Autor
Palabras clave
Poder Judicial
Administración de Justicia
jueces y magistrados
tribunales de justicia
independencia judicial.
Resumen
La función judicial ofrece en España dos vertientes que conviene analizar por separado: el servicio público de la Administración de Justicia y la actividad constitucional que se conoce con el nombre de Poder Judicial. Para analizar la situación actual que se ha ido formando a partir de la Constitución de 1978 se analizan en este trabajo los tres «frentes» en que tienen los jueces que luchar para lograr un funcionamiento correcto: el corporativo, el servicio público
y el constitucional. Las presiones corporativas, que en su tiempo fueron una plaga de la Justicia española, han disminuido sensiblemente, aunque no hayan llegado a desaparecer del todo. El servicio público de la Administración de Justicia presenta carencias y deficiencias muy graves, que los sucesivos gobiernos democráticos han intentado corregir con buenas intenciones, aunque hasta ahora con escasa fortuna. Por lo que se refiere al Poder Judicial, la situación es desoladora porque en este frente los gobiernos han pretendido desmantelarlo de forma deliberada y lo han conseguido plenamente. En definitiva, el balance general es muy negativo y así lo está percibiendo de forma inequívoca la opinión pública. La situación no sólo no se arregla, sino que va a peor.
y el constitucional. Las presiones corporativas, que en su tiempo fueron una plaga de la Justicia española, han disminuido sensiblemente, aunque no hayan llegado a desaparecer del todo. El servicio público de la Administración de Justicia presenta carencias y deficiencias muy graves, que los sucesivos gobiernos democráticos han intentado corregir con buenas intenciones, aunque hasta ahora con escasa fortuna. Por lo que se refiere al Poder Judicial, la situación es desoladora porque en este frente los gobiernos han pretendido desmantelarlo de forma deliberada y lo han conseguido plenamente. En definitiva, el balance general es muy negativo y así lo está percibiendo de forma inequívoca la opinión pública. La situación no sólo no se arregla, sino que va a peor.
Keywords
The Judiciary; the Administration of Justice; judges and magistrates; courts of justice; judicial independence.
Abstract
The judiciary branch of power in Spain comprises two aspects, which should be analysed
separately: the public service of administering justice and constitutional activity under the
name of «judiciary power». To analyse the current situation that has been formed since the
1978 constitution, this article analyses the three «fronts» on which the judges have to fight
to ensure correct functioning: the corporative front, the public service front and the
constitutional front. Corporative pressures, that have at times been the plague of Spanish
justice, have significantly diminished albeit without disappearing totally. The public service
of justice administration presents very serious shortcomings and deficiencies that
successive democratic governments have tried to correct. However good their intentions, so
far they have not been very successful in the endeavour. But it is with respect to the exercise
of judiciary power that the outlook is most bleak. Governments have deliberately tried to
dismantle this branch of power and have been unfortunately successful. All in all, the
situation is very negative and public opinion is highly aware of it. Not only are things not
getting better. They are getting worse.
separately: the public service of administering justice and constitutional activity under the
name of «judiciary power». To analyse the current situation that has been formed since the
1978 constitution, this article analyses the three «fronts» on which the judges have to fight
to ensure correct functioning: the corporative front, the public service front and the
constitutional front. Corporative pressures, that have at times been the plague of Spanish
justice, have significantly diminished albeit without disappearing totally. The public service
of justice administration presents very serious shortcomings and deficiencies that
successive democratic governments have tried to correct. However good their intentions, so
far they have not been very successful in the endeavour. But it is with respect to the exercise
of judiciary power that the outlook is most bleak. Governments have deliberately tried to
dismantle this branch of power and have been unfortunately successful. All in all, the
situation is very negative and public opinion is highly aware of it. Not only are things not
getting better. They are getting worse.