Esta obra colectiva representa el reconocimiento de la academia a uno de sus miembros más distinguidos no sólo por su contribución a la ciencia del Derecho, sino también por sus enseñanzas y magisterio. Y por ello participan (y han querido estar presentes) en la misma no sólo profesores de la citada disciplina y de otras disciplinas igualmente del ámbito jurídico, sino también de otras materias y saberes más allá del mundo del Derecho.
En ella se integran temas clásicos de la asignatura junto a materias nuevas fruto de la situación que produjo, en el "fenómeno religioso", la aprobación de la Constitución española de 1978. Baste aquí con hacer mención a materias tradicionales como el matrimonio, la educación o la objeción de conciencia, entre otras, las cuales conviven -en la actualidad- con otras relacionadas con la gestión de la diversidad, el bioderecho o la era digital. Toda una realidad articulada en torno a la autonomía académica de un área de conocimiento: el Derecho eclesiástico del Estado.