El peso de la “agenda Draghi” en los resultados de las elecciones italianas de septiembre y la cuestión supranacional

Giovanni Guerra Investigador predoctoral en Derecho público europeo y comparado. Università degli studi di Siena (Italia)

 6 de marzo de 2023

GuerraEs difícil sorprenderse por el resultado de las elecciones italianas del 25 de septiembre.  La hazaña de Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia, FdI), si no del todo obvia, era, por lo menos, ampliamente predecible. En efecto, los estallidos populistas que han incendiado la política italiana en los últimos treinta años constituyen formas de reacción, mas o menos consciente, al establecimiento de «gobiernos tecnocráticos» [De Fiores 2021], ligados por una especial relación de confianza con las instituciones de las Unión Europea. Estaba claro que, oponiéndose al gobierno de Mario Draghi, es decir, al ejecutivo que más que ningún otro a lo largo de la historia constitucional italiana ha encarnado la condicionalidad made in EU, para el partido liderado por Giorgia Meloni ha sido fácil presentarse a los ojos del electorado como una fuerza alternativa al sistema de partidos actual, que casi en bloque había apoyado el gobierno del expresidente del Banco Central Europeo.

En realidad, se sabe muy bien que FdI no habría ido contracorriente, como demuestran las garantías de fidelidad al euroatlantismo a las que nos ha acostumbrado la actual presidenta del Consejo de Ministros durante la campaña electoral y sus primeros meses en Palazzo Chigi, además de las múltiples declaraciones destinadas a poner en claro que el nuevo Gobierno habría trabajado en continuidad con lo que hizo el anterior, con la ley presupuestaria recién aprobada que confirma este posición. Pero lo que más importa es la percepción general de los votantes. Y no se puede negar que la estrategia del Partido Democrático (Partito Democrático, PD) ayudó a allanar el camino para la victoria de Meloni.

Podría parecer una idea démodé (del siglo XX decimos), pero si detrás de preferencias políticas, a pesar de identidades colectivas siempre menos sólidas [Luciani 2001], objeto, en la era posmoderna, de un inexorable proceso de fragmentación, siguen jugando un papel fundamental razones de clase, es fácil entender por qué el PD enfrentó una debacle de tales proporciones [Floridia 2022]. La decisión de aliarse con las dos fuerzas políticas mas neoliberales que están en el Parlamento, Acción (Azione, que al final se retiró de la coalición) y Más Europa (Più Europa), marcó el definitivo alejamiento del movimiento obrero y, en general, de toda la clase trabajadora, del que es (o quizás en este punto sería más correcto decir “era”) el último, o al menos el más grande, heredero oficial de la formación política que servía de referencia de estos grupos sociales, el Partido Comunista Italiano (Partito Comunista Italiano). La voluntad de adoptar la fantasmagórica “agenda Draghi” [Guazzarotti 2022], esto es, la intención de elevar a programa electoral las orientaciones políticas emanantes de Bruselas, implementando de manera escrupulosa las recomendaciones específicas por país, hizo el resto.

La verdadera novedad de estas elecciones es que el Movimiento 5 Estrellas (Movimento 5 Stelle), considerado al borde de la extinción, por el contario, ha resistido, obteniendo un resultado más que respetable. Habiendo accedido al Parlamento por primera vez en el 2013, aprovechando el malestar generado por las políticas de austeridad llevadas a cabo por la gran coalición que había apoyado al gobierno tecnocrático del excomisario europeo de Mercado Interno (y exasesor de Goldman Sachs) Mario Monti, en seguida ha pasado por las horcas caudinas del Gobierno de Draghi, que habría debido neutralizar su vocación popular, vaciar su cantera electoral y así preparar el campo para el restablecimiento del «bipolarismo forzoso» [Ferrara 2007], esto es, la así llamada «alternancia entre equivalentes» [Ferrara 1979], centro-derecha vs centro-izquierda, que se instauró en Italia tras la entrada en vigor del Tratado de Maastricht [Manfrellotti 2018]. Si se considera dicho cuadro, se puede afirmar que hoy es esta la fuerza política que ha impedido que se materializara también en Italia un escenario de tipo polaco [Borioni 2022]: derecha nacional-conservadora, por un lado, e izquierda liberal-tecnocrática, por el otro, ambas funcionales a la conservación del status quo.

