educación en valores en general (‍Blasco et al., 2015), así como con aplicaciones concretas como la educación ambiental (‍Stadler, 2017) o la mejora de la salud mental (‍McCann y Huntley-Moore, 2016).

El cine puede utilizarse como recurso a muchos niveles, desde una visión histórica hasta un análisis de elementos más complejos y especializados con preguntas como: ¿desde qué punto de vista está narrado? ¿Qué muestra y qué oculta, y por qué? ¿Qué representaciones refleja? ¿Qué papel representa cada personaje? ¿Cómo se relaciona con la realidad que trata de evocar? ¿Qué valores transmite? ¿Qué tipo de reacción trata de provocar en el espectador? ¿A qué público se dirige? ¿Qué aspectos culturales muestra? Y así sucesivamente según la película de que se trate.

El cine es un instrumento esencial para analizar las conductas, la cultura o los grupos sociales. Es un recurso didáctico vital para despertar y enriquecer las competencias y habilidades de análisis, reflexión, y comunicación. Además, da sentido a un acto lúdico y recreativo, que contribuye al desafío de «aprender a aprender, para aprender a vivir» (‍Cuevas, 2020). Precisamente este potencial es el que sirve de base a este trabajo, que une el impacto del cine como medio de comunicación audiovisual con su potencial en cuanto a trabajar desde la perspectiva de género, desterrando conductas patriarcales y conservadoras que perpetúan la sumisión de las mujeres frente al predominio histórico de los hombres.

Para Ramos Alonso (‍2021), el cine refleja el mundo real desde un marco ficticio y recrea contextos en determinados medios históricos y socioculturales, con un gran impacto en la transmisión de valores y elementos culturales. Todo ello impacta en el potencial del cine como recurso didáctico. Al ser también generador de procesos de identificación, nos afecta de diversas formas originando reflexiones, pensamientos y emociones. A través de un film podemos sentir e identificarnos con los personajes y esas sensaciones vivenciales pueden ser empleadas para construir una sociedad más igualitaria entre todos y todas.

En un mundo audiovisual, la imagen es una de las principales fuentes de conocimiento (‍Nova, 2013). El cine, al igual que otros medios audiovisuales, es altamente atractivo para los jóvenes, lo que lo convierte en un excelente recurso didáctico para fomentar y motivar los procesos de enseñanza-aprendizaje del alumnado en todas las etapas y niveles. En un contexto dominado por la imagen audiovisual, consideramos que la ficción sigue siendo una herramienta esencial en la educación, al menos en tres niveles: el aprendizaje de contenidos y elementos audiovisuales, la construcción de nuestros propios mensajes audiovisuales (competencia fundamental en una cultura mediática participativa) y la recepción crítica de los mensajes que consumimos, ya sean informativos, de ficción o publicitarios, entre otros. En este último sentido es donde se focaliza este trabajo para que una película romántica pueda ser elemento de análisis y crítica en cuanto a las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres en distintos ámbitos.

Para un individuo en proceso de formación académica y personal, el cine puede ser una gran herramienta que ofrezca experiencias «vividas por otros» y, por tanto, tremendamente útil para comparar con lo que uno ha experimentado realmente. Así, se va creando una «cultura práctica» que se nutre no solo de lo vivido en primera persona, sino también de comportamientos ejemplares (buenos o malos) interpretados por personajes fílmicos (‍Pérez Fernández-Tresguerres, 2020).

Como se está reconociendo desde distintos ámbitos de la educación, la escuela no puede permanecer ajena al modelo actual de sociedad fuertemente vinculado al manejo de la información y la comunicación (‍Tedesco, 2017; ‍Kim et al., 2014), y no exclusivamente al reciente modelo de sociedad industrial dedicada a las superproducciones. En este nuevo contexto socioeducativo el cine es un gran recurso para fomentar la creatividad y para el análisis de las emociones del alumnado, que puede integrarse como elemento fundamental de su educación (‍Rey, 2022).

Desde este artículo se pretende, por tanto, profundizar en el cine, en general, y en el subgénero romántico, en particular, como una herramienta al servicio de la educación que sirva para fomentar una igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

II. ESTADO DE LA CUESTIÓN[Subir]

1. Perspectiva de género y cine [Subir]

El cine puede utilizarse como instrumento para difundir determinados conceptos, analizar las ideas sobre el mundo contenidas en las películas y proponer algunas discusiones sobre el momento histórico actual que contribuyan a la construcción de una realidad social apoyada en cambios que afecten a distintos colectivos (‍Alarcón, 2019). En este sentido, el cine cumple una serie de características que orientan sobre su idoneidad para abordar la perspectiva de género.

Las producciones cinematográficas piensan su tiempo y la escuela puede descubrir el pensamiento que se esconde detrás de las películas. Para llevar a cabo este proceso, solo es necesario cuestionar las películas (‍Lorente y Romero, 2021). Además, es posible establecer una perspectiva comparativa entre la desigualdad de género en función de distintos contextos históricos e, incluso, dentro de un mismo periodo de tiempo se pueden analizar películas que ofrezcan los tradicionales estereotipos de género frente a otras que ofrezcan visiones igualitarias entre hombres y mujeres en distintos ámbitos y contextos.

El cine nos ayuda a observar desde el visionado de una sala de cine o desde nuestra casa influyendo en nuestros pensamientos, percepciones e impulsa nuestros sentimientos. Visionar una injusticia puede incentivar nuestro espíritu crítico. Por ejemplo, en una película que muestre la dominación del hombre sobre la mujer nos hace más críticos y sensibles e incentiva nuestra reflexión. Varios trabajos han identificado el potencial del cine en numerosos aspectos como la interculturalidad (‍Soler, 2020) o la perspectiva de género (‍Morales, 2017)

2. El cine romántico como creador de imágenes de las relaciones de pareja [Subir]

El punto de partida de muchas industrias cinematográficas es el diseño de productos representativos para el público, capaces de conectar a través de un proceso de identificación y negociación de significados. En ciertos géneros, como el romance, la representación incluye vidas y deseos, funcionando para franquicias y mercados transmedia más amplios (‍Morrissey, 2016). El punto principal de dicha representación es que crea imágenes que tenían y tienen influencias de poder en cómo las relaciones de pareja prevalecen para ser vistas. En este sentido, las imágenes pueden representar la pluralidad o, por el contrario, mitos estáticos, omitiendo realidades actuales subrepresentadas, incluso conservando asociaciones problemáticas como el abuso, la desigualdad o la violencia.

