El TJUE no prohíbe el uso del velo islámico. Comentario a las sentencias del TJUE de 14 de marzo de 2017, asuntos C-157/15 y C-188/15

Palabras clave
Libertad religiosa
discriminación religiosa
Unión Europea
símbolos religiosos
velo islámico
Directiva 78/2000
relaciones laborales.
Resumen
El Tribunal de Justicia (TJUE) ha abordado, por primera vez, en dos sentencias, de 14 de marzo de 2017, la temática de los símbolos religiosos en general, y del pañuelo islámico (hiyab) en particular. Aunque la mayoría de los medios de comunicación han difundido titulares en los que se afirma sin ambages la prohibición, debemos matizar desde este momento inicial que no es así o, al menos, no de manera tan categórica como parecen transmitir dichos titulares. En el mundo del derecho los elementos nunca aparecen químicamente puros; y eso es lo que sucede en las dos sentencias del TJUE que se van a analizar. El TJUE ha recogido los planteamientos de fondo de ambas abogadas generales. En concreto, el TJUE falla en contra de la existencia de una discriminación directa sobre la base de la neutralidad desarrollada por ambas empresas en materia de símbolos religiosos o filosóficos como parte de su política de imagen con los clientes. Sin embargo, el TJUE no se muestra tan categórico respecto de la discriminación indirecta, sobre todo cuando esta se vincula bien con la profesionalidad de la trabajadora (Directiva 2000/78, art. 4.1) (asunto Bougnaoui/Micopole), bien con la posibilidad de ofrecer otro puesto de trabajo en el que no tuvieran que relacionarse con terceras personas (asunto Achbita/G4S). De esta manera, el TJUE acoge de una manera equilibrada y sistemática los argumentos de la abogada general Kokott en relación con la discriminación directa, pero también los considerandos de la abogada general Sharpston por lo que respecta a la discriminación indirecta.
Keywords
Freedom of religion; religious discrimination; European Union;religious symbols;Islamic veil; Directive 2000/78/CE; labor relations.
Abstract
The European Court of Justice has, for the first time, dealt with the issue of religious symbols in general, and the Islamic headscarf (hijab) in particular, in two judgments dated on 14 March 2017. Although headlines in most media inform of an unequivocal ban, it is appropriate to qualify this assertion, as no ban has been imposed, or at least not in the categorical terms that such headlines seem to convey. In the world of law elements are never chemically pure, and that is also the case with the two judgments of the Court of Justice that are subject to analysis in this article. The Court of Justice has based its rulings on the approaches of both advocates general to the merits of their respective case, embracing in a systematic and balanced manner the arguments of advocate general Kokott in relation to direct discrimination, but also the views of advocate general Sharpston with regard to indirect discrimination. In particular, the Court of Justice rules against the existence of a direct discrimination on the basis of the neutrality developed by both companies with regard to religious or philosophical symbols as part of their image policy towards customers. However, the Court does not appear as categorical with respect to indirect discrimination, especially when it is related to the professional activity of the worker (Bougnaoui/Micropole case), or to the possibility of offering another job not involving interaction with third parties (Achbita/G4S case).