Quién sabe si serán los pentastellati los que puedan sabotear la maquinaria de la «democracia con el piloto automático» [Guerra 2022]. Y esto -hay que señalarlo- a pesar de ciertas evidentes ambigüedades que han caracterizado la acción de esta formación. De hecho, cabe recordar que el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia disciplinado por el Reglamento (UE) 2021/241, aprobado cuando estaba en el cargo el segundo Gobierno Conte, si no es una subespecie de Mecanismo Europeo de Estabilidad, es algo muy parecido. La interminable lista de condicionalidades relacionadas con el uso de este instrumento [Salmoni 2021] debe marcar la valoración de esta interpretación. Solo por mencionar las más importantes, recordemos la coherencia con “los retos y prioridades […] determinados en el marco del Semestre Europeo” (art. 17, apartado 3) que se exige por los Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia presentados a la Comisión, los controles sobre el logro de los “hitos” y de los “objetivos” y las medidas diseñadas para vincular el mecanismo a una “buena gobernanza económica” (art. 10).

Sería deseable un cambio de rumbo por parte de la política italiana con respecto a la Unión Europea, que supere la visión irenista con la que la clase dirigente de Roma ha abordado hasta ahora la cuestión supranacional [Benvenuti 2016]. Necesitaríamos un europeísmo polémico, que rehabilite el papel de los conflictos sociales y su fuerza legitimadora [Dani 2012], dentro de un ordenamiento, el eurounitario, que hasta ahora los ha neutralizado, favoreciendo así su propia autoconsunción.

Si la clase política italiana quiere dar una contribución efectiva a la construcción de una Unión Europea diferente respeto a la existente, este es el camino a seguir. Sin embargo, la persistencia de la estéril, además que falaz, contraposición entre soberanistas y federalistas, en la cual parece haberse encallado no solo el debate político sino también el doctrinal, no es ciertamente de ayuda.

 

Referencias bibliográficas

Benvenuti M. (2016), Libertà senza liberazione. Per una critica della regione costituzionale dell’Unione europea, Editoriale Scientifica, Napoli.

Borioni P. (2022), “La questione sociale dimenticata. Al voto con la prospettiva polacca”, in www.strisciarossa.it, 8 de agosto.

Dani M. (2012), “Rehabilitating Social Conflicts in European Public Law”, in European Law Journal, Volume 18, Issue 5, pp. 621 ss.

De Fiores C. (2021), “Tendenze sistemiche e aporie costituzionali dei governi tecnocratici”, in Costituzionalismo.it, n. 2, pp. 36 ss.

Ferrara G. (1979), “Democrazia e stato del capitalismo maturo. Sistemi elettorali e di governo”, in Democrazia e diritto, n. 4-5, pp. 513 ss.

Ferrara G. (2007), “Il bipolarismo coatto”, in Il Ponte, n. 3, pp. 19 ss.

Floridia A. (2022), PD: un partito da rifare?, Castelvecchi, Roma.

Guazzarotti A. (2022), “Draghi: ieri, oggi, domani”, in www.lacostituzione.info, 23 de julio

Guerra G. (2022), “La presidenza Mattarella, l’Unione economica e monetaria e il “vincolo esterno” alla forma di governo”, in Paris D. (a cura di), Il primo mandato di Sergio Mattarella. La prassi presidenziale tra continuità ed evoluzione, Editoriale Scientifica, Napoli, pp. 57 ss.

Luciani M. (2001), “Il paradigma della rappresentanza di fronte alla crisi del rappresentato”, in Zanon N., Biondi F. (a cura di), Percorsi e vicende attuali della rappresentanza e della responsabilità politica, Giuffrè, Milano, pp. 109 ss.

Manfrellotti R. (2018),”Potere economico e costituzione materiale”, in Rivista AIC, n. 3, pp. 1 – 7.

Salmoni F. (2021), Recovery Fund, condizionalità e debito pubblico. La grande illusione, Cedam, Padova.

 

Cómo citar esta publicación:

Guerra, Giovanni (6 de marzo de 2023). El peso de la “agenda Draghi” en los resultados de las elecciones italianas de septiembre y la cuestión supranacional Blog del CEPC https://www.cepc.gob.es/blog/el-peso-de-la-agenda-draghi-en-los-resultados-de-las-elecciones-italianas-de-septiembre-y-la

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