En las sociedades modernas el avance hacia relaciones igualitarias entre las parejas necesita de la representación de la diversidad en la sexualidad, la multiculturalidad o la intimidad (‍Gallego y Merskin, 2007; ‍Hammack et al., 2019). Sin embargo, estas imágenes no aparecen con la frecuencia esperada en el cine, sobre todo teniendo en cuenta el mayor consumo por parte del público del género del romance y su subgénero de las comedias románticas. En estos casos, las imágenes de las relaciones utilizan perspectivas predominantes o imágenes tradicionales que tienen efectos considerables sobre cómo se representa a las mujeres y a los hombres (‍Guerrero-Pico y Scolari, 2016; ‍Grindon, 2011; ‍Todd, 2013; ‍Arauna et al., 2018; ‍Fletcher et al., 2019, entre otros). Convenciones como la heterosexualidad o la lucha de sexos fundan la mayoría de las imágenes creadas en la comedia romántica, con efectos vagos, negativos o distorsionados en las audiencias. El manido final feliz es una de las imágenes habituales de las relaciones de pareja en las comedias románticas, junto con el héroe solitario, la infidelidad, la pareja incómoda, laincertidumbre del cambio de roles de género, entre otros (‍Deleyto, 2011). Como bien informa Grindon, el cine romántico está lleno de convenciones que sirven al espectador para anticiparse a la trama, a través de «una pose astuta [...] para influir en su público mientras los espectadores apenas reparan en el poder persuasivo de la obra» (‍2011: 2). Así pues, las imágenes no son solo transmisoras, sino también fuerzas de reproducción o transgresión. La clave está en hacer un buen uso de esa previsibilidad de género como la comedia romántica (‍Stevens, 2020) para provocar la reflexión de los espectadores y descubrir tergiversaciones. Aunque este género romántico ha sido considerado durante mucho tiempo como un género cinematográfico inferior por críticos y estudiosos (‍Kaklamanidou, 2013), su poderoso alcance, debido al alto consumo, lo convierte en un importante creador de imágenes de parejas y puede ser utilizado para fomentar la reflexión y abrir el debate.

En este trabajo afirmamos con la teoría de Bernstein que el valor de los creadores de imágenes puede transferirse de los creadores de películas a la audiencia, es decir, que las audiencias educadas suscitarían la reflexión sobre cómo estas imágenes son moldeadas por contextos cambiantes particulares, interpretadas, descosidas o remezcladas (‍Bernstein, y Burn, 2019). Si bien este es un diálogo desafiante, ya que presupone audiencias hábiles o alfabetizadas (‍Gallego y Merskin, 2007), sin embargo, sumando el enfoque de la educomunicación se promueve una conciencia basada en valores democráticos ampliamente reconocidos, como la libertad o la igualdad; además, las audiencias transmedia tienen hoy múltiples posibilidades de insertar el pensamiento crítico y reflexivo en diversos formatos (‍Grindon, 2011; ‍Todd, 2013). Al hacerlo, las audiencias de cine son cada vez menos pasivas, acríticas o complacientes y el propio cine romántico puede volcarse a ampliar la diversidad de imágenes de las relaciones de pareja.

Como espectadores y espectadoras, estamos siendo testigos de cómo en la última década de películas románticas se pueden estar utilizando imágenes para promover relaciones igualitarias entre los sexos que se eximen de los roles patriarcales tradicionales acompañados de estereotipos que hasta hace solo unos años parecían inevitables, o la aparición del subgénero «inteligente» de las «películas para chicas» (‍Radner, 2017). Por el contrario, en las películas románticas de la última década, que siguen siendo muy consumidas (‍Hayward, 2013), incluso por las generaciones más jóvenes (cita), es menos difícil encontrar sesgos o normalizar las imágenes de las relaciones entre hombres y mujeres. Esta es el área elegida por este estudio, con el objetivo de identificar las imágenes de las imágenes tradicionales e igualitarias de parejas representadas, en el que es necesario analizar si se plantea la conciencia y la reflexión.

3. Cine romántico y educomunicación[Subir]

Desde que la UNESCO presenta a finales de los setenta el enfoque de la educomunicación (‍Kaplún, 1998), se generó un nuevo reconocimiento de los medios de comunicación como posibilitadores de procesos creativos y cognitivos, aunque iniciado por la idea mcluhaniana de los medios de comunicación de masas como una extensión del proceso mental. Más allá de otros enfoques como la alfabetización mediática o la educación comunicativa, la educomunicación pretende promover una ciudadanía más crítica y activa (‍Aguaded, 2013), logrando una participación responsable y un pensamiento crítico, cuestionando la información disponible y la posible no neutralidad de los medios de comunicación, las redes sociales y cualquier transmisor de información en la cultura de la conectividad (‍Van Dijck, 2016). Mediante una educación capaz de impulsar la reflexión y la acción autónomas, individualmente o automanejando grupos (‍Kaplún, 2010), la educomunicación proporciona instrumentos para comprender, situar o desmitificar la producción social de medios y transmedia a lo largo de sociedades plurales y multiculturales. A partir de un diálogo democrático, el proconsumidor mediático puede adoptar una distancia crítica, convirtiéndose en consumidor consciente sobre sí mismo, entre las relaciones y hacia la realidad retratada por los medios. Coe yYeung (‍2019) encuentran que las creaciones culturales, y los sistemas educativos en general, son mercancías, aunque encubran las redes económicas subyacentes; es aquí donde, como se propone en este trabajo, el enfoque de la educomunicación sirve para inspirar la sensibilización y la toma de conciencia de las imágenes transmitidas y omitidas en las películas.

