Andrés Iván Dueñas Castrillo Profesor ayudante doctor de Derecho Constitucional en la Universidad de Valladolid
10 de abril de 2023
La Mesa de innovación docente del XX Congreso de la ACE, como ya viene siendo tradición, se celebró en la mañana previa al inicio del Congreso, de manera paralela a la Mesa de Constitución y género y a la Mesa de jóvenes investigadores. Coordinada por Carmen Montesinos Padilla (profesora ayudante doctora de la Universidad Complutense de Madrid), en ella hablaron Vicente Jesús Navarro Marchante (profesor titular de la Universidad de La Laguna), Ignacio Durbán Martín (profesor ayudante doctor la Universitat de València) y Ana López Navío (profesora sustituta interina de la Universidad de Jaén).
La ponencia del profesor Navarro Marchante sobre “La innovación en los proyectos docentes de los ejercicios de titularidad” tiene como base una serie de reflexiones prácticas para quienes se tengan que enfrentar a este tipo de ejercicios en torno a cómo y cuándo presentar los méritos de innovación docente. Previamente, manifestó que algunas de las cuestiones que se tratan habrían de ser actualizadas tras la reciente aprobación de la Ley orgánica 2/2023, de 22 de marzo, del Sistema Universitario (LOSU). En cualquier caso, se trataba de hacer una valoración de la importancia de los proyectos de innovación docente (PID) en la fase de acreditación y en el propio ejercicio para obtener la plaza de profesor titular de Universidad, partiendo de la premisa de que los PID son competencia de cada Universidad. Como tuvo ocasión de exponer, entre los requisitos de acreditación para profesor titular se encuentra, como mérito complementario, haber sido investigador principal de un PID o miembro de su equipo, aunque éstos se valoran de manera distinta: el segundo un 50 % menos que el primero. Tras explicar los criterios generales de los concursos a profesor titular de universidad, establecidos en la Ley orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades (LOU) y en el Real decreto 1313/2007 (vigentes de manera transitoria hasta el 31 de diciembre de 2023, tal y como establece la LOSU), Navarro Marchante realizó una valoración en la que puso de manifiesto que las pruebas para acceder a la titularidad dependen de cada universidad: por tanto, aunque lo habitual sean dos ejercicios en estos concursos, hay alguna en la que tan solo es uno; además, en la parte docente, algunas incluyen que hay que exponer un tema de la materia de manera concreta, otras que hay que exponer un programa de la asignatura y las hay que no dicen nada.
Por tanto, y como conclusión final de esta intervención, se puso de relieve que esta heterogeneidad en la normativa de cada Universidad trae como consecuencia que el momento para hablar de los PID y los méritos docentes sea diferente, dependiendo de la normativa que rija en la universidad en la que se celebre este tipo de concurso. Por tanto, quien concurra deberá adaptarse a estas circunstancias y tener presente tanto la normativa general como la concreta del lugar donde se presente.
La segunda ponencia sobre “Proyectos para (grupos) investigadores emergentes: una experiencia en clave crítica” fue presentada por el profesor Durbán Martín, que realizó una valoración de este tipo de proyectos a partir de la experiencia que el ponente tuvo como investigador principal en uno de ellos, en este caso otorgado por la Generalitat Valenciana durante el bienio 2020-21. Partiendo de la base de que, aunque existan diversas convocatorias de las Administraciones Públicas, ya sea desde el ámbito estatal, el autonómico o el universitario, muchos de los requisitos son homogéneos, en su exposición trató propiamente de las previsiones de la Comunidad Valenciana. Trató así de cinco problemas en relación con estos proyectos:
1) los grupos “emergentes” como destinatarios de estos proyectos, lo que hace pensar que se dirigen a personas que estarían comenzando su vida académico-laboral, aunque no queda claro a qué se refiere tal concepto: el término “emergentes” es ambiguo, la convocatoria valenciana no habla de la edad, ni establece requisitos que afecten a la categoría laboral para pertenecer a un proyecto de estas características (es más, un catedrático puede ser miembro de este tipo de proyectos). Tan sólo se hace una referencia a que quien figure como IP haya defendido su tesis doctoral en los últimos diez años, por lo que, a juicio del ponente, esta es una categoría un tanto desdibujada.
2) la escasa duración de estos proyectos (dos años). Un tiempo muy breve, en comparación con los cuatro años habituales que suelen durar los proyectos de investigación, sobre todo si se tienen en cuenta los problemas sobrevenidos que pueden tener lugar durante su ejecución, que muchas veces reducen el tiempo a poco más de un año.
3) la dilación en la resolución de la subvención, que de hecho se suscitó en el proyecto en el que participaba el ponente. Esto genera muchas complicaciones de gestión: se concedió dentro del marco temporal en el que se solicitó la ayuda, por lo que la implementación práctica del plan de trabajo fue imposible de cumplir y la ejecución presupuestaria se convirtió en un problema importante en relación con la memoria inicial presentada, lo que causa en palabras del ponente un perjuicio de optimización de los recursos públicos.
