Servidores del partido mismo. Sintonías y desencuentros entre lo político y lo judicial en el constitucionalismo español

Palabras clave
Historia constitucional
separación de poderes
Poder ejecutivo
Administración de Justicia
politización de la justicia
selección del juez
inamovilidad judicial
independencia judicial
depuración judicial.
Resumen
El artículo aborda desde una perspectiva histórica la relación que se ha mantenido entre la política y la justicia en España en el marco de la separación de poderes implantado por los constitucionalismos decimonónicos. Para poder afrontar esa vinculación política-justicia se ha optado por materializar lo político y lo judicial en dos de sus expresiones institucionales, entendiendo por lo primero el Gobierno y por lo segundo la Administración de Justicia como aparato. De este breve recorrido, que abarca desde el primer constitucionalismo doceañista hasta la vigente norma constitucional, se deduce que la politicidad de la magistratura se incorporó en los albores constitucionales como un elemento básico para asentar el nuevo orden; se consagró como un aspecto sustancial de los jueces que sirvió para articular el aparato judicial, y solo en décadas muy recientes, con una verdadera democratización del constitucionalismo, se crearon instrumentos para considerarla una anomalía del sistema incompatible en esencia con una separación de poderes estructurante del orden constitucional.
Keywords
Constitutional history; separation of powers; executive power; administration of justice; politicisation of justice; judge selection; judicial immovability; judicial independence; judicial vetting.
Abstract
This article addresses, from a historical perspective, the relationship that has been maintained between politics and justice in Spain within the framework of the separation of powers established by the nineteenth-century constitutionalisms. In order to tackle this political-justice link, we have chosen to materialise the political and the judicial in two of their institutional expressions, the former being understood as the Government and the latter as the Administration of Justice as an apparatus. From this brief overview, which spans from the first constitutionalism of 1812 to the current Constitution, it can be deduced that the political nature of the judiciary was incorporated at the dawn of the Constitution as a basic element to establish the new order; it was enshrined as a substantial aspect of the judges that served to articulate the judicial apparatus, and only in very recent decades, with a true democratisation of constitutionalism, were instruments created to consider it a systemic anomaly, incompatible in essence with a separation of powers that structured the constitutional order.