El cine tiene la capacidad de generar referencias para sociedades, épocas y movimientos al ofrecer un material difícilmente recreable desde otros parámetros no audiovisuales, ampliando cánones sociales y modelos éticos y culturales. La repercusión del cine como poderoso instrumento de transmisión de significados es evidente (‍Chaparro, 2014). Este es precisamente el fundamento sobre el que se asienta este estudio: utilizar las potencialidades del cine para convertir a los discentes en creadores de imágenes reflexivos, conscientes de las poderosas influencias y capaces de leer qué imágenes están infra o tergiversadas. Para el estudiantado, como afirma Morin (‍2008), el cine ofrecería tres tipos de potencialidades: puede suscitar y generar diálogos reflexivos sobre diferentes temas para ayudarles a progresar en la comprensión; presentar formas de ver, ampliar la comprensión y experimentar el mundo en espacios y contextos particulares no concebidos y, por último, ofrecer la posibilidad de confrontar las imágenes vistas con sus propias experiencias y construir, remodelar o consolidar el sentido y los significados para su vida.

Varios estudios se han centrado en el cine como posibilitador de la reflexión y el diálogo crítico en la educación. Decoster y Vansieleghem (‍2014) han mostrado diferentes formas de entender el binomio cine/educación, analizando la pedagogía cinematográfica y reflexionando sobre la discusión pedagógica entre Deleuze (‍2013), Benjamin (‍2008) y Giroux (‍2004), mostrando que es necesaria la reflexión sobre las implicaciones de la naturaleza del cine tanto para el pensamiento como para la educación. Gozálvez y Contreras insisten en la formación de la atención y los compromisos, como «ciudadanos capaces de comprender el flujo y reflujo del razonamiento que constituye la esencia del proceso democrático» (‍2014: 135). Aguaded y Delgado-Ponce (‍2019) remarcan la necesidad de adaptarse a los constantes cambios en la comunicación que se están produciendo a nivel mundial, donde el cine tiene el poder de representar cambios e hitos en ámbitos de desigualdad entre los que se encuentra la existente entre hombres y mujeres.

4. Esencia del cine en cuanto a su potencial educativo [Subir]

La aparición del cine tuvo una gran repercusión en su época. El cine actual, con la gran revolución que supuso, es un arte y un negocio incierto. Las nuevas tecnologías, que son su legado, lo han debilitado respecto a su concepción inicial donde el público podía encontrar su dosis semanal de fantasía audiovisual. Ha experimentado un gran resurgimiento, posiblemente debido a la vuelta a las superproducciones de calidad, al uso de impactantes efectos especiales y a la utilización de herramientas animación más avanzadas (‍Aguaded y Ortiz, 2022).

Su actual impacto social lo ha convertido en algo más que una forma de evadirse de la realidad; ahora es un sistema que afecta a la propia realidad, ampliando los sistemas de referencia y los patrones culturales y éticos. El cine es uno de los acontecimientos culturales más importantes del siglo pasado, ya que posee la capacidad de sumergirse en la vida de los individuos, influyendo en su comportamiento, en la conformación de modelos referenciales de identidad y en su percepción del mundo.

Es evidente la importancia del cine como potente instrumento de transmisión de significados (‍Chaparro, 2014). Se trata de una de las premisas sobre las que se asienta este estudio: ser conscientes de esta poderosa influencia y utilizarla para promover cambios de actitud basados en relaciones más igualitarias entre géneros que se alejen de los cánones patriarcales basados en la desigualdad y la asimetría

Según Boussif y Sánchez Auñón (‍2021), sería un error ignorar el poder sociocultural, artístico y humano del cine, ya que se considera un circuito abierto en el que exponer la realidad de la vida con todos sus sentimientos, deseos, acontecimientos, interpretaciones y todo lo que le corresponde. Es un medio esencial en el aprendizaje porque es un producto cultural que facilita el desarrollo de la personalidad de los individuos que lo ven. Al mismo tiempo, presenta diversos roles de mujeres en diversos lugares del mundo y momentos históricos y tiene el poder de deslegitimar las capacidades de las mujeres o de empoderarlas en función del abordaje de los personajes y las tramas que se realice.

Como se ha dicho anteriormente, aunque hoy en día el cine forme parte de nuestra vida cotidiana, esto no significa que conozcamos su funcionamiento, es decir, la estructura que subyace en él. El conocimiento del cine requiere un acercamiento constante al mismo, pero para ello es necesaria la instrucción y, sobre todo, el entrenamiento en la reflexión, la comprensión y el juicio crítico (‍Alonso, 2017). El cine se puede enseñar a ver interrelacionando y buscando sentido a lo que en él acontece y, paralelamente encontrando sentido a las experiencias y hechos sociales y educando nuestros procesos de pensamiento en planteamientos constructivistas como espectadores proactivos (‍Martín, 2016).

Según Edgar Morín (‍2008), el cine es un medio con tres tipos de utilidad: puede suscitar y generar diálogos reflexivos sobre diferentes temas que nos ayuden a avanzar en nuestra comprensión; ofrece formas de visionar y entender el mundo en espacios y contextos específicos, ampliando cómo concebimos nuestras vidas y, por último, ofrece la posibilidad de confrontar las imágenes que vemos con nuestras propias experiencias y construir, remodelar o consolidar el sentido y los significados que afectan a la vida cotidiana. Se trata de una aportación más que apuntala la idea que venimos trasladando en este capítulo sobre la idoneidad del cine para generar igualdad entre géneros.

El uso del cine por parte de profesionales en diferentes contextos se ha puesto de manifiesto en diversos trabajos que señalan sus efectos beneficiosos para la salud mental, la educación pública o la desestigmatización de la psicoterapia (‍Mangot y Murphy, 2017). Se ha destacado su potencial para explorar sentimientos, para proporcionar estrategias de resolución de problemas y para tratar emociones no resueltas. El trabajo de Decoster y Vansieleghem (‍2014) muestra diferentes formas de entender el binomio cine/educación, que es el que desarrollaremos en este trabajo.