4) la falta de medidas para conciliar la vida laboral y familiar que se disponen en las convocatorias. No se prevé ninguna solución, como una posible prórroga del proyecto, cuando se produzca una baja por maternidad, paternidad o cuidado de un familiar por parte del IP durante la ejecución del proyecto.
5) finalmente, las limitaciones presupuestarias. En opinión del interviniente, no es comprensible el motivo por el que se impide que estas subvenciones financien material de oficina o se produzca una limitación a la financiación de libros cuando en ellos participen otras personas que no son parte del proyecto de investigación.
Ana López Navío cerró la mesa de intervinientes con su ponencia “Reflexiones (y propuestas) sobre y desde los inicios de la carrera universitaria”. La profesora de la Universidad de Jaén disertó acerca de las dificultades que tiene el profesorado universitario en el inicio de su carrera, sobre todo si se compara con otros niveles de enseñanza, donde existe más estabilidad y mejores sueldos que en el ámbito universitario. A pesar de estas dificultades, a juicio de la ponente, es cierto que ha cambiado mucho la situación actual respecto a las generaciones anteriores y existen más perspectivas de futuro que en años precedentes. No obstante, partiendo de su experiencia personal, explica que el ingrediente vocacional en la profesión de docente e investigador universitario es importante, dado que existen dificultades a la hora de acceder a contratos predoctorales y postdoctorales una vez terminada la tesis, así como un componente de soledad en la tarea investigadora que otros profesionales docentes no tienen. En ese sentido, hizo un recorrido desde los contratos predoctorales (que, a juicio de la interviniente, son precarios y su acceso queda sujeto a condiciones diferentes según la universidad y comunidad autónoma en la que se realice el doctorado) hasta el momento en el que se concluye la tesis. En este punto lo más habitual, aunque parezca contradictorio, es ir al paro una vez se ha culminado con éxito la anterior etapa. Ello conlleva un tiempo de espera, en muchas ocasiones no breve, hasta poder conseguir el siguiente puesto de trabajo, ya sea profesor ayudante doctor o investigador postdoctoral. Esta fase hay que afrontarla normalmente con contratos sumamente precarios, como los de falso asociado o profesor sustituto interino, lo que conlleva que muchos piensen si es mejor abandonar la carrera investigadora, como ha sucedido en no pocos casos. La ponencia finalizó hablando de las dificultades que existen en la acreditación y en la obtención de una plaza a tiempo en la universidad donde se ha hecho el doctorado, con las dificultades que ello supone para la conciliación con la vida familiar y las consecuencias también para la salud mental de docentes e investigadores universitarios.
En esta mesa se presentaron cuatro comunicaciones, que se pudieron presentar oralmente en un tiempo breve de cinco minutos cada una. La primera de ellas, realizada por Miguel Ángel Sevilla Duro, investigador predoctoral FPU en Derecho Constitucional de la Universidad de Castilla-La Mancha, versó acerca de las “Habilidades jurídicas informacionales para estudiantes del Grado en Derecho y el Grado en Criminología”. En ella se habla sobre la experiencia personal de un curso ofrecido a estudiantes de ambos grados, y también de máster, dirigido a familiarizarles con la documentación jurídica, su búsqueda, compilación y tratamiento, además de la explicación de diferentes softwares que tienen aplicación en el mundo del Derecho.
La comunicación de Jorge Viguri Cordero y Jaime Clemente Martínez, profesor ayudante doctor y profesor asociado respectivamente, ambos de la Universitat Jaume I, versó acerca de “Las colaboraciones externas en el aula como modelo ordinario de innovación de Derecho Constitucional”. En ella se parte de la base de que se está poniendo especial énfasis en la invitación de docentes externos en la enseñanza de la asignatura, analizando las barreras a las que se encuentra sometido tal intercambio de experiencias docentes y las ventajas que supone para el alumnado estas experiencias.
Les siguió Jesús López de Lerma Galán, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos, cuya comunicación desarrolló el tema “Interdisciplinariedad e innovación docente en el Espacio de Educación Superior”. Aquí se analizó la evolución del profesor universitario hacia un perfil más multidisciplinar, que utiliza las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación para proyectar su conocimiento, convirtiéndose de esta forma, a juicio del autor, en un experto en diversas ciencias.
Por último Carla Sentí Navarro, personal investigador en formación FPU de la Universitat de València, presentó su comunicación “El acceso a la docencia mediante la ayuda de Formación de Profesorado Universitario (FPU)”. En ella se aborda el acceso a la docencia universitaria a través de una ayuda de Formación de Profesorado Universitario a través de la propia experiencia de la comunicante, realizando un recorrido desde las dificultades para acceder a este tipo de contratos predoctorales hasta la finalización de la tesis, analizando la dificultad de desarrollar las labores investigadoras y docentes durante este período de formación.
Cómo citar esta publicación:
Dueñas Castrillo, Andrés Iván (10 de abril de 2023). Crónica de la Mesa de innovación docente del XX Congreso de la Asociación de Constitucionalistas de España Blog del CEPC https://www.cepc.gob.es/blog/cronica-de-la-mesa-de-innovacion-docente-del-xx-congreso-de-la-asociacion-de-constitucionalistas-de