5. El cine como recurso didáctico en las aulas[Subir]

Nova Grafión destaca que el cine y la televisión tienen un gran atractivo para los grupos de edad más jóvenes. Por ello, aboga por su uso como recurso didáctico para trabajar en el proceso de aprendizaje en las distintas etapas educativas (‍Nova Grafión, 2013).

La socialización de las nuevas generaciones está muy ligada al mundo audiovisual y a un consumo rápido e intenso. Los grupos más jóvenes desarrollan su vida en un entorno social donde el audiovisual está presente constantemente y reciben mensajes permanentes de forma incontrolada. Por ello, y debido al importante desarrollo de la desinformación o de la transmisión de mensajes violentos, sexistas, violentos y/o carentes de veracidad y valores, se hace importante educar desde la escuela para analizar los productos audiovisuales (‍Morales y Morales, 2020).

El potencial del cine puede ser aplicable tanto en materias troncales (‍Murillo, 2019) como en contenidos transversales. Recientes trabajos han mostrado su poder para trabajar valores y comportamientos más cívicos y respetuosos que fomenten la tolerancia, la igualdad, la diversidad y otros valores esenciales dentro y fuera de las aulas como la tolerancia y el civismo (‍Paredes, 2019; ‍Sánchez et al., 2019).

Para Ferrés (‍2008), el cine puede ser un elemento que fomente la creatividad y genere ideas y opiniones críticas que tienen un gran interés en el ámbito educativo.

Los medios audiovisuales, en general, y el cine entre ellos, se caracterizan por un lenguaje expresivo y visual específicos que tienen ciertas consecuencias en la forma de enseñanza y también en el proceso de aprendizaje. Por ello, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones, como que casi siempre el visionado de la película afecta al mundo privado y sentimental de los individuos. Lo que vemos nos hace sentir, empatizar y a veces reflexionar sobre nuestra propia vida. Por tanto, las estrategias didácticas adoptadas deben enriquecerse de la riqueza de emociones provocadas por una película. Se recomienda ofrecer total libertad para expresar los sentimientos que cada película haya sido capaz de generar. Para garantizar la máxima libertad de expresión es aconsejable que el alumnado sepan que su interpretación es única, válida y además una oportunidad de expresión de gran riqueza (‍Alonso y Martín, 2020).

Si bien el cine está creado para su consumo, vinculado más al ocio que al fomento de la actitud crítica, lo cierto es que ambas dimensiones no son incompatibles. Es más, una clase puede ser amena a través de fragmentos o un film completo que posteriormente permita un aprendizaje según unos objetivos prefijados.

Las posibilidades tecnológicas e informativas están generando nuevas oportunidades de aprendizaje, según Hernández Serrano y Jones (‍2010). Este cambio de paradigma implica nuevos retos para la educación de la mano de nuevas competencias. A diferencia de épocas pretéritas, la escuela no es la única fuente de conocimiento. Comparte protagonismo con los medios de comunicación. Partiendo de esta realidad, si desde la educación se realiza un uso didáctico de los medios de comunicación, los resultados serán más atractivos para los estudiantes y, al mismo tiempo, se puede enseñar a realizar un consumo y selección responsable. Varios trabajos recomiendan que las estrategias didácticas que se lleven a cabo partan de las experiencias personales y de los conocimientos del alumnado, a partir de los cuales se pueden construir los nuevos aprendizajes (‍Rego y De Almedida, 2019). Por tanto, supone una excelente oportunidad para la deconstrucción de roles y estereotipos de género.

La implementación de esta metodología didáctica debe permitir que los nuevos significados se construyan a partir de los conocimientos previamente adquiridos, de manera que el aprendizaje se consolide de forma efectiva y gradual, construyendo significados en unos casos o, en el objeto de estudio que nos ocupa, deconstruyendo los roles y estereotipos de género.

La capacidad incentivadora del cine y su representación de situaciones relacionadas con la vida cotidiana puede facilitar la comprensión de determinados acontecimientos y permite unos resultados didácticos nada desdeñables (‍López, 2020).

III. METODOLOGÍA[Subir]

Esta investigación responde a una serie de inquietudes y cuestiones, como el potencial del cine como herramienta para trabajar desde la perspectiva de género en las aulas y el conocimiento de las percepciones que tienen los jóvenes universitarios sobre el cine y su impacto. Es decir, se explora el potencial del cine como recurso didáctico para minimizar los estereotipos de género y propugnar comportamientos basados en la igualdad en las relaciones de pareja.

El trabajo de campo se ha apoyado en una metodología que ha combinado las técnicas cuantitativas (encuesta) y cualitativas (entrevistas personales semiestructuradas)

La encuesta se aplicó a una muestra de 251 estudiantes universitarios de las titulaciones de Educación (Magisterio y Pedagogía) y Comunicación (Publicidad y Relaciones Públicas) de Salamanca y Ávila. Se ha contemplado la titularidad pública y privada en la inclusión de las universidades participantes. El cuestionario aplicado se recoge al final de este artículo.

Dado el perfil de estudiantes de estas titulaciones, la muestra refleja una clara predominancia femenina (199 mujeres) respecto de la masculina (52 hombres). El siguiente gráfico orienta sobre la distribución de la muestra en cuanto a titulaciones.

Gráfico 1.

Titulación de los universitarios encuestados

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Fuente: elaboración propia.

Dentro de la parte cualitativa se realizaron seis entrevistas personales semiestructuradas en profundidad a profesionales de distintos perfiles, vinculados a las temáticas clave del objeto de estudio: educación, comunicación y perspectiva de género. Los profesionales seleccionados ostentan los siguientes perfiles. En todos los casos estaban vinculados a universidades españolas.

  • E1[1]: Profesora titular de Comunicación Audiovisual. 52 años.

  • E2: Profesor titular del área de Filología. 40-‍45 años.

  • E3: Profesora catedrática del Master de Estudios Interdisciplinares de Género. 55-‍60 años.

  • E4: Profesor contratado doctor del área de Comunicación. 45-‍50 años.

  • E5: Licenciada en Ciencias de la Educación Física y del Deporte y alumna del doctorado de Estudios Interdisciplinares de Género. 25-‍30 años.

  • E6: Profesor del Master de Estudios Interdisciplinares de Género. 35-‍40 años.

Para realizar el análisis de los films, se realizó una selección de veinte películas de género romántico producidas en la primera década del siglo xxi[2]. El criterio de selección fue su éxito en taquilla por considerar que han sido las más vistas y, por tanto, las que han tenido más impacto social. Se trata de los siguientes títulos: Historias de San Valentín; Todo incluido; Cómo perder a un chico en 10 días; ¿Qué les pasa a los hombres?; Espera al último baile; Mi gran boda griega; ¿En qué piensan las mujeres?; Hitch especialista en ligues; Los padres de ella; Sexo en Nueva York I y II; American Pie 2; Como la vida misma; El diablo se viste de Prada; 50 primeras citas; La cruda realidad; El diario de Noa; Querido John; Chocolat, y Cartas para Julieta.

IV. RESULTADOS[Subir]

1. Actitudes hacia el cine romántico [Subir]

Las actitudes son positivas en lo que se refiere al potencial educomunicativo, tanto como medio de influencia indirecto como directo, en cuanto a medio que se debería usar más en clase, sin que por ello deje de ser considerado por el alumnado como un medio también de distracción y entretenimiento. De hecho, es este aspecto de «relajarse y no pensar» el que han puesto de manifiesto otros estudios (‍Deleuze, 2013), y que puede servir para despertar la reflexión cuando las imágenes que se presentan ya se asume que no son reales ni deben ser normalizadas. 

Es muy difícil mostrar una realidad exacta, ya que se tiende a buscar un «amor idealizado» que no existe en la sociedad en que vivimos [Q74].

Sobre el potencial de influencia y las imágenes que se representan, el alumnado se sitúa en valores menos críticos al no dar respuestas contundentes (nunca, siempre); por ejemplo, piensan que solo a veces el cine reproduce imágenes o valores reales, mientras que casi la mitad (45 % y 44 %, respectivamente) consideran que las imágenes de la realidad social llevan a percepciones manipuladas. 

El cine intenta manipularnos en la forma de tratar a nuestra pareja, amigos, familia con diferenciación entre hombres y mujeres [Q42].

Algunas de las personas entrevistadas, las vinculadas al ámbito de la educación, afirmaron que habitualmente empleaban el cine como recurso en el aula, con resultados de alta satisfacción debido a su gran alcance y aportes para generar reflexión.

Como profesor utilizo constantemente el cine en mis clases, las nuevas generaciones se mueven en un mundo audiovisual y asimilan muy bien las imágenes cinematográficas [E2].

Ya que (el cine) es un medio enormemente importante en la población, se podría utilizar como inversión. De hecho, se invierte, en mis clases siempre intento utilizar el cine, no el típico cine comercial, y cuando lo utilizamos es para hacer un análisis crítico del mismo, y hay otro tipo de cine que está transmitiendo cierto tipo de temas que sí sirven, por lo menos para hacer pensar a la gente e incluso a los niños, es decir, de todas las edades, y poder incidir en ellos [E1].

Parte del éxito de utilizar el cine como recurso didáctico (que algunos de los entrevistados no limitan a las películas, sino que incluyen también cualquier medio audiovisual) radica en la buena acogida que tiene entre los alumnos.

A los alumnos les gusta mucho que les pongamos un documental, una película, como recurso pedagógico y que luego les hagamos una serie de preguntas y trabajen sobre ellas y creo que esto es muy útil [E3].

Los expertos, al considerar el cine como transmisor de valores, afirman que la realización de actividades críticas basadas en películas puede ser una buena herramienta que genere espacios de reflexión. Coinciden en atribuir parte del éxito de este recurso didáctico a su valoración positiva por el alumnado, en la misma línea que los datos obtenidos en la encuesta. Cabe destacar que se trata de uno de los elementos analizados que ha obtenido un consenso más claro, tanto por parte de los expertos entrevistados como del alumnado encuestados.

Existe pleno consenso en apreciar el potencial del cine como recurso didáctico, en sentido general, y no solo en referencia al cine romántico. A este respecto se percibe cierta reticencia a esta tipología de cine y, en contraposición, se propone analizar otros géneros cinematográficos exentos de lugares comunes y estereotipos. En el caso del cine romántico, se considera fundamental profundizar en un análisis crítico a la hora de utilizarlo con fines educativos. La siguiente cita textual en respuesta a la pregunta de cómo se puede trabajar el cine en el aula para reducir la desigualdad de género recoge varias ideas que se acaban de mencionar.

Se me ocurre trabajar con películas tradicionales para poner el foco en el análisis crítico de los estereotipos, tanto del hombre como de la mujer protagonista y, por otro lado, emplear películas con una visión más actual e igualitaria con rompan con los cánones conservadores y los roles tradicionales de género [E3].

Es importante añadir que algunos de los ítems de la encuesta se referían al cine en general y no solo al romántico. Los expertos entrevistados también hicieron extensivas algunas de sus opiniones, como las relativas al potencial didáctico del cine, a todos los géneros cinematográficos e, incluso, a otras formas de producción cultural.

Los medios de comunicación, entre ellos el cine, son una herramienta que muestra distintas realidades, algunas más reales y otras más fantásticas. Lo que está claro es que sirve para socializar, transmitir valores y contravalores. Por eso creo que es un buen recurso para trabajar muchos conceptos como la igualdad desde las aulas de una forma amena [E3].

Por tanto, existe un consenso al calificar el cine como herramienta didáctica con efectos muy positivos en las aulas. En relación al cine romántico, varios de los expertos entrevistados señalan a través de sus respuestas una especie de rechazo velado hacia este tipo de cine y, en contraposición, proponen analizar otros formatos cinematográficos que no muestren estereotipos y clichés. También hemos encontrado opiniones que creen que precisamente las imágenes patriarcales basadas en estereotipos de género suponen un buen punto de partida para incentivar una actitud crítica en el alumnado, trabajando en pro de la igualdad efectiva entre géneros.

2. Imágenes percibidas de relaciones de pareja igualitarias y no igualitarias [Subir]

En el cuestionario se preguntaba al alumnado sobre la presencia en las películas de la muestra que habían visto de las categorías que conforman el modelo tradicional: sumisión, dependencia, manipulación, dominación y violencia o si, por el contrario, percibían igualdad en las relaciones. Dentro de cada una de ellas, se consideró la diferencia entre la categoría ejercida por los hombres hacia las mujeres y viceversa.

La percepción del alumnado encuestado sobre las imágenes que reflejan las películas románticas que habían visionado pone en cuestión algunas de estas asociaciones entre categorías y géneros, al tiempo que confirma otras.

Esta asociación de categorías con hombres y mujeres también se ha visto corroborada en sus aportaciones de las imágenes de relaciones de pareja mostradas en el cine seleccionado.

Las respuestas abiertas confirman que, en general, el género romántico muestra a un hombre ligeramente más dominante y a una mujer ligeramente más sumisa, aunque también encontramos alguna visión en sentido contrario o identificando una evolución.

La mujer dulce y sumisa sigue apareciendo en muchas películas enamorada del hombre fuerte y valiente [Q84].

Yo creo que las cosas van cambiando. Hay películas de mujeres fuertes en las que el hombre es el que lucha por su amor [Q18].

No diría que hay una tónica general. La dominación está más repartida entre hombres y mujeres, mientras la sumisión creo que sigue siendo más femenina [Q134].

En cuanto a la manipulación, sería mutua y estaría equilibrada. 

Creo que la mayoría de las películas de este género muestran relaciones manipuladoras hombre-mujer, mujer-hombre para que al final todo triunfe sobre el amor y las relaciones igualitarias [Q60].

En la dependencia, el alumnado percibe mayor dependencia de las mujeres respecto de los hombres, aunque en varios casos señalan una evolución hacia mayor interdependencia entre géneros.

Las mujeres suelen mostrar más dependencia de los hombres, no tanto económicamente, sino emocionalmente [Q99].

El cine como la sociedad han ido evolucionando. Yo creo que en las películas modernas hombres y mujeres son más independientes [Q150].

La violencia aparece equilibrada, sin mostrar a un género que la ejerza de forma más definida. En las respuestas abiertas la violencia apenas fue mencionada.

El alumnado considera que las imágenes mostradas de las relaciones de pareja en las películas románticas se acercan más a unas actitudes más progresistas que tradicionales, pero sin ser totalmente progresistas.

En las películas románticas se ha ido evolucionando hacia unos mensajes más progresistas, pero el amor romántico o el amor como algo que todo lo puede siguen estando muy presentes [Q51].

Algunas de las comedias románticas se alejan de lo tradicional y muestran a mujeres fuertes y valientes y a hombres más sensibles y relaciones entre ellos más equilibradas que antes [Q119].

Las mujeres en el cine cada vez aparecen como más independientes [Q35].

Otro aspecto que ha generado bastante consenso ha sido percibir una evolución en este género fílmico hacia imágenes más igualitarias.

En mi opinión, en las relaciones de pareja se mantienen los estereotipos de hombre dominante y mujer manipuladora, aunque, poco a poco, esto está cambiando [Q38].

En los últimos años, las relaciones que se muestran en el cine romántico están más equilibradas entre los dos géneros que hace años [Q145].

La variabilidad en la percepción de las imágenes que proyectan las distintas películas románticas analizadas se traslada a la presencia de las categorías que conforman el modelo tradicional. Partiendo de las cinco categorías de este modelo (sumisión, dominación, violencia, manipulación y dependencia), la literatura sobre las relaciones de pareja asocia algunas de estas categorías a hombres y otras a mujeres (‍Kabeer, 2016; ‍Arriaga et al., 2018; ‍Ozaki y Otis, 2017; ‍Herrera, 2016; ‍Willis y Nelson-Gray, 2017).

A su vez, estudios más específicos sobre relaciones de pareja entre jóvenes y/o adolescentes recogen estas categorías realizando algunos cuestionamientos como el que plantea este artículo (‍Breitenstein et al., 2018; ‍Flores y Browne, 2017; ‍Mogollón y Villamizar, 2015; ‍Núñez et al., 2015).

El análisis fílmico revela que la violencia, la sumisión y la dependencia, si bien son percibidas por el alumnado en varias películas, lo hacen en porcentajes inferiores al 50 %. En cuanto a la manipulación, aparece en ambas direcciones: de hombres a mujeres y de mujeres a hombres. Además, la dominación solo aparece en una ocasión, con un 52 % en la película Sexo en Nueva York I, pero lo hace en sentido contrario al modelo tradicional: son las mujeres las que ejercen dominación sobre los hombres. Por tanto, no hay una imagen uniforme de las categorías del modelo tradicional en las películas seleccionadas, pues se han identificado importantes variaciones tanto en las categorías como en el porcentaje de identificación.

Este análisis parece indicar que las películas románticas muestran una tendencia hacia mayores cotas de igualdad, al tiempo que verifica algunos estereotipos del modelo tradicional y deconstruye otros.

3. Películas románticas e igualdad[Subir]

Al realizar un análisis pormenorizado por cada una de las veinte películas de la muestra, observamos que existen importantes diferencias en las imágenes que muestran sobre hombres y mujeres y de las categorías asociadas a cada género. 

De las películas de la lista que he visto creo que hay grandes diferencias. Algunas son muy tradicionales, la típica historia de amor de siempre, y otras son mucho más críticas o irónicas con cómo se muestra a los hombres y a las mujeres y su amor [Q7].

Resulta significativo que un 58 % de los estudiantes participantes en la encuesta estima que en la vida real las relaciones igualitarias existen, frente a un 42 % que considera que son más una fantasía que una realidad.

En relación a la igualdad percibida por el alumnado en las películas más taquilleras no encontramos una visión uniforme. Hay un continuo que va desde películas donde el alumnado percibe una relación igualitaria de un 77 % (Cartas para Julieta) hasta un 12 %, que es el porcentaje más bajo (Hitch). Por tanto, hay una gran variabilidad en función del film, lo que arroja una media de un 39.15 % de percepción de igualdad entre las películas que han visto.

En las respuestas abiertas solo encontramos una referencia clara a que el cine romántico refleja relaciones de pareja igualitarias.

Creo que en el cine romántico las relaciones entre hombres y mujeres están bastante equilibradas, hay películas más machistas, pero también más feministas. [Q61].

En cambio, la mayoría de reflexiones identifican desigualdades, aunque, como se ha indicado, en algunas categorías no se identifican con las tradicionales asociaciones con cada género.

Las mujeres en muchas pelis siguen actuando según lo que se espera de ellas para ser buenas novias o mujeres, o sea, que son dulces, femeninas, cariñosas, sensibles… [Q96].

Las mujeres deberíamos estar en el mismo plano que los hombres, pero a veces sigue la idea de que si estás con un hombre están más protegida y como más completa y feliz. Esas cosas creo que se deberían cambiar en algunas películas [Q28].

Esta diferencia queda patente en la siguiente tabla, que refleja las relaciones de igualdad que se perciben en cada una de las películas analizadas. Estas diferencias porcentuales oscilan entre el 77 % y el 12 %, lo que indica una gran diversidad en el género romántico en este objeto de análisis.

Tabla 1.

Relaciones de igualdad percibidas en cada película

Película Igualdad percibida
Cartas para Julieta 77 %
Querido John 66 %
El diario de Noa 63 %
Chocolat 59 %
Mi gran boda griega 47 %
Los padres de ella 46 %
Espera al último baile 45 %
Historias de San Valentín 44 %
Todo incluido 43 %
Como la vida misma 42 %
50 primeras citas 39 %
Cómo perder a un chico en 10 días 37 %
El diablo se viste de Prada 34 %
La cruda realidad 34 %
¿Qué les pasa a los hombres? 23 %
Sexo en Nueva York I 20 %
Sexo en Nueva York II 20 %
American Pie II 19 %
¿En qué piensan las mujeres? 13 %
Hitch: especialista en ligues 12 %
MEDIA 39.15 %

Fuente: elaboración propia.

Se seleccionaron las que mayor grado de acuerdo generan entre el alumnado encuestado, ya que no todos habían visto las mismas películas. Si tenemos en cuenta en las que aparecieron porcentajes de más del 33 % de acuerdo en la percepción de esas imágenes, obtenemos siete películas en las que aparecen más de tres categorías. Es cierto que en algunas pelícu- las la trama corresponde a varias parejas o la trama principal cambia hacia la parte contraria. Son destacables los porcentajes superiores al 50 % en algunas categorías, fundamentalmente en manipulación, tanto de HM como MH. La sumisión es la imagen que parece menos percibida en las películas más consumidas. Llama la atención cómo la dependencia aparece asociada a ambos sexos en cuatro de las siete películas más vistas, lo que indicaría que es algo muy presente o normalizado en las relaciones que se proyectan en este tipo de género cinematográfico.

El alumnado encuestado muestra una gran diferencia en el consumo de las veinte películas que conforman la muestra. Las mujeres habían visionado una media de diez films, mientras la media de los hombres fue de cuatro películas. Esto parece mostrar que este tipo de filmografía es más consumida por mujeres que por varones, aspecto que tomar en consideración al emplear esta tipología de cine en el ámbito de la educomunicación. 

4. El potencial del cine romántico en las aulas[Subir]

A este respecto encontramos consenso en cuanto a la idoneidad del uso didáctico del cine, tanto por las personas expertas entrevistadas como por el colectivo de estudiantes encuestados/as.

Tenemos muchas clases llenas de teoría y cuando cambias y ves una peli es como que te interesas más y es una manera de ver las cosas desde otra perspectiva. Después se generan debates muy interesantes a partir de las películas [Q77].

Como profesor utilizo el cine constantemente en mis clases. Las nuevas generaciones se mueven en el mundo audiovisual y la imagen cinematográfica la asimilan muy bien [E2].

El alumnado de las seis titulaciones analizadas muestra que le gustaría emplear más el cine en sus clases, con un porcentaje del 87,5 %. Es importante constatar que muchos ya lo hacen en algunas de las materias que cursan. En concreto, más de un 60 % manifiesta haber visto films en entre una y tres asignaturas, mientras que un 22 % lo habría empleado entre tres y seis. Tan solo un 12 % no habría empleado nunca el cine en sus clases universitarias.

De entre las personas expertas entrevistadas dedicadas al ámbito educativo se veían varias ventajas respecto a emplear el cine en las aulas:

Dado que (el cine) es un medio de calado en la población enorme, podría utilizarse así una inversión, se le da una inversión, de hecho, en las clases yo siempre intento utilizar el cine, no el típico cine comercial, y si lo utilizamos es para hacer un análisis crítico del mismo y hay otro tipo de cine que nos está transmitiendo determinado tipo de cuestiones que si sirven para, por lo menos hacer reflexionar a la población y que desde los niños, es decir desde todos los ámbitos de edad y poder incidir en ellos [E1].

Yo opino que no solo el cine, todos los medios de comunicación sirven para socializar en el aula porque sirven para mostrar luces y sombras de una realidad que está recogida por el director de esa película, sirve para denunciar, sirve para potenciar, sirve para lavar, es igual que la igualdad, que criticamos la violencia de género, las invasiones, que la ablación del clítoris, que la desigualdad… [E3].

Las posibilidades del cine con fines educativos se han considerado amplias y variadas debido a sus posibilidades docentes.

El cine es, de hecho, un recurso didáctico con objetivos muy diferentes: de sensibilización, de aprendizaje estético, de crítica social… [E4].

Sí, sería un medio didáctico educativo para, en este caso, detectar y analizar comportamientos sexistas. De esta forma, contribuir a educar en relaciones sanas y libres, tanto de amistad como de pareja [E5].

Yo opino que no solo el cine, todos los medios de comunicación sirven para socializar en el aula porque sirven para mostrar luces y sombras de una realidad que está recogida por el director de esa película, sirve para denunciar, sirve para potenciar, sirve para lavar, es igual que la igualdad, que criticamos la violencia de género, las invasiones, que la ablación del clítoris, que la desigualdad. El cine tiene que ser utilizado como instrumento educativo, sí que tenéis un arma, quienes os dedicáis a estas cosas, tremenda… [E3].

V. CONCLUSIONES[Subir]

Roles y estereotipos de género siguen reproduciéndose en las películas románticas que millones de espectadores ven en el mundo, pero su presencia parece irse diluyendo, al tiempo que van ganando terreno imágenes más proactivas e igualitarias en las relaciones entre hombres y mujeres, y con mayor simetría entre unos y otras.

Los resultados obtenidos invitan a pensar que las relaciones de pareja en las películas románticas han evolucionado hacia menores factores de desigualdad, si bien en el trasfondo de los contenidos siguen coexistiendo las tradicionales percepciones sexistas y estereotipadas de los hombres y las mujeres.

Por un lado, se evidencian avances hacia una representación más actual y alejada de los estereotipos tradicionales en las relaciones interpersonales y, por otro, al mismo tiempo tanto las entrevistas como los cuestionarios siguen mostrando indicios de componentes sexistas, si bien estos no se reproducen de forma uniforme en todos los films analizados. Mientras unas producciones muestran relaciones igualitarias alejadas de roles tradicionales, otras siguen recurriendo a mitos tradicionales como el del príncipe azul, que perpetúa las bases patriarcales.

La influencia de las veinte películas analizadas es amplia, pues han sido las más taquilleras en su género. Eso implica que lo que reflejan y transmiten es consumido tanto hombres como por mujeres. De entre el alumnado que participó en el estudio, las mujeres habían visionado un mayor número de películas de la veintena que conformaban la muestra que sus homónimos varones. En algunas respuestas abiertas las mujeres afirmaron que este tipo de cine les gustaba porque mostraba relaciones idílicas y románticas que les gustaría vivir en la realidad.

Profundizar en el análisis de las imágenes que ofrece esta tipología fílmica parece ser una herramienta con grandes potencialidades para fomentar actitudes críticas hacia la desigualdad de género y contribuir a desmitificar y desterrar los roles diferenciados que históricamente se han asignado a hombres y mujeres. A través de un análisis fílmico apoyado en los principios de la educomunicación podemos enseñar a ver cine, evidenciar las imágenes sexistas, identificar estereotipos y, en definitiva, construir una actitud igualitaria de género y hacia las relaciones interpersonales de todo tipo caracterizadas por la libertad y la igualdad.

La incorporación del cine en las actividades docentes ha sido una alternativa poco considerada y las experiencias realizadas han sido personales y no estandarizadas. En cambio, este estudio ha mostrado la gran acogida entre el alumnado y su idoneidad para despertar interés sobre múltiples temáticas: diversas culturas, problemáticas o situaciones.

Los contenidos audiovisuales constituyen un elemento muy importante en la vida de las generaciones más jóvenes, tanto desde el punto de vista cualitativo como desde el cuantitativo. En esta línea, Haywood et al. (‍2019) han sugerido recientemente que las generaciones más jóvenes deben ser enseñadas con, a través y desde el cine.

La gran acogida social que ha tenido el cine a lo largo de su historia y su componente de entretenimiento, la capacidad de generar identificaciones, sentimientos, etc. hace de él un elemento de gran alcance en el ámbito educativo por ser una herramienta idónea para ver y pensar el mundo. El cine de ficción es un potente transmisor, además de concebirlo como una alternativa de ocio, y en línea con el planteamiento de Aguaded, y Delgado-Ponce (‍2019) posibilita el compromiso con una comunicación integral y educomunicativa.

Son varios los trabajos que hablan de los beneficios del cine para educar por servir de modelo o contramodelo de conductas y valores (‍Morales, 2015). De hecho, los valores que se trabajan de forma transversal desde las aulas (solidaridad, igualdad, respecto, diversidad, cooperación, tolerancia, etc.) tienen importantes conexiones con los argumentos y tramas cinematográficas. Aprovechando esta realidad, el uso del cine requiere de un enfoque educativo, con instrucción y adquisición progresiva de habilidades, principalmente entrenamiento en reflexión, comprensión y juicio crítico (‍Alonso, 2017).

Las entrevistas a profesionales vinculados a tareas docentes revelaron que el cine en general ya era una práctica habitual como herramienta didáctica, con resultados de aprendizaje muy positivos por la gran aceptación que tiene entre el alumnado. En este trabajo proponemos emplear una tipología de cine, la romántica, que por su temática y abordaje ha sido la que más se ha centrado en las relaciones de pareja y, en consecuencia, la que ha reproducido la tradicional división de géneros.

Por todo lo expuesto, consideramos el cine romántico un instrumento con grandes posibilidades para su uso didáctico en relación con la deconstrucción de los roles y estereotipos de género y, consecuentemente, para la construcción de relaciones de pareja más igualitarias.

NOTAS[Subir]

[1]

En los verbatim incluidos en los resultados se indica el perfil de su autor, de tal modo que E5 se corresponde con el experto de la entrevista n.º 5 y Q20 se corresponde con el estudiante n.º 20 del cuestionario que contenía algunas preguntas abiertas.

[2]

Se prevé realizar una continuación del estudio con las películas de la segunda década del siglo xxi, pero esto corresponderá a otro trabajo. Hay que tener en cuenta que el visionado de muchas de estas películas por parte de los jóvenes se produce años después de su estreno, con frecuencia en televisión o en otras plataformas.

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Filmografía [Subir]

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Nick Cassavetes (2004). El diario de Noa. New Line Cinema.

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Peter Segal (2004). 50 primeras citas. Columbia Pictures Corporation, Happy Madison Productions.

Robert Luketic (2009). La cruda realidad. Lakeshore Entertainment, Relativity Media.

Thomas Carter (2001). Espera al último baile. Robert W Cort, David Madden.

Apéndice. Guión del cuestionario[Subir]

Estamos realizando una investigación en la Universidad de Salamanca sobre el cine como recurso educativo y las imágenes que refleja acerca de hombres, mujeres y relaciones de pareja. Te rogamos respondas a este cuestionario anónimo. Muchas gracias.

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